Capitulo 8

2.7K 267 52
                                    


THIAGO.

Cuando acepté venir a casa de Serina me sentía muy feliz, pues ver películas con ella y sus amigos se me hacía muy curioso y divertido.

Pero entonces su padre apareció.

Estaba bastante alterado cuando vi a su padre, recuerdo perfectamente el día en que lo conocí, estaba con mis amigos divirtiéndonos, era de noche y todos estábamos pasándola bien, fumábamos y bebíamos.

Entonces, todo se descontroló en el momento en que una señora gruñona nos reportó por todo el escándalo que hacíamos y la policía llegó, mis amigos se alteraron tanto que comenzaron a golpear a los policías, el padre de Serina llegó después con más policías y nosotros huimos.

Nunca más volvimos a pisar ese lugar y rezaba todas las noches para que no pudiera encontrarme con ese policía.

Pero parece que Dios no me escuchó.

Era cierto, los amigos que me cargaba no eran los mejores, sin embargo, con ellos podía sentirme como un chico malo, que no le importa nada, un chico que no sigue las reglas.

Era tan estupido e infantil mi comportamiento y pensamiento, pero solo así podía hacer que nadie se metiera en mi camino.

Mi corazón latía tan rápido, tener a Serina a un lado de mi, me hacía perder el control.

Demonios, ¿por qué me siento así?

De vez en cuando, Serina regresaba a ver a ese tal Charlie. Pero él ni siquiera pegaba un ojo para acá, él no dejaba de ver a la chica que estaba a lado de él, me sentía mal por Serina, pues se notaba a leguas que estaba perdidamente enamorada de él, y él ni cuenta se daba.

Regresé a ver el reloj, eran las 8:50.

Tomé mi celular y mandé un mensaje a mi hermano.

No me esperen para cenar, no dormiré en casa hoy. Buenas noches.

Bloquee mi celular y al instante sonó.

¿En donde dormirás?
¿Quieres que pase por ti mañana en la mañana?

No, me iré por mi cuenta. Ya no soy un niño.

Miré el mensaje por un largo rato y suspiré. Espero que mi hermano y Liliana puedan perdonarme por todas las veces que los traté mal.

Unos pasos se oyeron desde las escaleras y bloquee mi celular, todos voltearon a ver, era el padre de Serina, estaba vestido como un motociclista.

Él, al ver que todos lo miramos comenzó a posar.

-¿Como me veo?

La verdad se veía bastante bien, parecía todo un adolescente.

-¡Guapísimo!.- dijo Serina.

-Bueno.- él sonrió y bajó las demás escaleras faltantes, y tomó un poco de papas que estaban en la mesa.

Se despidió de todos y salió con una sonrisa.

Yo suspiré, entonces sentí que alguien me miraba. Regresé a ver y era Oliver, el hermano de Serina.

Me miraba con odio, estaba seguro que no le gustaba para nada que yo me llevara con su hermana. Pues vamos, digamos que no tengo la mejor reputación, ya que me han tachado como un chico que solo ve a las mujeres como un juguete. Supongo que piensa que yo jugaré con el corazón de su hermana, sin embargo, es triste pensar que en su corazón no hay nadie, más que Charlie.

Nunca me dejes | Finge ser mi novia #2 [EDITANDO]Kde žijí příběhy. Začni objevovat