Nunca me dejes | Finge ser mi novia #2 [EDITANDO]

Capitulo 58

SERINA

En cuanto salí de la camioneta del tío Toby corrí hacia la puerta de mi casa para abrirla y adentrarme en ella. Estaba bastante emocionada por ver a mis tíos.

Mi sonrisa se agrandó cuando los ojos de mi tía Cata y el tío Chris se encontraron con los míos.

La tía Cata se levantó del sillón inmediatamente dejando el vaso de vidrio que tenía en sus manos en la pequeña mesa de centro.

—¡Mi pequeña!— gritó alzando sus brazos para que yo la abrazara, no dudé ni un segundo en correr y hacerlo, sus brazos envolvieron mi cuerpo haciendo que cerrara mis ojos disfrutando del abrazo.

—Te extrañé tía Cata. — era verdad, hace tiempo que no veía a mis tíos, me sentía bastante cómoda en sus brazos, pude sentir como la tía Cata me abrazó con más fuerza dejando un beso en mi nuca.

—También yo princesa. — me separé de ella sin abandonar aquella sonrisa de mi rostro.

—¿Y yo?— le oí hablar al tío Christian. Regresé a verlo y Sonreí de más cuando él alzó sus brazos para que yo me acercara a él para abrazarlo, su fornido cuerpo me envolvió, cerré mis ojos cuando aquel olor que tanto caracteriza a mi tío invadió mis fosas nasales.

—También a ti, Tío— dije para que después de unos segundos me separara de él.

Mi vista se dirigió a las 4 personas que estaban detrás de mis tíos, mi corazón latió tan rápido cuando los vi. Tan pronto cuando sus ojos se encontraron con los míos, me abalancé hacia los 4 haciéndolos caer en el sillón.

—¡La pequeña Serina!— gritó Valentino despeinando mi cabello, era el hijo mayor del tío Christian con solo 24 años.

—¡Prima, te extrañe demasiado!— chilló Sol, hija mayor de la tía Catalina con sólo 22 años, mi sonrisa se agrandó.

—¡Y yo a ustedes!

***

El timbre de mi casa sonó, supuse que era Thiago, ya que lo invité a comer con mi familia, él aceptó pero dijo que primero iría a comer con su hermano, entonces sólo vendría a cenar y a conocer a mis tíos y mis primos. De pronto, pude ver como Oliver asomó su cabeza a la cocina mientras me miraba haciéndome señas dándome a entender que debía abrir la puerta, yo hice un puchero y le mostré mis manos llenas de levadura. Oliver rodó los ojos y yo sonreí triunfante cuando se dió la vuelta.

Suspiré por lo bajo, mis manos ya dolían, a mamá se le ocurrió la idea de hacer pizza casera para la cena y aquí estaba yo, sola, en la cocina, con la cara manchada y amasando la masa de pizza.

—¡Buenas tardes!— se escuchó la voz de Thiago y la de los demás responder el buenas noches de mi novio, yo sonreí y caminé un poco para asomar mi cabeza para que él viera que estaba en la cocina. Cuando Thiago me vio, caminó hacia la cocina recargándose en el marco de la puerta mientras yo me paraba de puntitas para dejar un beso en sus labios.

—Hola hermosa.

—Hola guapo.— no sé como fue, pero mis ojos se dirigieron detrás de Thiago, en donde mis primos estaban mirándonos atentamente como si de una película se tratase.

—Tú niña— habló Sebastian, hijo menor de la Tía Catalina con 17 años— ¡ya tienes novio! —Yo sonreí tímidamente y asentí con la cabeza.

—Oliver— habló Valentino mirándolo detenidamente, parecía como si estuviera asimilando la situación, Oliver alzó una ceja — ¿tú... aprobaste esto?— le preguntó con leve tono de incredulidad en su voz.

Yo regresé a ver a Thiago fugazmente con una sonrisa para después volver a ver el rostro de mi hermano, había recordado cuando papá y Charlie le preguntaron a Oliver si aprobaba mi relación con Thiago.

—¡Oh no! — chilló cansado— ¿tú también Valentino? — Valentino hizo una mueca y lo miró confuso.

—¿Yo también que?— Oliver emitió un sonido con su boca.

—¿Por qué le preguntas eso Valen?— preguntó Valeria, hermana de Valentino, hija menor del tío Christian con sólo 16 años, así es, tiene mi edad.

Valentino se acomodó en el sillón mirando a su hermana detenidamente.

—¿No recuerdas cómo se enojaba cuando los niños se acercaban a Serina y le pedían que fuera su novia? ¡Se ponía a golpearlos!

Yo tapé mi boca evitando soltar un risita, recordaba perfectamente esos tiempos en los que Oliver se enojaba cuando un niño me pedía que fuera su novia.

Valeria hizo una O con la boca y comenzó a reír.

—¡Es cierto! — gritó— ¡lo recuerdo, lo recuerdo! — Valentino comenzó a reír haciendo que todos en la sala se rieran. Oliver negó con la cabeza avergonzado.

—No sigan— gimió— basta— suplicó— ya no soy el mismo — yo alcé una ceja.

—Eso no te lo crees ni tú— le dijo Sam. Oliver rodó los ojos.

—Bueno sí—dijo ya rendido para luego cambiar su expresión cruzándose de brazos— Lo hice— dijo con orgullo.— lo aprobé. — los miró atentos— ¿Objeciones?

—Nop— dijeron los 4 al unísono. Oliver sonrió.

—Bien— concluyó.

Yo sonreí melancólicamente, mis ojos nadaron por toda la sala, papá, mamá y mis tíos estaban en el comedor riendo y hablando, mis primos, estaban aquí, mi familia estaba casi completa, sólo faltaban mis abuelos, sin embargo, ellos no suelen venir a visitarnos, aunque ya son algo mayores siguen trabajando en casa.

—Linda— susurró Thiago captando mi atención, yo regresé a verlo— ¿te ayudo en algo?

Yo asentí con una sonrisa girándome hacia el lugar en donde hace unos minutos estaba, regresé a verlo.

—Bien...— Thiago miró el lugar con una cara de " no me casaré con ella porque es muy desastrosa cuando cocina "

Ok, creo que exageré algo pero, en verdad, su rostro parecía que quería transmitirme eso.

—Yo se que es un desastre — comencé —pero...- rasqué mi cabeza, vaya error, mi cabello se llenó de levadura. Cerré mis ojos arrepentida por lo que había hecho.

Thiago comenzó a reír haciendo que yo lo viera furiosa, él comenzó a hurgar en su bolsillo, sonrió cuando sacó un scrunchie de su bolsillo. Yo sonreí frunciendo el ceño.

—¿Por qué traes eso? O más bien, ¿de quién es eso?

—Lo compré apenas.— lamió su labios— para ti, nunca se sabe cuando tu novia necesitará una goma para el cabello.

Yo hice un puchero, Thiago era tan lindo. Dios, no merecía esto...

Él rió— anda voltéate, te haré una coleta.— yo obedecí y él comenzó a juntar todo mi cabello. —realmente no sé cómo se hace esto— comenzó a decir mientras comenzó a amarrar mi cabello— debí haberle preguntado a la novia de mi hermano o debía haber visto tutoriales en YouTube— dijo entre dientes, yo reí— pero... creo que ya está...— yo alcé mis cejas— voltéate. — ordenó.

Yo obedecí y cuando me vió sonrió mostrando sus dientes.

—Me encanta— soltó dejando un beso en mis labios. — me encantas tú.

Yo sentí mis mejillas arder.

—Anda, lávate las manos y ayúdame.— dije girándome para no verle el rostro, estaba tan avergonzada y contenta que no quería que él me viera tan de cerca pues estaba hecha un desastre.

—Si mi amor. —

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