Una boca húmeda y un pene erecto.

536 46 42
                                    

Me reclino hacia atrás
mientras ella me chupa la polla.
Me pide que encienda la luz,
pero yo prefiero tener la luz apagada,
es mejor tenerla apagada,
así no tengo que verle la cara.
Puedo sentir como en la oscuridad
clava su mirada en mis retinas.
Siento su boca húmeda,
su lengua recorre toda mi polla.
Me había dicho muchas veces que me quería,
pero hasta ahora
yo nunca había creído sus palabras.
No hay mayor muestra de amor
que una buena mamada.
Comienza a chupar más rápido.
Su garganta hace un ruido húmedo.
Trato de contenerme,
pero el placer me enciende y gimo.
Recuerdo ahora una frase de Oscar Wilde.
"He estado todo este tiempo muerto,
y de repente mi vida se concentra toda
en este breve instante". De repente
mi vida se concentra toda
en la punta de mi polla.
Sus labios húmedos suben y bajan
sin descanso suben y bajan.
Siento estar a punto de explotar.
Agarro las sábanas y me retuerzo
sin poder contener tal placer.

Y casi sin quererlo, me corro.                                                                                                                                          Retorciéndome sobre mí mismo,                                                                                                                    eyaculo sin avisarle dentro de su boca.
Suspiro un estertor de muerte
y vuelvo a reclinarme hacia atrás
Ella me mira con ojos de cordero degollado
mientras se traga mi semen caliente
y pienso, bien, ya vuelvo a estar muerto.

Poemas Mal Traducidos.Where stories live. Discover now