Poemas Mal Traducidos.

Matar.

Matar,

matar, matar,

matar, matar, matar,

matar, matar, matar, matar.

Todo el día pensando en matar,

voy a volverme loco.

No puedo quitarme de la cabeza,

la palabra matar y sus sinónimos.

Y es que quiero matar,

quiero matarles a todos.

Sueño con sus sesos desparramados

tapizando mi alfombra.

Su sangre espesa cayendo lenta,

derramándose de sus venas,

vertiéndose sobre el suelo de mi casa

y pintando de rojo las paredes.

Sueño con la belleza explícita

de su cuerpo mutilado,

de su cuerpo destrozado

y tirado por el suelo.

Cadáveres apilados en mi salón,

montones de cadáveres

que se elevan hasta el techo.

Hay órganos cocinándose

y extremidades ardiendo en mi chimenea.

Cabezas cercenadas en mi congelador

y la piel arrancada de sus músculos

colgando de perchas en mi armario

junto mil colgajos y despojos

de esos cuerpos mutilados

que con tanto cariño guardo.

No sé a cuento de que vienen

todos estos sanguinolentos sueños.

Creo que estoy cansado,

si, debe ser eso,

tan solo estoy cansado

y por eso es

que quiero verles muertos.