La cruda realidad

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Emily's pov

Nos metieron a los tres en el mismo coche, puesto que había hueco, y en cuanto cerraron las puertas salimos de allí dejando a mi rubia con los niños atrás y a la ambulancia atendiendo a esos pánfilos que nos había metido en este inconveniente. Miré a Han que estaba derramando lágrimas por la fuerza con la que le habían impuesto las esposas; sabía que se había negado a ser detenida, pero de ahí a que usaran tanta fuerza para esposar sus manos era otra cosa. 

Caleb intentaba tranquilizarla moviendo de vez en cuando las esposas para que no la apretaran en el mismo lugar, que aún así dejaban marca. Me apenaba ver así a nuestra amiga, que todo esto hubiera dado un vuelco tan grande terminando con nosotras camino a la comisaría no me lo hubiera imaginado, pero nosotras no nos callábamos ante las injusticias y precisamente por defender lo nuestro estábamos siendo trasladadas como si fuéramos los malos de la película. 

- Ya queda poco Han- apoyé la mano encima de las suyas- en nada te liberan- dije en un susurro. 

Sabía que Caleb mantenía su compostura por ella, al igual que nosotras él no estaba para nada de acuerdo con lo que nos estaba ocurriendo, pero alguien de los dos debía estar relajado y de manera comprensible, Caleb era esa roca para ella, y si hubiera mostrado rechazo a la autoridad hubiese tenido incluso más problemas. 

- No puedo más, me están apretando mucho- me miró con los ojos cristalinos, cosa que hizo que se me rompiera aún más el corazón. 

- Ya estamos aquí cielo- la apaciguó su marido. 

- ¿Me las podéis quitar ya por favor?- les dijo a los agentes una vez habíamos llegado y nos habían sacado del auto. 

- A callar- dijo uno de manera brusca. 

- Se lo está pidiendo por favor, le están haciendo daño, ¿no lo ve?- salté en defensa de la rubia. 

- Tal vez quieras acompañar a tu amiga en este momento tan doloroso- cogió mis dos manos y me puso las esposas con fuerza. 

- Ya basta- habló Caleb- soltarlas a las dos.

- Si, ahora mismo- lo agarró firme del brazo y lo llevó dentro mientras el otro policía nos llevaba a nosotras detrás de ellos.

En cuanto las esposas hicieron click, sentí ese dolor que durante el trayecto Han había notado, no podía creer el comportamiento que estaban mostrando hacia nosotros incluso habiendo suplicado. Deseaba decirle algo a la rubia, pero dudaba de que pudieran dañarla por mi intento de apaciguarla, por lo que me mantuve callada. 

- ¿Emily?- cuestionó uno de los policías desde una mesa al vernos pasar. 

- Mark- le miré- busca a Toby, ayúdanos- le supliqué con la mirada. 

Mark era el marido de Elena, nuestra amiga y compañera de trabajo, y al igual que Toby, también tenía de profesión policía. De echo ellos ya se conocían desde que estuvieron haciendo las prácticas juntos, y cuando presentamos a Elena a los demás con él, supimos de la amistad que tenían los dos, incluso habían llegado a ser compañeros de rondas. 

- Claro- asintió dejando los papeles y hablando por su walkie. 

- Esperad aquí hasta que vengan a interrogaros- habló uno de los policías amarrando nuestras manos esposadas al centro de la mesa mientras nos sentaban al lado y se llevaban a Caleb a otra sala. 

- ¿No se supone que deberían soltarnos?- me miró angustiosa. 

- Creo que si- asentí insegura- no me sé muy bien las normas o leyes, pero me parece que no deberíamos estar como estamos ahora. 

Mi amor verdadero (Emison)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora