xx.

1.3K 119 52
                                    


No podía ser cierto. No me iban a dejar en paz. Di media vuelta y rápidamente toqué la perilla, pero ella me pegó la mano.

Recordé el látigo.

—Nos volvemos a ver, Alessa.

Vomité en sus zapatos. Ella se sobresaltó.

—Niña estúpida —renegó—. Vas a venir conmigo.

Se acercó a mí y yo me hice para atrás, chocando con el lavamanos.

Por alguna razón, mis instintos me dijeron que abriera una de las llaves de agua.

—Ven, solo quiero platicar otra vez —empezó a moverse hacia mí.

Mojé mis manos detrás de mí y le lancé lo que yo creía que era agua, pero salió como algo que hizo que su piel se quemara. Ella gritó con fuerza. Volví a lanzarle el agua y yo miré las gotas sobre mi mano. Eran de un color amarillo verdoso.

Aproveché para salir corriendo y Lola se me acercó.

—Está ahí dentro —sollocé.

Estaba muy nerviosa, no sabía qué había pasado. Para mi suerte, Ross llegó y me tomó de la mano, pero la retiró como si se hubiera quemado. Me miró sorprendido.

—¿Qué demonios? —dijo él.

Él puso su mano en mi espalda y me llevó hacia abajo del edificio, ya que estábamos en una terraza. Corrimos bajando las escaleras y nos encontramos a Timothée corriendo.

—Ahí estás, ¿dónde está Reese? —me preguntó Timothée acelerado.

Se veía tan guapo.

—No sé —chillé.

—Voy a buscarla —dijo Timothée y corrió escaleras arriba.

Ross se quedó parado frente a mí y tomó mi brazo.

—Tenemos que esperarla para que las pueda llevar —dijo Ross.

Unos minutos después, Reese y Timothée bajaron las escaleras hacia nosotros.

—Jasmine te va a matar —le dijo Ross.

—No me importa —dijo Timothée.

Y de ahí ya no recuerdo nada.


***


Abrí los ojos y me di cuenta que Seis estaba limpiando mi mano con una toalla.

—Oh, ya despertó —dijo ella.

Yo alcancé a ver quiénes estaban a mi alrededor. Jasmine hablaba con Kiernan y ambas voltearon a verme.

—La tenemos, Alessa —me dijo Kiernan acercándose a mí—. Está encerrada junto con Brenit.

—¿Qué pasó? —les pregunté.

—No lo sé —dijo Jasmine.

—¿Salía ácido del agua? —pregunté—. ¿Por qué a mí no me hizo nada?

Miré mis manos y era correcto. No tenía ninguna marca.

—Fuiste tú la que hizo el ácido —admitió Jasmine—. Ocho y Diez están investigando.

Asentí con la cabeza.

La puerta se abrió de repente y vi que Timothée entraba acelerado. Kiernan y Jasmine compartieron una mirada y ambas salieron del cuarto. Seis también lo hizo unos segundos después, no sin antes hacerle la ovación a Timothée, quien no despegaba la mirada de mí.

The Others » timothée chalamet Where stories live. Discover now