La Niñera; One Direction (+18)

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— Exacto —. Contestó.

— Oh, ya lo recuerdo.

— Mira, que más me hubiera gustado que tratar esto personalmente, pero estoy cortísimo de tiempo y se me fue de las manos —. Habló cansado —. Ésto sería algo muy rápido y fácil, por así decirlo —. Tomó una bocanada de aire —. Tengo a unos chicos a los cuales necesito que cuides. Me iré un tiempo de viaje, se trata de algo muy importante para mí y mi progreso laboral, no lo puedo posponer por ellos. Sinceramente, lo que menos quisiera sería irme de viaje y luego encontrarme con sorpresas. Tú me entiendes, ¿no?

— Sí, claro —. No entendía un carajo.

— Entonces el trabajo consistirá en que supervisarás de ellos y sé que te parecerá ridículo pero estos chicos en verdad me importan, si no supiera de lo que son capaces no te hubiera contactado. Es algo muy relax —. Dijo. Sonaba muy bien de la manera que el lo explicaba —. ¿Qué dices? ¿Aceptas?

Lo pensé por varias veces intentando no sonar desesperada, aunque así fuera. Ya podía ayudar a mi mejor amiga.

Nunca había trabajado cuidando niños, de hecho nunca había tan siquiera convivido con uno. Mi familia no era tan numerosa.

— Mmm, no lo sé —. La inseguridad me tomó presa —. Ni del horario hemos hablado —. Excusé el miedo que me daba que algún chiquillo terminara con el brazo partido.

Bueno, tampoco sería tan paranoica y extremista. ¿En serio podía pasar eso?, nah.

— Sólo serían unas 8 horas, y eso variable. Prácticamente sólo necesito que les des una que otra checada, tu eliges el tiempo, pero por tu edad supongo estudias, ¿no te afecta? —. De sonar mal, para nada. Comenzaba a convencerme, aunque por lo que dice, la paga sería una miseria.

18 años, 7 meses.

— No, porque ya me queda poco para terminar, estoy en las "últimas" —. En realidad todavía había mucho camino que recorrer, pero sería una pequeña mentirita que diría para quedarme con este trabajo. No creo que por estar en este trabajo baje mis notas.

Tal vez era lo mejor.

—¿Y de cuánto tiempo estamos hablando que seré su niñera, Sr. Simon? —. Informada al 100, si tomaré un trabajo lo tomaré bien. Supongo que es la mejor oportunidad que me cae en meses.

—Serían ocho —. Contestó muy inútilmente.

— ¿Ocho? —. Pregunté.

—Sí, ocho meses —. Dijo y me quedé en shock. 

No pude hablar, parecía que mi mente se había quedado trabada, no carburaba bien.

Silencio y más silencio.

—¿Hola? —. Dijeron en la otra línea

—No lo creo, es demasiado ¿no lo creé? —. Adiós empleo.

— Para nada, ¿cuánto esperabas trabajar? ¿3 días ó una semana? —. Su tono era medio irritante. Según yo, se estaba poniendo intenso y a pesar de eso, sabía que por un lado tenía razón —. Créeme que el sueldo que te daré, ni en la mejor de las empresas te lo darán —. Y justo ahí, me había dado en el clavo.

— Pues... ¿de cuánto estamos hablando? —. Contesté esperando la mejor de sus respuestas.

— ¿Qué te parecen... —. Se quedó pensando, el silencio se me volvió larguísimo —. ... 80 dólares al día? —. Mi cabeza explotó y una sonrisa se dibujó en mi rostro.