My Stupid Director

D I E C I O C H O

Subo el cierre de mi vestido color rojo ajustado al cuerpo que combiné con unos tacones y mi pelo ondulado. Por último aplico perfume en mi cuello, tomo mi cartera y bajo las escaleras cuando veo el mensaje de Bruno indicando que está afuera.

Su padre es el encargado esta vez de llevarnos y traernos a todos sanos y salvos a nuestros hogares.

Al llegar a la primera planta de mi casa, diviso en el living a mis hermanos, mi cuñada, a Ryan y Justin. Rodeo los ojos al ver a este último.

Su mirada puesta en mi, me descompone por unos segundos pero recuerdo todo el daño y humillaciones que me ha hecho pasar y recupero pronto la compostura, expulsando de mis pensamientos toda la mierda que me dijo esta mañana y no permitiendome darle cabida en mi cerebro a todo lo relacionado con él. Ya no me humillaré más por él, ni menos seguiré con mis intentos de hacerle ver qué sus sueños; son recuerdos, que alguna vez me amó y que estuvimos juntos.

-Buenas noches - agito mi mano y les dedico una sonrisa.

-Brooke Grey, ¿Tu piensas irte así de fiesta? - pregunta Dylan alzando una ceja.

-¡Ay Dylan! Déjala, se ve hermosa - dice Melanie dándole un leve empujoncito.

-¿Vas a divertirte o a enamorar a todos los chicos de la discoteca? - continúa Christian.

-Ambas - digo guiñándoles un ojo y riendo al ver sus caras - Ya dejen el drama - digo haciendo un desdén con la mano y dirigiendome a la cocina para despedirme de mis padres.

Ellos me miran de pies a cabezas y sonríen.

-¿En qué momento creciste tanto? - pregunta papá fingiendo llorar. Rio.

-No lo sé - me encogo de hombros a la vez que beso su mejilla - Ya debo irme, Bruno y su padre ya están afuera esperándome - digo ahora besando la mejilla de mamá.

-Cuidate cariño y cualquier problema nos llamas - dice mamá dejando un cabello detrás de mi oreja.

-Sí, no se preocupen. Los amo - digo saliendo de la cocina.

-Te amamos - dicen al unisono.

-Adiós, que tengan una linda noche - me despido de todos en la sala.

Todos se despiden y rio negando con la cabeza al escuchar las advertencias de mis hermanos pero dejo de reír cuando Justin dice que debe irse y se despide de todos rápidamente. Apresuro el paso, abriendo la puerta y cerrandolas a mis espaldas.

-Espera - me detiene su voz.

Cierro los ojos y maldigo por lo bajo. No volteo pero Justin se pone frente a mí al notar que no giro para enfrentarle.

-¿Qué sucede, Señor Bieber? - pregunto cruzandome de brazos.

-¿Qué intentas? - me pregunta con molestia.

Su presencia, sus ojos, todo de él me hacen temblar, me hacen querer perder la cordura y lanzarme a sus brazos para suplicarle que recuerde todo, pero cada frase y palabra que me ha dicho este último tiempo, cada acción se agalopa en mi cerebro expulsando esas ganas de humillarme delante de él.

-¿Qué intento? - repito su pregunta confundida y alzando una ceja.

-Brooke si estás haciendo esto solo por lo que te dije está maña...

-Basta - me apresuro a decir sin dejarle continuar - Sí, lo que dijiste está mañana me dolió como una mierda, cómo no te imaginas - digo siendo sincera - Proponerme sexo para que te deje en paz - recuerdo lo que me dijo y niego con la cabeza - Pero esto no lo estoy haciendo por ti, ni por lo que me dijiste - digo con un nudo en la garganta - Esto lo estoy haciendo por mi, porque no me merezco esto, no merezco sufrir tanto ni humillarme tanto por una persona. Porque soy joven, debo disfrutar de mi vida, debo continuar y no quedarme atascada en toda esta mierda que me estaba matando lentamente - digo y Justin me mira con atención y tristeza - Entonces por favor te pido que dejes esto, que me dejes continuar - agacha la cabeza - Ya entendí y me quedó claro que tú no quieres nada conmigo y no insistiré más.