Capítulo 35

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Narración normal:

Horas después de estar descansando en aquel bosque, se estaba haciendo de noche así que Aioros y Shura tuvieron que regresar al santuario, cada uno a su respectivo templo. Con una tristeza inmensa se tuvieron que despedir del otro, aún sabiendo que se verían en muy pocas horas, se extrañarían. Ya cuando estaban acostados sobre sus camas, se dedicaban a abrazar sus almohadas, pensando en su pareja y en lo agradable que la pasarán cuando se vean. Querían sentir el calor del otro mientras dormían, abrazados a la luz de luna llena.

A la mañana siguiente en el templo de Capricornio, Shura se encontraba comiendo una manzana a la par que se dirigía a la entrada de su templo para ir al coliseo. En el camino cuando llegó al templo de Sagitario se quedó esperando al arquero, quien al sentir el cosmos de su pareja se acercó a él, tomándolo delicadamente de la cintura robándole un dulce beso en los labios

Aioros: Buen día cariño- Volvio a besar sus rozados labios

Shura: Te extrañe mucho Aioros- Envolvió con sus brazos el cuello del mayor- El día de ayer estuvo increíble- Le mostró una sonrisa

Aioros: Me encanta verte sonreír- Argumento sin dejar de observar aquellas órbitas verdosas que posee su amado español- Te amo- Beso por tercera vez los labios de Shura

Shura: Aioros... No crees que se nos está haciendo tarde- Dijo al sentir como el arquero repartía varios besos sobre su rostro- ¡Basta!- Soltó una carcajada cuando su pareja comenzó a acariciar su cintura, provocándole cosquillas- ¡Aioros!

Momentos después, ambos seguían repartiéndose caricias, el uno al otro, de lo que no se percataron fue de la repentina aparición de Milo y Camus, quienes al ver aquella escena tan romántica y cómica de la pareja, se quedaron sorprendidos. Ver a Shura de esa manera, tan atento con Aioros, era algo que no se veía todos los días, debido a que el es ese tipo de personas que no acostumbran a demostrar sus sentimientos a los demás. Y ver qué toda esa frialdad que el demostraba, se desvanecía a chorros cuando estaba con el arquero, es algo épico. Milo de escorpio, quien los observaba con una sonrisa en sus labios, recordó que sucedía exactamente lo mismo en su relación, él era el más demostrativo con el tema del amor, sin embargo Camus, frío, serio y muy calculador, pero cuando se encontraban solos, podían sacar a lucir todo ese amor que hay entre ellos

Milo: ¡Shura! Cada día me sorprendes más- Alzó su tono para ser escuchado por el español

Este al escuchar la voz de otra persona, se trató de safar del griego, quitando sus brazos del cuello de este último, sin embargo le fue imposible debido a que esté lo tomaba de la cintura. Por otro lado Aioros, al escuchar la voz de Milo, aferró más al azabache, apreciando un notorio sonrojo en sus mejillas

Aioros: Buenos días Milo, Camus- Les mostró una sonrisa falsa, aquel momento fue incómodo tanto para el como para el chico de cabellos verdes

Shura: ¿Qué hacen por acá?- Arqueo una ceja

Camus: Estábamos llendo al coliseo, Milo quiso acompañarme así que fue hasta mi templo- Estaba nervioso de que algo le pueda hacer Shura a su querido escorpio, debido a que esté le mandaba una mirada asesina- Lo siento Aioros, Shura- Hizo una pausa- No queríamos molestarlos, nosotros ya nos vamos ¿Verdad Milo?- Pellizco el brazo del chico de cabellos azulados

Milo: Eh si, ya nos retiramos- Empezaron a salir de la casa de Sagitario- ¡CURSIS!- Soltó la mano de Camus para luego salir corriendo escaleras abajo

Aquello hizo enojar al español, quien soltó un gruñido, trato de safarse de los brazos del heleno, le fue imposible debido de que él utilizó toda la fuerza que tenía para detenerlo. Estaba dispuesto a hacerlo trocitos con su excalibur, en ese momento no le importaba que Milo fuera la pareja de uno de sus amigos. Mientras tanto Aioros, comenzó a acariciar sutilmente el cabello del contrario, logrando tranquilizarlo un poco

Un Amor Entre Flechas Y Espadas (Aioros x Shura)Where stories live. Discover now