Un Amor Entre Flechas Y Espadas (Aioros x Shura)

Capítulo 34

Narra Aioros:

En todo este tiempo transcurrido me he enamorado muchísimo más de Shura, con el simple hecho de verlo, me pongo nervioso como la primera vez en que le dije todo que sentía por él, es tan perfecto ante mis ojos. Mi vida no sería lo mismo sin él, sin sus caricias, sus sonrojos que combinan muy bien con lo pálido que es su rostro, su mirada inocente que me muestra cuando quiere algo ¡Por Athena lo amo demasiado! Me encanta ver cuando niega que le gusta las cosas románticas, se ve tan tierno cuando lo hace. Otra de las cosas que más me gustan hacer es molestarlo, ver su rostro enojado, para luego hacerle caricias y verlo sonreír nuevamente. Después de haber comprado aquellas botellas de jugo, salimos de aquel acogedor mercado hasta llegar al bosque que está cerca del santuario. En el camino pude apreciar como Shura se iba comiendo una y otra barra de chocolate mientras bebía un poco de jugo, le sonreí, a pesar de todo el tiene razón, engordará o no, yo siempre lo seguiré amando como a nadie en este mundo

Aioros:Te vez tan lindo cuando comes cariño—Le di un beso en su mejilla

Shura:Nunca vas a parar ¿Cierto?—Sus mejillas se ruborizaron

Aioros:¡Jamás!—Afirme

Shura:Bueno ¿Deseas uno?—Limpio sus labios con un pañuelo para luego sacar una de las barritas y me las ofreció

Aioros:No gracias mi vida—Bebi un poco de mi jugo

Shura:Esta bien tú te lo pierdes—Me sonrió—Los chocolates son una delicia—Cerro sus ojos por breves segundos—Por cierto Aioros ¿A dónde vamos?

Aioros:A dar un paseo por el bosque ¿No te molesta cierto? O ¿Prefieres regresar al santuario?—La verdad quisiera dar un paseo con él, pero si no desea no le insistiré, sabe perfectamente que no me gusta hacer algo sin su consentimiento

Shura:Tranquilo no me molesta ni nada por el estilo, al contrario me alegra muchísimo pasar un momento agradable junto a tí, así como ahora—Me observó para luego entrelazar nuestras manos—¿Qué tal si vamos a ese lugar donde me llevaste cuando preparamos Sushi por primera vez?

Aioros:Me parece perfecto, vamos—Argumente con una sonrisa en mi rostro, a la par que sentía como Shura apoyaba su cabeza contra mi hombro mientras seguíamos nuestro camino

Empezamos a ir a aquella laguna en dónde Shura se iba quedado dormido hace unos meses, mientras tanto conversábamos sobre las cosas que observamos a nuestro alrededor, hasta que vimos una pequeña mariposa de colores, la cual se poso en el dorso de la mano de mi Shura, quien se paró en seco, se asustó un poco pero luego se le quedó observando como si tratase de un niño. Ver esa escena para mí fue muy tierna, apreciar ese brillo único en sus verdosos ojos de mi pareja, a la par que admiraba a ese insecto, es algo que no olvidaré jamás
Pasado unos minutos aquella mariposa se fue, haciendo que sigamos nuestro camino mientras Shura me pedía que le explicará diferentes cosas sobre aquel insecto colorido, a lo cual acepte gustosamente. En lo poco que nos quedaba para llegar fui explicándole los datos que yo sabía sobre el tema, pude apreciar como degustaba un poco de su jugo y me observaba atentamente

Aioros:Sabías que los diversos y hermosos colores que tienen las alas de las mariposas, son así debido a los pigmentos que tiñen sus células o por el comportamiento de la luz cuando choca contra sus delicadas alas—Comente mientras mantenía mi brazo detrás de su hombro

Shura:No tenía idea, es muy interesante lo que me dices cariño, por cierto ¿Cómo sabes todo eso?

Aioros:El gran maestro nos contaba ese tipo de cosas cuando éramos más pequeños—Solté un suspiro—Aun recuerdo cuando en una de esas charlas con los demás de nuestros compañeros, tú te quedaste dormido ¿Lo recuerdas?

Shura:Tienes una muy buena memoria Aioros, y sí, recuerdo aquel día, fue tan gracioso cuando Shion se dió cuenta de que estaba durmiendo a tu lado—Me mostró una hermosa sonrisa—El sermón que me dió, dudo que lo olvide

Aioros:Hay Shu—Solté una pequeña carcajada—Bueno, llegamos—Observe una pequeña laguna junto con barios árboles alrededor

Aquel lugar sigue siendo tan hermoso como la última vez que lo visite, su laguna cristalina, sus árboles, en los cuales es muy cómodo sentarse bajo ellos, el viento que corre por allí, provoca que el cuerpo entre en un estado de relajación pura. Me encanta este lugar, y que mejor venir muy bien acompañado. Observe como Shura se sentaba sobre el verdoso cesped, en frente de la laguna para luego quitarse los zapatos, le hizo un dobles a su pantalón y remojar sus pies en el agua, yo imite su acción, sentandome al lado de él

Shura:Esto es muy relajante Aioros—Beso mi mejilla—Nesecitaba algo así—Comenzó a mover los dedos de sus pies—Después de la tormenta todo florece

Aioros:¿Lo dices por el entrenamiento?

Shura:¡Sí! Cansa demasiado ¿Verdad?—Volteo a verme

Aioros:Concuerdo contigo, el entrenamiento cansa demasiado—De igual manera, empeze a mover los dedos de mis pies—No sabes lo feliz que me tiene estar a tu lado—Apoye mi cabeza contra su hombro

Shura:¡Increíble!—Sonrió, para luego hacer su cabeza hacia atrás—Hace meses que no venía aquí

Aioros:Me encanta que estés contento mi querido Shu—Me acerque a besar su mejilla, luego bebí un poco de mi jugo de durazno

Un par de minutos después, Shura sacó sus pies de aquella laguna para recostarse sobre un árbol, yo hice lo mismo, me acosté al lado de el, dejando nuestros zapatos cerca de nosotros, luego degustamos una de las últimas barritas de chocolate que estaban dentro de la bolsa

Aioros:Adoro este lugar—Solté un suspiro—¿También te gusta a ti Shura?—Volteo a ver sus hermosos ojos verdosos

Shura:Sí, es un lugar muy bonito, me trae muchos recuerdos—Asintió con la cabeza—Se siente una tranquilidad increíble—Se quedó en silencio por un momento—¿Oíste eso Aioros?—Escuchaba como el viento movía uno que otro árbol, luego de unos segundos llegó a oír el cantar de unos pajaritos, tal vez a eso se refiere mi españolito

Aioros:¿El cantar de los pájaros?—Shura asintió—Oh, si es muy bonito—Observe su rostro, sonreí, el estaba localizando con la mirada,  para saber dónde se encontraban esa aves, los cuales encontró en una rama de un árbol cerca a nosotros. No pude contenerme se ve tan precioso, parece un niño, me acerqué a su rostro, robándole un tierno y delicado beso en sus labios

Shura:Aioros—Me sonrió y luego me tomó de las mejillas, dándonos otro beso, un poco más tonificado—Te amo—Susurro aún manteniendo su sonrisa

Aioros:Yo te amo muchísimo más, infinitamente como las estrellas en el universo—Me acomodé sobre su pecho—Estoy cansado, hemos estado caminando bastante

Shura:Tienes razón, yo también estoy cansado—Acaricio mis cabellos castaños, ante eso procedí a acurrucarme en su pecho—Te quiero—Susurro, provocando un leve sonrojo en mis mejillas

Aioros:Shu ¿Me invitas uno de los chocolates?—A los pocos segundos, me alcanzó una de las barritas, la cual no dude en comérmela

Luego de unos minutos, sentía como Shura me abrazaba con una de sus manos mientras que con la otra repartía caricias por mis hombros, cuello y mis mejillas, provocando que me quedara dormido en sus brazos

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