SEVEN. Capítulo XXIX

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SEIS MESES DESPUÉS

Decir que la vida se sintió extraña una vez llegaron al reino fue decir una falacia. Ya no había desayunos en casa de JiMin; Jin ya no era tan alborotador; JungKook apenas podía caminar; TaeHyung había perdido su confianza en que podía salvar a JungKook de cualquier cosa; YoonGi ya no hablaba con nadie, sólo con JiMin, y ya nunca salía de casa; NamJoon había aceptado el cargo de ser líder de la manada, pero no sabía como hacerlo, estaba absorto en sus pensamientos y, a menudo, pensaba que lo mejor que le podía pasar a la manada era que él se largara. Y, en cuanto a Hoseok, él simplemente había perdido la esperanza.

Parecía como que nada podía animarlos, parecía que no había nada en este mundo que pudiera volver a unirlos. Las chicas ni siquiera lo habían intentado porque no eran capaces, no podían evitar mirarse a la cara sin recordar lo que habían pasado… sin recordar lo que habían perdido.

TaeHyung estaba tumbado en la cama, no era de noche, pero tampoco de día. Sabía que su omega no estaba durmiendo, lo notaba en su respiración. En otros tiempos le hubiera acariciado hasta hacerle suyo y que suplicara por más. Pero ahora todo había cambiado. Sabía que las heridas de JungKook habían sanado, pero no sus heridas emocionales, el chico apenas le dirigía la palabra y él no quería forzarle a hacer algo que no quisiera.

El despertador sonó y TaeHyung le dio un beso en la mejilla, se metió en la ducha y, mientras desayunaba, un pitido alarmó a JungKook. TaeHyung tenía una pequeña alarma sobre su mesa.

- Esto suena…- dijo JungKook, llevándole el aparato.
- Oh, lo lamento- dijo el chico- ve a acostarte, hace frío- el chico le puso una manta sobre los hombros, pero JungKook no podía apartar la vista de aquel aparato.
- ¿Qué es?
- No es nada.
- Parece una alarma.
- Sí, eso es.
- ¿De qué te avisa?- preguntó.
- De mi celo.

JungKook le miró.

- No hablemos de esto ahora- dijo TaeHyung.

De pronto, se sentía incómodo y no sabía por qué. JungKook y él estaban casados. Se supone que las conversaciones sobre sexo deberían ser cómodas. Si hace tres meses alguien le hubiera dicho que se sentiría incómodo hablando de sexo con JungKook, no se lo hubiera creído.

- ¿Cuándo es?
- En tres días- respondió- ¡pero no te preocupes! ¡Yo sé que no te encuentras bien! Me iré al bosque, me transformaré y lo pasaré solo…

Ambos se miraron. Tenían mil palabras atascadas en la garganta, pero no podían decirlas.

- ¿Es lo que tú…? Eh… bien…

JungKook se giró y se metió en la habitación de nuevo. TaeHyung tiró su desayuno, no quería comer. Quería recuperar su relación con su omega, pero no podía. Y no sabía por qué.

Pasadas tres noches, JungKook recibió un mensaje de TaeHyung. Había entrado en celo. Según el mensaje estaba en una cueva en medio de las montañas y el río del deshielo.

No pudo menos que llorar. Por un lado, quería estar con su alfa en aquel momento pero, por otro lado… todo lo relacionado al sexo le recordaba lo que aquel alfa le hizo. Sintió una arcada y fue a vomitar.

- TaeHyung…- gimoteó.

Sólo quería morirse. No sabía lo que le pasaba, pero nunca en su vida se había sentido tan roto.

TaeHyung, por su parte, gritaba y se golpeaba contra las paredes de la cueva. Gritaba el nombre de JungKook. Lloraba por su ausencia. Se metió en el agua fría para calmar el calor de su cuerpo y se sintió desgraciado. A pesar de que su cuerpo le pedía sexo, no lo quería. Ni siquiera con su omega. Miró al cielo y sintió como algo dentro de él se volvía a romper.

- JungKook…

Pasaron los días y, cuando TaeHyung llegó a casa, encontró a JungKook, completamente en silencio, sentado en el sofá. Le miró y era como ver a una persona ajena a aquella con la que se había casado. Quizás cometió un error. Quizás, después de todo, él no era su destinado.

JungKook giró la cabeza y le miró. Sus ojos conectaron y vio la tristeza en aquellos orbes. Recordó el momento que vio esa mirada por primera vez. No, era imposible que se hubiera equivocado. ¿Pero qué pasaba con ellos?

- Leí tu mensaje que volverías hoy- dijo JungKook- he dejado el baño listo para que te duches. Me voy a acostar. Buenas noches.

Y, sin más, JungKook se fue a la cama y TaeHyung volvió a sentir aquella sensación de que algo en él volvía a romperse.

Al día siguiente, TaeHyung se despertó y, sin desayunar, salió rumbo a las montañas, a su trabajo. JungKook le vio marcharse y no pudo evitar llevarse las manos a las heridas que TaeYeon le había hecho, ahora sólo cicatrices, y preguntarse si su marido ya no le tocaba y tampoco le miraba porque era muy probable que no pudiera dar cachorros.

No desayunó y, secándose las lágrimas, se fue a trabajar. Tras la vuelta, ya no trabajaba como guardia de JiMin, sino que tenía el puesto de NamJoon: entrenador de los cadetes de la guardia. Era un puesto bastante reconfortante, consistía en escoger entre cinco y siete cadetes y entrenarlos como equipo hasta que pasaran a formar parte de la guardia. Cuando JungKook llegó a desempeñar este trabajo se le asignaron cinco cadetes que acababan de terminar la educación obligatoria y estaban preparándose para entrar en la guardia.

YeonJun, SooBin, Kai, TaeHyun y BeomGyu eran bastante impulsivos, apenas conocían de la vida, querían ser como JungKook y la manada a la que éste pertenecía, los admiraban. Y JungKook había desarrollado un cariño especial hacia ellos, queriendo protegerlos de la maldad del mundo, preparándolos con todo su conocimiento y estos chicos le correspondían con toda su lealtad.
Aquella mañana JungKook y JiMin estuvieron juntos toda la mañana, como siempre desde que volvieron.

- ¿Cómo vas?- preguntó JiMin.
- Quiero morirme.
- Kookie…
- Le estoy perdiendo…
- ¡Oye! ¡No! Eso no es cierto…
- JiMin…- le cogió del brazo y le llevó a un lugar apartado- la última vez que TaeHyung me hizo el amor fue hace más de seis meses, cuando pudimos descansar en el reino de los Wu.

JiMin abrió mucho los ojos.

- Pero su celo… yo pensé…
- Se fue a los bosques… no me lo consultó, sólo me dijo que sabía que no me encontraba bien y que lo pasaría solo… ahora no hago más que pensar si lo pasó con otro omega…
- ¡No digas tonterías! ¡TaeHyung te adora! ¡Él nunca te engañaría!
- Yo quiero creer eso, pero veo como es conmigo en casa y…- se le quebró la voz- creo que él ya no me quiere…
- ¡Seguro que es otra cosa!- dijo JiMin- ¡Tal vez sólo tenga miedo!
- ¿De qué? ¿De que lo disfrute?- preguntó, furioso- luego… también hay otra cosa… aun estoy mal… bueno, por lo que aquel alfa me hizo y porque TaeYeon casi me mata… y que TaeHyung esté tan apartado de mi me hace sentir peor… me siento roto, JiMin- concluyó.

En otras circunstancias, JiMin le habría pedido a YoonGi que hablara con TaeHyung, pero su novio no estaba en condiciones de hablar con nadie. Ellos también estaban pasando su calvario.

- Perdóname- dijo JungKook- imagino que tú y YoonGi tampoco estaréis pasando por un buen momento.
- Como pareja estamos bien… el problema es que no sé cómo hacer que él vuelva a ser el de antes y temo que eso acabe afectando a nuestra relación de pareja. Lo que pasó le ha marcado más de lo que quiere reconocer, piensa que todo aquello que está fuera de las cuatro paredes de nuestra casa es malo y…
- ¿Y?
- Antes pensaba que era algo estacional, ¿sabes? Estuvo un tiempo inconsciente cuando TaeYeon murió. Pero luego, según llegó a casa, se encerró y me pidió que no saliera. Se enfada cuando salgo a trabajar. Parece que ha desarrollado algún tipo de agorafobia.
- YoonGi no tiene pinta de ser de las personas que desarrollan esa clase de miedos…- dijo JungKook.
- No sé que ha sido- dijo JiMin- pero tengo miedo.
- Acabará- dijo JungKook- esto tiene que acabar… no es justo para ninguno de nosotros.
- Ya. Tampoco para Hoseok y eso no tiene solución.

Ambos guardaron silencio, el chico no había vuelto a mostrar su sonrisa, ni su persona, desde lo ocurrido y el resto no sabían como animarle. No con todo lo que estaba pasando.

NamJoon, por su parte, estaba en su casa con HaNeul. El chico estaba sentado en el sofá, mirando por la ventana.

- Te he preparado una infusión- dijo la mujer.
- Gracias, mi amor.
- ¿Vas a ir a hablar con YoonGi?
- Sí, pero no tengo ni idea de qué hacer- admitió- parece que todo el mundo cree que yo tengo la solución mágica a todo y no es así. Estoy igual de asustado que el resto. E igual de triste- añadió.
- ¿Has hablado con GaJoon?
- No. He hablado con SeokJin- dijo- tiene días.
- Sí. Yo sí he podido hablar con ella y verla. Tiene altibajos. Pero por lo general, no está bien.
- No está bien, pero está con Jin- dijo NamJoon- eso es lo que me calma. No sé cómo lo voy a hacer con Hoseok.
- Por partes- dijo HaNeul- tú ocúpate de YoonGi junto con JiMin. Yo me ocuparé de GaJoon con Jin. Luego nos ocuparemos de Hoseok.
- ¿Y qué pasará con TaeHyung y JungKook?- preguntó NamJoon- llámame loco pero… todo esto es muy raro. Yo no me creo que ellos, de la noche a la mañana, ya no se lleven bien.
- No los conozco como pareja tanto como tú. Pero sí, me parece raro.
- JiMin ha hablado conmigo del tema. También opina que es raro.
- ¿Puede ser un efecto secundario de lo que TaeYeon les hizo?
- De ser así… he hablado con JiMin y no sabemos solucionarlo- dijo NamJoon- cada vez que pienso en alguien de la manada me siento perdido, ¿entiendes? Es como…- el chico se llevó las manos a la cabeza- es como estar en medio de una resaca muy fuerte y no poder pensar con claridad. Ni siquiera sé porque yo estoy al mando de esto, es una locura, yo no…

HaNeul le abrazó.

- Seguimos todos muy nerviosos- dijo la chica- y tristes.
- ¿Y si hay algo más?

HaNeul no pudo responder, sólo dejó que su novio se fuera a ver a YoonGi. Mientras tanto, ella buscaba entre los cajones de su novio una tarjeta que esperaba que su novio no hubiera perdido.

- ¡Sé que eres un desastre, y te juro que siendo un desastre te amo, pero espero que no la hayas perdido!

Puso la casa patas arriba y, cuando la encontró, un rayito de esperanza llegó a sus vidas. Era una tarjeta con un solo teléfono.

- ¿Diga?
- ¿Señor Wu? ¡Mi nombre es HaNeul! ¡Soy la novia de Kim NamJoon! Es posible que no nos recuerde, pero…
- ¿Cómo no os voy a recordar?- dijo el señor Wu- ¿cómo estáis?
- Fatal. Por eso necesito su ayuda- dijo HaNeul- algo nos está pasando… y quisiera poder hablar con la bruja Wu JiWoo.
- ¿Puedes apuntar su teléfono?- preguntó el señor Wu.
- ¡Sí!

Mientras HaNeul apuntaba el teléfono de JiWoo y pensaba en qué le iba a decir, NamJoon se dirigía a la casa que JiMin compartía con YoonGi. Cuando éste llamó al timbre, escuchó a un YoonGi bastante acelerado.

- ¿Quién es?- preguntó YoonGi.
- Soy yo, NamJoon- dijo el chico.
- ¿Cómo conociste a tu omega?- preguntó el chico.
- ¿Qué?- preguntó NamJoon.
- ¡Contesta!
- ¡GaJoon me la presentó cuando éramos críos, pero nunca pensé que ella llegaría a ser mi omega!- respondió NamJoon.

YoonGi abrió lentamente la puerta y dejó entrar e NamJoon.

- Tenía que asegurarme.
- ¡Ella está muerta!- dijo NamJoon.
- No es la única como ella ahí afuera- dijo YoonGi- hay demasiadas personas malvadas.

Se miraron y NamJoon sintió miedo ante la forma en la que YoonGi hablaba. No era un secreto para ninguno que el mundo no fuera bueno, pero de ahí a negarse a salir de casa…

- YoonGi…
- No deberías salir a la calle… podría atraparte. ¡Se lo digo a JiMin y no me escucha!
- ¿El qué nos atraparía?
- La bruma…

NamJoon le miró y sintió miedo.

- YoonGi, eso que… piensas… ya no está- dijo, escogiendo con mucho cuidado las palabras- desapareció cuando murió TaeYeon.
- No… ¡Tú tampoco lo entiendes! ¿Por qué no lo entiendes?- se miraron y YoonGi comenzó a pasear por todo el salón- está aquí, afuera, en todas partes…- lloró- nos está atrapando… puedo verlo.

NamJoon se sintió asustado e impotente, no sabía qué podía hacer, su amigo estaba enloqueciendo por momentos y él no podía hacer nada. Enloqueciendo…

- Te creo- dijo- tengo que ir un momento a mi casa.
- ¡No puedes salir de aquí!
- ¡YoonGi, sé lo que te está pasando y tengo que salir de aquí y ayudarte antes de que sea demasiado tarde!- dijo NamJoon.

YoonGi le miró y se aseguró que todo estuviera en orden antes de dejarle salir. Camino a su casa, pensó en llamar a JiMin, pero no podía. El chico ya tenía suficientes problemas, primero averiguaría todo lo necesario para salvar a YoonGi. Cuando llegó a su casa, HaNeul estaba al teléfono y, según le vio, le sonrió, levantó la mano y siguió apuntando cosas en su cuaderno.

- ¿Entonces eso es todo? […] Perfecto […] Gracias, te mantendré informada.
- ¿Quién era?- preguntó NamJoon.
- Wu JiWoo… creo que sé lo que le está pasando a nuestros amigos- dijo HaNeul.
- Lo mismo que le pasó al líder Kim- dijo NamJoon.

HaNeul se acercó a él y le besó.

- No es sólo a él- dijo la chica- creo que nos está pasando a todos… JiWoo piensa que como yo he estado menos en contacto con la manada porque fui la última en llegar y porque no luché contra ella, piensa que no llegó a afectarme. No hubo un contacto directo entre ella y yo.
- ¿Qué has averiguado?- preguntó NamJoon.

HaNeul tomó aire.

- Antes de contarte nada, tengo que decirte que hay solución y lo arreglaremos. Yo te ayudaré, ¿de acuerdo?- NamJoon asintió y HaNeul comenzó a hablar- supongo que, si hay que empezar por alguien, debería empezar por JungKook, él siempre fue el destino de TaeYeon, pero atacó a dos personas antes que a él.
- Hoseok y YoonGi- dijo NamJoon.
- YoonGi nos dijo que había empujado a MiYoung- dijo HaNeul- pero fue Hoseok el que recibió el impacto del hechizo de esa bruja. Aun debes de recordar cómo los encontramos.
- ¡Pero JiWoo expulsó a lo que fuera que tuvieran dentro!
- Los expulsó, pero si algo habían empezado a hacer en sus mentes, eso ella no pudo arreglarlo- explicó HaNeul- las cosas empeoraron cuando MiYoung rompió el lazo entre TaeHyung y JungKook. No sé porque, pero empeoraron. JiWoo me ha comentado que, como ellos tienen una relación, cualquier cosa, irá haciendo mella aun más en ellos hasta matarlos- suspiró y se le quebró la voz- ella me ha dicho que todos vosotros presentáis síntomas de estar bajo los efectos de algún hechizo y que, si no se resuelve pronto, podríais morir- se secó las lágrimas- me ha dicho que los que corren mayor peligro son TaeHyung, JungKook, Hoseok y YoonGi.
- ¡Habrá alguna forma de ayudarlos!- dijo NamJoon.
- La única forma de que TaeHyung y JungKook sobrevivan es que arreglen lo suyo- dijo HaNeul- YoonGi tiene un miedo irracional a salir. ¿Pero Hoseok? Ni siquiera JiWoo me ha dado una solución para Hoseok.
- Hablaré con JiMin, tiene que sacar a YoonGi de casa- dijo NamJoon.

El chico se fue al campo de entrenamiento y vio a JiMin con JungKook. Desde luego, el pelinegro tenía muy mal aspecto. Se acercó a ellos y los saludó.

- ¡Hola!
- ¡Nam!
- ¿Te encuentras bien, JungKook?

El chico se encogió de hombros, pero no contestó, sólo se acercó a SooBin que en aquel momento cogía tan mal el arco que, como soltara la fecha podía matar a su compañero YeonJun.

- Éste arma es para matar a tus enemigos, no a tu equipo- dijo JungKook, con amabilidad.

Mientras el resto de los cadetes, compañeros y manada de SooBin se reían de él, JungKook les mostraba la posición perfecta para lanzar la flecha.

- Tengo pensado que, en un futuro, el beta Jin os pueda dar una clase de arco, él es el mejor y quiero que os instruya en ese tema- informó- cuánto más preparados estéis, mejor.

NamJoon, que veía como JungKook entrenaba a los cadetes, se acercó a JiMin.

- Necesito hablar contigo, JiMin. Es sobre YoonGi.
- Yo me quedo aquí- dijo JungKook- ve con él.

JiMin se fue a un sitio apartado entre las gradas a hablar con NamJoon.

- No es sólo YoonGi.
- ¿Qué?
- Se mueren… TaeHyung, JungKook, YoonGi y Hoseok…
- ¿Qué?- JiMin le miró y comenzó a mirar a todas partes como si allí estuviera la solución mágica a salvar a su novio y a sus mejores amigos- no… ellos no… ellos…
- ¡Hay solución! ¡Pero hay que actuar rápido!- dijo NamJoon.

El chico le contó todo lo que HaNeul le había dicho.

- No sé como vamos a hacer que TaeHyung y JungKook vuelvan- dijo- ellos de verdad están mal…
- No puedo pensar en eso ahora- dijo NamJoon- son mis amigos. Ellos no pueden… ¡No pueden! Tú tienes más confianza con JungKook respecto a esos temas, habla con él. Yo trataré de ayudarte con YoonGi y ver si él puede ayudar a TaeHyung una vez esté bien.

Mientras tanto en las montañas, TaeHyung tenía por compañero a MinJae, mientras YoonGi se terminaba de recuperar. Aunque el alfa prefería a YoonGi, debía admitir que MinJae no era mala compañía.

- Te veo triste últimamente- comentó MinJae.
- Sólo son problemas…

El rostro de MinJae se ensombreció.

- Sé que ninguno de vosotros habéis vuelto a ser los de antes después de la batalla…
- Eso es decir poco- resopló TaeHyung.
- ¿Cómo lo lleva Hoseok?
- No lo lleva- dijo TaeHyung con lágrimas en los ojos- ella estaba embarazada… iba a tener a su cachorro… el resto de la manada lo sentimos… es como haber perdido a dos de los nuestros… a tres- se corrigió, pensando en el cachorro de GaJoon y Jin.
- Mierda… esa perra…
- ¿Y cómo está JungKook?
- Tiene un cincuenta por ciento de probabilidades de concebir… lo que significa que existe otro cincuenta de que no lo haga…

TaeHyung parecía afectado y, a pesar de que MinJae seguía sintiendo algo por él, se acercó y se sentó a su lado.

- Por lo que tengo entendido, las heridas que esa loca le hicieron sólo dificultan el hecho de que JungKook quede preñado… pero no condicionan el embarazo en sí.
- Eso es.
- Bueno… según la probabilidad del cincuenta por ciento… si anudas cuatro veces en él en una sola noche, existen dos posibilidades de que podáis tener un cachorro… ¡Vamos TaeHyung! ¡Aun recuerdo cómo le mirabas! Es imposible que…
- No es imposible…

MinJae cortó su diálogo y la esperanza vino a él. Obviamente él nunca se metería en medio de un matrimonio feliz, pero si TaeHyung dejaba por su cuenta a JungKook él no iba a perder la oportunidad.

- ¿Ocurre algo entre vosotros dos? ¿Algo malo?
- No… sólo… bueno, me siento distanciado de él…
- Distanciado…
- Dormimos en la misma cama… pero no compartimos cama, no sé si me explico… a veces siento que realmente logró romper nuestro lazo.
- Si logró romperlo, es porque nunca hubo un lazo entre él y tú- dijo MinJae antes de marcharse.

Y aquello dolió más que nada en el mundo, incluso más que saber que en un futuro no podría tener cachorros. Porque él siempre consideró a JungKook su alma predestinada, si eso fuera cierto… ¿acaso su relación era una mentira? No, no podía ser cierto.

NOTA DE AUTORA

Bueno, como ven, he dejado de poner el mapa porque ya no va a hacer falta, si veo que en algún capítulo es necesario, lo pondré.

Aunque empieza con "SEIS MESES DESPUÉS" en los próximos capítulos sabrán lo que les ha ido pasando a los personajes.

Y sí, MinJae ha vuelto a aparecer.

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Herd - OmegaverseWhere stories live. Discover now