Mt. Washington

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Timothée








Estuve intentado toda la noche poder hablar con alguno de mis amigos. La ansiedad me estaba matando, el no recordar nada me dejaba helado.

- ¿Richard? ¿Dónde estás? - Pregunté de inmediato en cuanto entró la llamada.

- Ven rápido. Te envío la dirección. - Sin más que decir colgó la llama y recibí un mensaje.

Estaba la dirección de la casa de Michael, tal vez le habría pasado algo, tomé mis cosas de inmediato y salí para allá.

Al salí de mi casa en camino, me encontré a Paul en su auto, al parecer salía de casa de Jean. Me frené desesperado y bajé del auto impidiendo que su auto siguiera.

- Hey, espera. - Corrí a la ventanilla.

- Hola Tim. - Respondió amable.

- Oye... ¿Está en casa? Estuve buscándola toda la tarde. - Mencioné desesperado.

- Si... Lo que pasa es que... - Parecía que de guardaba algo, pero no quería decirme.

- ¿Qué? - Intenté que terminara.

- Ella sabrá cuando hablar contigo ¿Si? No la presiones, ahora buddy, necesito ir a casa. - Refiriéndose a mi auto, que estorbaba el paso del suyo.

- Si... Claro. - Subí a mi auto y le quité del paso.

No comprendía ¿Por qué ella no quisiera hablar conmigo? ¿A qué se refería con eso? Demonios, más preguntas.

Continué mi camino a casa de Michael y al llegar a ella estaban los autos de todos.

Entré y Richard me recibió.

- ¿Dónde estaban? - Richard me hizo una seña de silencio, se veía muy sospecho.

- ¿Qué pasa? - Pregunté en voz baja.

- Algo malo pasó, ven... Está es su habitación. - Subimos a la habitación de Michael, claramente me sorprendí por lo que veía.

Un chico rotundamente melancólico, ebrio, al parecer drogado también, Michael nunca se drogaba.

Se encontraba tirado en el piso, con una manta cubriendo su cuerpo. Dan se encontraba a su lado, se levantó al verme.

- Tim, que bueno que llegaste. - Señaló a Michael.

- ¿Pero qué pasó? - Seguía con muchas dudas.

- Qué él te explique. - Quitó la mata de su cuerpo. Pude ver que estaba golpeado, terriblemente golpeado, su ojo estaba inflamado y su rostro estaba invadido de moretones.

- ¿Qué demonios? - Me senté a su lado esperando que abriera los ojos.

Cuando lo hizo, comenzó a llorar.

- Lo siento Tim. Lo siento mucho. - Sollozó.

- ¿Qué sucedió? - Intenté que me explicara, más no dejaba de pedirme perdón, y yo no sabía por qué.

- ¿A que te refieres Mike? , yo no tengo nada que perdonar. - Este se sentó y con lágrimas en sus ojos me miró.

- Yo... Te hice eso. - Señaló mis brazos.

Apenas comprendía cuando levanté mis mangas de mi playera. - ¿Qué?

- Yo lo hice, yo te drogué. - Sentía mis ojos llorosos, pero más que eso, sentía un gran nudo en mi estómago, el enojo, la decepción estaban apoderándose de mi.

- No... Tú no podrías. - No quería aceptarlo. ¿Por qué lo haría?

Me levanté rápidamente de su lado y comencé a caminar por la habitación.

- Tú lo sabías ¡Tú fuiste conmigo a rehabilitación! - No pude evitar que la ira no se apoderara de mi.

- Tim, déjame explicarte. - Michael intentó ponerse de pie más sus heridas lo impedían.

- ¿¡Explicar qué?! - Le miré.

- Lo hice por Jean. - Al escuchar su nombre mi respiración se detuvo. - Yo estaba muy seguro que te quería, que sentía algo por ti, desde el accidente, era obvio. Quería alejarla de ti desde ese momento, pero fue imposible, lo único que me quedaba era que te viera así. - Michael agachó la cabeza, y yo estallé en furia.

- Eres un maldito hijo de perra. - Me dirigí a él con intensiones de golpearlo más Dan y Richard me detuvieron.

- ¿¡Que sucede con ustedes?! ¡Suéltenme! - Comencé a llora por la desesperación. - Suéltenme...

- Nosotros nos enteramos esa noche Tim.- Alcé mi mirada a Dan.

- ¿Ustedes sabían esto? - No podía estar más roto. - ¿Richard? - Cambié mi mirada a él.

- Si. - Respondió serio. - Míralo.

Ahí entendí, ellos al enterarse lo habían golpeado de esa forma. Ellos lo habían dejado así.

- Puedes golpearme tú también. - Habló Michael del otro lado de la habitación.

Me tiré en mis rodillas pues al fin había entendido todo. Jean no quería hablarme, pues ella me había visto de esa forma, los flashbacks que tuve si pasaron, ella estaba llorando.

- El saber que tú estabas recuperándote de todo, era imposible no golpearlo. - Richard se agachó hasta llegar a mi. - Vamos a estar contigo en tu recuperación, no dejaremos que esto te haga recaer.

No sabía ni siquiera que quería hacer, no existía ira, todo era un enorme hoyo negro que estaba consumiéndome parte por parte.

Me puse de pie y limpié mis lágrimas. - les brindé una palmada a Richard y Dan.

En cambio a Michael, simplemente le miré, salí de la casa intentando mantenerme de pie, de no quebrantarme, de no pensar que mi mejor amigo de toda la vida me había traicionado de esa forma, que no le importó si tenía una sobre dosis, que no le importé.

Dan me alcanzó antes de entrar a mi auto.
- Tim. - Me giré a verlo. - Estarás bien ¿Cierto? - Pude ver en su rostro la preocupación.

- Claro. - Mentí.

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𝘾𝙖𝙣 𝙄 𝙘𝙖𝙡𝙡 𝙮𝙤𝙪 𝙩𝙤𝙣𝙞𝙜𝙝𝙩 [Timothée Chamalet]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora