𝘾𝙖𝙣 𝙄 𝙘𝙖𝙡𝙡 𝙮𝙤𝙪 𝙩𝙤𝙣𝙞𝙜𝙝𝙩 [Timothée Chamalet]

Golden light

Timothée

Desperté en un cuarto blanco, sentía que no podía abrir mis ojos, mi cabeza iba a explotar.

Miré a mi lado y mi mamá se encontraba en la silla de visitantes. Miré mis brazos, estaban repletos de moretones por la droga que me había inyectado.

Intenté sentarme, pero mi madre se despertó.

- Timothée, hijo, despertaste. - Tomó mi mano y se acercó a mi para darme un beso en mi frente. - ¿Cómo te sientes? ¿Te duele algo? - Preguntó preocupada.

- Estoy bien, me duele un poco la cabeza, eso es todo. - Le miré. ¿Que haces aquí? - Le miré  aún muy confundido.

- Tuviste una sobre dosis, me llamó Dan por la madrugada, diciéndome lo que había pasado. Vinimos aquí lo más pronto que pudimos, Pauline está afuera con tu padre. - Acarició mi mejilla.

- ¿Dan? - No tenía idea de todo lo que había pasado. - ¿Él me trajo aquí? - Buscaba respuestas.

- No no, una chica, creo que su nombre era Jamy. - Me dijo algo dudosa.

- ¿Jamy? - Pregunté sin entender. Después me di cuenta que tal vez se trataba de Jean. - ¿Así se llamaba?

- No recuerdo bien hijo estaba muy alterada por ti. - Continuó acariciando mi mejilla.

Me atreví a preguntarle. - Jean, ¿No era Jean su nombre?

- ¡Si! Exactamente, ese era. - Pude apreciar su gesto de que había recordado todo. - Ella, fue quien te encontró, estabas en un callejón a unas cuadras de la parada, ella llamó al 911 y te trajo aquí.

- ¿Ella? - Aún no podía creer que Jean me salvara la vida, aún no podía creer que ella me hubiese ¿Buscado? ¿Por qué lo habría hecho?

- Hijo tengo que agradecerle, quisiera conocerla, te salvó. También tenemos que hablar de otras cosas pero, serán después. Debes de sentirte muy decaído, dormiste demasiado. - Tomó mi rostro y lo acarició. - Pensamos que entrarías a coma, teníamos mucho miedo.

- ¿Qué? ¿A que te refieres con que dormí demasiado? - Pregunté tomando su mano con la mía.

- Has estado inconsciente por dos semanas. - Sentí como mi corazón se detuvo y no podía respirar bien. Inmediatamente mis signos empezaron a alterarse. Llegando así, las enfermeras a revisar que estaba pasando.

-Hijo tranquilízate, todo va a estar bien. - Dejó mi mano para retirarse y dejar que las enfermeras me colocaran una mascarilla de oxígeno.

No entendía que pasaba, no recuerdo nada bien, sólo recuerdo que los vi. Consumí y no puedo recordar más.

¿Dos semanas? ¿Había estado inconsciente dos semanas?

Jean

Llegué a la universidad con la misma apariencia que había llevado desde que Timothée entró al hospital. Mis ojeras habían alcanzado un nuevo nivel, y ningún corrector de ojeras podía tapar ese desastre.

Mis ojos siempre estaban rojos y vidriosos por que no podía dormir ni un poco en las noches. El ambiente en la universidad era muy tenso, podías ver a las niñas llorando por el fuckboy de la universidad. Encontré unas velas y fotos de él, con flores en un pasillo de mi edificio, las chicas estaban verdaderamente mal. ¿Pero a quién engaño? Yo también lo estaba, y mucho.

Llegué con mis amigos, que también sentían algo de la misma tensión y decadencia que yo. No se molestaban en preguntar como me sentía pues ellos podían ver mi deterioro, entre más días pasaban sin saber que había despertado, más caía yo. Unos días más y le metería un respirador para que le inducieran en coma. Después de eso, sería más difícil que él pudiera despertar.

Todo esto estaba matándome, tenía tantas preguntas, pero había llegado a la conclusión que él no me quería, sólo hizo lo que siempre. Habló con Michael para que fuera conmigo, pues evidentemente no le intereso, después se fue a drogar como siempre, y terminó mal.

Yo pensado en lo opuesto, fue que lo encontré. Pero él ya era así, eso ya lo tenía claro, y por supuesto tenía los ojos más abiertos que nunca. Él no me quería, ni le gustaba, ni siquiera le atraía, esa estúpida "conexión" que sentía "mutua" siempre fue una ilusión que él me hizo sentir como todo fuckboy que es.

- Jean, vamos, hay que entrar. - Paul, me tomo de la espalda para llevarme dentro del salón. Una mano se interpuso en mi muñeca y me tomó.

- Michael, hola. - Él por el contrario no se veía del todo mal

- Hola. - me besó.

Michael era mi novio.