Agua y alcohol (13)

3.4K 346 595
                                    

La cabeza de Jotaro ahora estaba sobria y su fuerza volvía. En otros casos estaría tan furioso que perseguiría a su compañera para darle una paliza, pero sabia que tal vez lo merecía. 

Por suerte nadie miró nada de eso, lo dejó pasar.

Ahora el sentimiento de culpa volvió. Por mas que trataba de ignorarlo, estaba presente. 

Decidió pasar el resto de su receso en el salón, no tenía a donde ir. Abrió una ventana y se posicionó ahí para fumar. La nicotina hacia que su cabeza fuera mas ligera y los problemas se reducieran a cero. 

-Hola Jotaro.- No reconocía esa voz. Con desgano volteó. Era una chica de cabellos castaños, llevaba un vestido que marcaba su figura, era alta y demasiado linda.

-¿Qué?- preguntó, ni siquiera podría disfrutar sus últimos momentos antes de que todos volvieran. 

-Que educado.- rió- Te veo triste, me gustaría ayudarte con eso...- Se acercó peligrosamente a el.

-Si me quieres ayudar, vete.- se alejó con desagrado. La mujer era muy bella pero no podía parar de pensar en Noriaki. 

-Sabes a que me refiero. Soy Anne de segundo semestre, salón B. Ya sabes donde encontrarme si necesitas ayuda~.- luego de ello la chica salio.

En otra situación habría aceptado su invitación, era tentadora y ella muy guapa. Pero ahora mismo al único que quería con el era a su pelirrojo.

_-_-_-_-_-_-_-_-_

-Gracias... de verdad gracias.- cerró sus ojos con fuerza abrazando a su amiga. Ya no quería llorar. 

-De nada... Tenemos que volver, estuviste ausente toda la mañana.- susurró acariciando la suave cabellera de su amigo.

-No lo quiero ver.- se separaron y tomaron asiento en el borde para ver la ciudad- Me siento traicionado.

-Descuida, le di un pequeño merecido.- al decir aquello el pelirrojo la miro con una suave sonrisa en los labios. 

-Me quisiera quedar aquí por siempre...- los suaves rayos de luz acariciaban su piel. Hablaba con melancolía. 

La castaña sabia de sobra que la vida de su amigo siempre había sido muy solitaria. Con sus padres siempre lejos y rodeado de gente incapaz de comprenderlo. 

-Lo siento...- tomó su delicada mano, hecha de porcelana- De verdad lo siento. 

-Tu no tienes la culpa, tu trataste de detenerme. Ya no hay vuelta atrás. Vamos.- Se levantó y ayudó a su acompañante a hacerlo. Ambos chicos bajaron tomados de la mano, recibiendo miradas curiosas como siempre. 

El animo iba bien, hasta que pasando por el aula vió a esa chica demasiado cerca de su... Amigo.

No tenía nada que reclamar, después de todo no eran nada. Aún así eso lo lastimaba profundamente.

-Noriaki... Tal vez lo estás mal interpretando.

-Ella es demasiado hermosa, a-aparte... Yo no le gusto.- habló desanimado.

-Cariño...

-No hay nada más que decir o hablar. Es muy obvio que le importó una reverenda mierda. Ya déjalo.- ahora se sentía con ganas de dormir por una semana completa.

"¿Así de remplazable soy?" Se preguntaba triste.

"Ese imbécil... No lo pudo creer." Era lo único que la castaña podía pensar. Ella sabía que Jotaro se estaba enamorando de Kakyoin, pero no lo iba a admitir tan fácil.

Fuckboy (Jotakak)Where stories live. Discover now