Esperanza rota (4)

4.3K 462 905
                                    

Despertó abruptamente gracias al ruido del despertador. Ya era otro día y debía de alistarse para llegar a la escuela.

Quince minutos después salió de casa, caminando tranquilamente. El viento fresco golpeaba su rostro y sacudía sus cabellos. Era la mejor sensación del mundo.

No muy adelante de el, pudo notar una gran figura la cuál reconoció de inmediato por la peculiar gorra y la gran gabardina negra en una mañana tan alegre.

Con ansia y alegría comenzó a correr para alcanzar a su amigo y poder hablar un rato antes de llegar al instituto.

-¡Jotaro!

El nombrado miró hacia atrás topandose con los orbes amatistas de Noriaki, quien ya estaba casi a su lado.

-Hola.- contestó secamente. Esto incómodo un poco al más chico pero aún así siguió a su lado.

-¿Qué tal ayer?- miró al más alto esperando algún gesto que le diese seguridad o por lo menos dijera que su presencia no le molestaba.

-Como siempre.- su respuesta fue vaga y parecía no poner atención a lo que decía.

-Pa-para mi fue raro.- confesó- Jamás creí que hubiera más usuarios stand aparte de mi y Tessa.

-Mi abuelo tiene uno y mi madre también, aunque no sepa utilizarlo. También el idiota de mi amigo y su pareja...- miró al pelirrojo brindándole más atención.

-Oh... ¿Desde hace cuánto tienen su stand?

-El viejo desde hace unos cinco años, mis amigos tal vez desde que nacieron, mi madre ni idea y yo... Desde hace una semana.

Kakyoin quedó impresionado por aquella revelación, una semana y parecía manejar a la perfección su stand, lo que a él le había tomado casi 6 años. Pero le sorprendía aún más que tuviera amigos con ese carácter, tal vez incluso tenía pareja.

Aquella idea lo desalentó un poco, bajó su mirada al piso analizado aquello y no sería una posibilidad tan descabellada.

-Mierda, vamos por otro lado.- la voz del pelinegro sonó algo alterada y para cuándo el pelirrojo reaccionó uno de los brazos de Kujo estaba sobre sus hombros, jalandolo hacia la izquierda.

-¿Qué pasa? ¿Quién es?- el cambio de actitud del más alto lo estaba alterando.

-Son esas perras escandalosas, no tienen un jodido día de conocerme y ya me quieren seguir a todos lados.- su voz denotaba enojó pero Noriaki creía que tal vez en el fondo se sentía harto e incluso acosado.

-Veo que eres como la miel para las abejas.- Sonrió algo divertido por la reacción de su amigo.

-Son jodidamente molestas, al principio me llegó a agradar pero ahora es de lo peor.- seguía enojado y cuidadosamente tomaron otro camino más libre, pero en la entrada del instituto tendrían que juntarse, así que su alivio no duraría mucho.

-O-oye, ¿Tú tienes pareja?- creía que lo había pensado pero lo dijo. Sus mejillas ardieron y su corazón fue a diez mil por hora.

-No.- contestó secamente.

-Con tantas chicas bonitas tras de ti, me sorprende que no tengas...- se sentía aliviado al saber aquello y sobre todo con esperanza.

-Bueno...- aquello sobresalto a Kakyoin- Si hay alguna que se me haga más linda que las demás, me acercó a ella y la conozco. Pero nunca me he enamorado.

El pelirrojo arqueó una ceja, no entendía muy bien como era aquello- Osea qué...

-Que si está más buena que las demás, trato de conocerla, pero han sido muy pocas las que me han llamado la atención y no son nada interesantes.- explicó con poco tacto- Nunca me he enamorado ni he tenido novia, solo cosas informales.

Fuckboy (Jotakak)Where stories live. Discover now