Solo un momento (10)

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Jotaro había sido sincero en todo, bueno... En casi todo. "No es ningún juego, tu también me gustas." Recordó sus palabras.

Le había mentido a su amigo solo porque le daba morbo tener sexo con otro hombre. No se consideraba bisexual ni mucho menos homosexual. Era Jotaro y punto.

Si un día se le antojaba follar con una mujer y al siguiente con un hombre, lo haría y ya. Pero siempre dejando en claro las cosas y esta vez no lo hizo.

Sabia de sobra que si le decía "solo tengamos sexo" el pelirrojo lo mandaría a volar al instante. "Tal vez si mañana habló con el, lo entienda. Tal vez ni siquiera le gusto y solo esta confundido." Se engañaba con eso.

No le dio importancia, su amigo comprendería eso. Salió de la ducha solo con una toalla en la cintura, llegó a su cuarto y Noriaki ya estaba completamente vestido.

-Gracias por dejar que me tomara un baño, Jojo.- sonrió sacudiendo su uniforme con delicadeza.

A diferencia de todas las personas que el pelinegro conocía, Kakyoin tenía algo especial. No solo en su físico, sino también en su forma de ser.

Le gustaba que fuera amable y cuidadoso, con un toque femenino pero no tanto como para parecer una mujer. Era fuerte, cuidaba su figura y tenía una buena intimidad. No tan grande como la de el, claro esta.

-No hay problema.- contestó a secas.

El chico se sintió algo incómodo, hace unos diez minutos lo estaba cabalgando y ahora volvía a comportarse como siempre: frío y cortante. Estaba a punto de reclamar eso cuando recordó que debía hacer un proyecto con Tessa.

-¡Mierda!- con rapidez comenzó a buscar su maletín, de seguro su amiga ya habría tumbado la puerta a golpes- ¡Debo irme! ¿No haz visto mi...

-Toma.- se lo dio- Estaba abajo de la cama.

"¿Cómo habrá llegado ahí?" Se quedó pensando con esa estúpida pregunta y después lo sostuvo con ambas manos- G-gracias.

-De nada.- sonrió con un cigarrillo entre sus labios, era tierno cuando se ponía nervioso de la nada.

-Bueno... Adiós.- dijo, pero no se movió de donde estaba. Quería darle un beso de despedida pero no sabia si el pelinegro rechazaría su gesto.

-...-Estaba confundido, su amigo aun no se iba a pesar de que ya se había despedido. Rió bajito a causa de eso- No se que esperas pero te ves muy curioso en medio de mi habitación.- Tomó entre sus manos el mechón rojo del contrario y jugueteó con el.

-Solo estaba pensando...- susurró hipnotizado por el toque tan gentil de Kujo.

-¿En qué?...- no recibió respuesta. Kakyoin se acerco lentamente, pegando su frente con la de Jotaro.

-En que eres hermoso.- Besó con gentileza los ásperos labios del pelinegro. Como esperaba, el otro chico no correspondió ese gesto así que con algo de tristeza se separó de el- Ya me voy.

No sabia como sentirse, si feliz, enojado o triste. Dio la media vuelta y trato de salir, pero fue tomado por la cintura y regresado.

Jotaro plantó un beso en los labios del pelirrojo, uno largo y apasionado. El chico tiro su maletín al suelo otra vez y se aferró al cuello del mayor, intensificando esa unión.

Cuando se separaron, ambos jadeaban y Kujo no podía creer que ya tenía otra erección. Aunque no era el único en esa situación.

-Joder...- los dos rieron divertidos- Creí que ya te ibas...- dijo con sarcasmo y picardía.

Fuckboy (Jotakak)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora