Fuckboy (Jotakak)

No yo (11)

Se dirigía al instituto. Esta vez iba solo. Necesitaba pensar, pero sobre todo necesitaba hablar con Jotaro.

En la mañana no sé levantó del mejor ánimo. A veces creía que era muy idiota por sentirse mal de cualquier cosa.

A decir verdad tenía miedo, miedo de que su amiga tuviese razón. Miedo a solo haber sido utilizado y desechado como las demás mujeres con las que el pelinegro se metía.

-Ho-hola Nori...- miró a la dueña de esa voz y parecía que ella también tenía una mala mañana- Solo quiero pedirte perdón por lo que te dije ayer. Y por lo de tu chapa...

-No te preocupes cariño.- sonrió y la abrazó, tratando de reconfortarse en su cuello- Solo que no me gusta la idea de que el me haya mentido.

Tessa correspondió su abrazo- Tu tienes razón, yo no puedo juzgarlo. Tal vez y si le gustas...- se separaron y siguieron caminando.

-Voy a hablar con el, quiero dejar todo claro.- iba determinado y eso le agradaba a la castaña- Espero y no me decepcione...

-Si se pasa de la raya lo dejaré inconsciente en el salón.- Noriaki la miró con miedo cuando escucho su comentario.

-¡N-no! ¡No hagas eso!

-Es bromaaa...- canturreó, pero sabía que era una advertencia y si era capaz de hacerlo.

-Bueno...- Peinó su cabello algo nervioso y después acomodó su uniforme.

Ya habían llegado a la puerta principal de la escuela, la castaña se despidió de su amigo y se fue con una chica.

El siguió derecho, pero fue detenido.

-Jovencito necesito hablar con usted.- era el puto maestro de Aritmética.

-Oh...- lo encaró. Noriaki le sacaba cabeza y media. No sé sentía intimidado por un maestro- ¿Qué necesita?

-Aqui no, sígame.- el maestro claramente si se sentía intimidado.

Fueron a la sala de maestros y ya dentro explicó- Joven, usted últimamente ha estado muy unido a Kujo, ¿No es así?

Tragó saliva- Si, así es.

-Ese chico es mala influencia para usted. Cómo sabrá, el es un malandro; se salta las clases cada que le da la gana y simplemente...- Suspiró- no debería de juntarse con el.

-¿Por qué?- preguntó con cierta molestia- Para usted el es así, pero no lo conoce para nada. Es muy inteligente y de buen corazón.- sonrió a sus adentros, nadie lo conocía de verdad.

-Desde que se junta con Kujo su rendimiento ha bajado e incluso se ha saltado clases.- dijo- Si no quiere que sus padres vengan desde florida a hablar de esto, concentrese en la escuela y alejese de el. Toma el examen, deberás entregármelo antes de salir.- sentenció. El maestro tomó su maletín y se fue de ahí.

La sangre de Kakyoin hervía de enojo "¿Por qué todos piensan así de Jotaro? Ni siquiera saben cómo es. El no es ninguna bestia ni mucho menos un malandro. El es tierno y bello, el es fabuloso y nada cambia eso."

Apretó entre sus manos el mísero trozo de papel y se abstuvo de romperlo ya que era su calificación.

Se retiró de ahí con enojó y al llegar al aula solo se sentó donde siempre a contestar esa prueba ridícula de ese maldito profesor.

-¿Por qué no veniste ayer, niño bonito?- era Sarah, trataba de irritarlo lo cual en ese momento era muy fácil.

-Con todo respeto, no es de tu incumbencia.- ni si quiera se molesto en mirarla.