Epílogo

2K 122 14
                                    

Wesley

Hoy era el día.

Hoy era mi día.

Hoy es nuestro día.

Después de tantos meses de insomnio con la idea de pedirle matrimonio a mi dulce Mia, de pedirle que nuestro amor aunque no vaya a ser eterno, que pueda por lo menos vivir los mejores momentos de nuestras vidas estando juntos, siempre juntos pero ya no sólo como novios.

La ceremonia en la iglesia había transcurrido maravillosamente, todo había salido a la perfección, o eso me comentaba Mia después de que estuvimos solos en el auto que nos llevaba al hotel que habían reservado para realizar el evento.

Tenía una sorpresa preparada para Mia y moría porque ella la viera. Desde que salimos de la iglesia no he dejado de sonreír y recibir felicitaciones y buenos deseos de los amigos más cercanos y familiares. A Mia la acaparaban sus amigos y a mi me llevaban a platicar con otros hombres pero siempre mantenía la mirada puesta en Mia, tengo que admitir que no me arrepiento en haberle pedido ser marido y mujer, verla en ese vestido blanco sobrepasaba todas mis expectativas, se lucía realmente preciosa, hermosa, bellísima, entre otras cosas, además de eso, se veía realmente sexy y de nada más imaginarla en su lencería de luna de miel me hacía perder la cabeza haciéndome olvidar de que estaba rodeado de personas conocidas.

—Discúlpenme un momento, por favor. —me excusé con los hombres aún con la mirada puesta en Mia quien reía animadamente con sus padres.

Tengo la intención de llegar a ella, disculparme con mis suegros y llevarla a algún lugar solo y apartado para estar con ella. No creo que pueda esperar a la luna de miel cuando estamos justamente dentro de un hotel.

Faltaban pocos metros para llegar hasta mi amada cuando alguien me impide dar un paso más, miré a esa persona por sobre mi hombro girando mi cuerpo, y me llevé la sorpresa de ver a mi ex amiga especial en frente de mi.

—Rihanna...

—Hola Wes. —me sonrió con amabilidad.

—¿Qué haces aquí? —de inmediato dirigí mis ojos hacia Mia. —Creí que no vendrías.

Tenía entendido de que hoy tenía un evento importante en París y no podría asistir. La había invitado, por supuesto que tenía el consentimiento de mi esposa aunque no le animaba mucho la idea de tener a Rihanna aquí.

—Por supuesto que tenía que venir Wesley, hoy te casaste, no podía perdermelo por nada en el mundo. —ensancha más su sonrisa sin dejar de observarme con un extraño brillo en los ojos. —Estuve en la ceremonia, y... tengo que admitir que fue un poco duro verte arriba en el altar junto a la mujer que consiguió robar tu corazón siendo unidos para toda la vida... —confesó bajando la mirada pasando un dedo por su pómulo y volver a mirarme con una sonrisa pero con menos fuerza.

—Rihanna... —ella levanta su mano para callar mis palabras.

—No te preocupes. —suspiró enderezando su espalda, mostrándose segura de sí misma y, sobre todo elegante como toda una dama. —Estoy muy feliz por ti, de verdad espero que todo salga bien en el futuro. —sentenció y puedo sentir la honestidad en sus palabras.

—Así será Rihanna, no te preocupes por ello. —le guiño el ojo con picardía mostrando seguridad por las cosas que nos depara el futuro a Mia y a mi.

Pasión Espontánea© +18.[《COMPLETA》]✔Where stories live. Discover now