Pasión Espontánea© +18.[《COMPLETA》]✔

Despedida de soltera.

—Vamos, vas a ver que te divertirás, por favor —suplicó Brianna del otro lado de la línea, rodé los ojos.

—Ya te dije que no. —dije, monótona —No conozco a nadie de ese grupito, a ti fue quien invitó, no a mí. 

—¡Ash! —bufó —Deja de ser tan aguafiestas Mia.

Enciendo el televisor y pongo el canal de MTV, la canción move your body de Sia está sonando en la tele, me pongo de pie y comienzo a bailar como una loca desenfrenada y doy saltos en mi sofá. Bri comienza a maldecir y gritar por el celular, le subí el volumen al televisor y seguí dando saltos como una niña pequeña en el sofá.

—¡Mia, escuchame! —grita en mi oído, alejé el celular de mí, riendo. —¡Bajale el volumen a esa cosa, maldita sea!

Comencé a reír más fuerte, eso le cabreaba a Brianna.

—Te acompañaré, mona.

Brianna agradecía por el celular, imaginé que estará dando brinquitos por mí, nos despedimos quedando de acuerdo a que hora pasaría por mí y me fui a dar una ducha, después del baño me dediqué en poner de cabeza todo mi armario. La despedida de soltera es de una compañera de trabajo de mi mejor amiga, y ella quiere que la acompañe para poder conocer a más personas.

La salida sería en la noche, así que Brianna pasará por mí a las ocho y media, tengo tiempo. Revisé mi celular un par de veces chequeando mis redes sociales y luego me fui a dormir un rato con mis auriculares puestos escuchando un poco de BTS.

* * *

El sonido proveniente de la puerta de mi departamento me despertó, no conseguía moverme ni formular alguna palabra. Obtuve fuerzas de muy en el fondo de mi cuerpo y me senté en el orillo de la cama. Besé el helado piso con mis pies desnudos y me apresuré en salir de mi alcoba para abrir la puerta, lo más seguro es que era Brianna y yo ni siquiera estoy lista. Me fijé en la hora en mi reloj de pared que se halla en la cocina y falta una hora para que pase por mí, que extraño.

Giré la manilla de la puerta y lo primero que vi fue sus oscuros y brillantes ojos, fui bajando la mirada de su rostro arrasador de hormonas hasta su abdomen muy bien trabajado y definido. Llevaba su camisa completamente desabotonada, la correa abierta en su cintura, su cabello apuntando a todas direcciones y el aroma a alcohol habitaba su cuerpo teniendo de compañero a su perfume caro que entraba arrasando con mi cordura por mis fosas nasales.

Abrí mi boca para articular alguna cosa, alguna palabra, alguna excusa para cerrar la puerta en su cara; pero era imposible, se me era imposible hacerle eso y en el estado que estaba.

—No me mires así...—ordena con voz distante y fría.

Me crucé de brazos activando mis barreras y defensas ante él, nunca se sabía con ese hombre, era un maldito genio de la seducción y convencimiento; y eso tenía que acabarlo, ahora.

—¿Así cómo? —dije imponiendo autoridad en la situación tan bochornosa.

—Con... lástima —declara.

Wesley humedece sus labios pálidos y delgados, baja la mirada a mis pies descalzos y con mucha cautela la va subiendo por mis piernas hasta mi abdomen; un poco descubierto por mi camiseta pequeña. Dejé caer mis brazos a mis costados mirándolo con seriedad en mi rostro y apretando la mandíbula para intimidarlo y que dejase de hacer eso.