Pasión Espontánea© +18.[《COMPLETA》]✔

De nuevo en tu cama.

Wesley no despegaba sus labios de los míos, caminamos a tropezones hasta su departamento repartiendo besos por todo nuestro cuerpo.

-Abre, abre. -jadeé abriendo mi boca para besarlo mejor.

Wes abre la puerta con apuro, me introduce guiando mis pies con los suyos, enredaba mis dedos en sus cabellos, levemente los jalaba provocando gruñidos de su parte, sentía su coña dura a la altura de mi sexo, me sentía tan caliente que en algún momento podría venirme sin tenerlo dentro de mí.

Las desesperadas manos de Wes me quitan el vestido con un solo movimiento, hago lo mismo con su camisa, me siento en la orilla de la cama para comenzar un curso de besos en su abdomen trabajado. Lamía con ganas cada parte de su estómago plano, devoraba cada parte de él con mi boca, lo mordía en algunas ocasiones, Wesley mantenía sus manos en mi cabeza, miraba desde arriba todo lo que yo le hacía.

Desabroché su cinturón, seguido de su pantalón. Deslizo mis ojos desde su miembro sobresaliente en su bóxer hasta su rostro.

-¿Quieres que...? -susurro seductoramente.

Wesley deslumbra a mi pregunta, baja sus bóxer quitándose por completo los pantalones y ropa interior, quedando por completo desnudo delante de mí, trago duro al verlo así.

Me siento incómoda al ver que él está desnudo y yo no. Vuelvo a tragar duro.

-Ven aquí -me toma de la mano para ponerme de pie. -. Tenemos que estar iguales. -sonríe de lado egocéntricamente.

Pongo los ojos en blanco por el comentario, él se ríe por lo bajo, busca mi rostro con sus manos, me da un beso en la comisura de mis labios pasando su mano por mi trasero, lo aprieta con fuerza varias veces y me suelta.

-Mia, te quiero... -acaricia mi piel con sus labios.

-Yo también te quiero... -suspiré viéndolo a los ojos.

Nos quedamos sumidos en nuestras miradas por un largo tiempo. Siento su tacto en mi espalda baja, sube su mano por toda mi columna hasta parar en mi nuca, lo beso despacio, saboreando sus labios, su lengua, su boca. Inclino mi cabeza a un lado para encajar mejor nuestras bocas, él hace movimientos contrarios a los míos transcurriendo el beso. Masajeo un poco su miembro de arriba a bajo. Nuestros pechos se sienten como uno solo, su respiración, su aliento se combina con el mío, nuestros latidos se juntan, al igual que nuestros corazones.

En verdad, siento que me estoy enamorando de él.

Wesley se hinca ante mí y lo sigo con la mirada, baja con lentitud mis bragas, las termina de deslizar y me ayuda a levantar mis pies para sacarlas. Se reincorpora y vuelve a unir nuestros labios, se sentía tan bien volver estar entre sus manos, entre sus brazos, tenerlo tan cerca de mí...

-Me debilitas. -esbozo una sonrisa al escucharlo decir eso.

Acuno su rostro en mis manos obligándolo a mirarme, sus ojitos brillaban con lujuria, deseo y cariño. Podría hasta llegar a decir que vi un rastro de amor en su mirar.

-Quiero... que me hagas tuya... esta noche... -le doy un casto beso en los labios.

Acaricia mi mejilla, aparta un poco mi cabello a un lado y se acerca lo suficiente a mi rostro.

-Para mí será todo un placer, hacerlo todas las noches que quieras. -acepta.

Cierro los ojos completamente hasta sentir los labios de Wes sobre los míos lentamente.

Otra vez en sus brazos volví a sentir lo que era ser deseada y añorada.

* * *

Volvíamos de su casa, Wesley se ofreció a llevarme a la mía con la excusa de que era muy tarde para irme sola y en un taxi. Ambos sabíamos el por qué era que yo no quería pasar la noche en la suya, era obvio que apenas estábamos arreglando las cosas; las cuales en parte mi hermano agrandó.

-Te lo agradezco. -dije al bajarme del auto después de que Wes me abriera la puerta.

-No es molestia.

-¿Quieres tomar algo?

-¿Quieres que me quede? -sonríe.

-Ahm... no, es que... está mi hermano. -finalicé, desviando la mirada de sus ojos poderosos.

-Entiendo -asiente levemente. -. Entonces, ¿por qué quieres que pase a tomar algo? -vuelve a sonreír.

-Sólo es por cortesía -volteo los ojos. -. No te emociones, Snow.

Me toma de la cintura pegándome más a él.

-Me gustó mucho lo de esta noche. -comentó mirándome a los ojos.

-A mi también -cuelgo mis brazos sobre su cuello. -. Fue de mi agrado volver a estar de nuevo en tu cama. -siento mis mejillas arder de la vergüenza y emoción.

Wes me toma de la barbilla para encararlo, al tenerme de frente y tan cerca se dedica a rozar su nariz con la mía con delicadeza y demasiada ternura, sonrío como tonta y él me ve.

-¿Qué?¿es muy cursi? -pregunta incrédulo.

Reí ante lo dicho.

-No, para nada. Es sólo que me parece muy extraño que, un tipo como tú -lo miro de arriba a bajo. -, haga esas cosas de novio enamorado. -ironicé.

-Cariño... las apariencias engañan. -me guiña un ojo.