Pasión Espontánea© +18.[《COMPLETA》]✔

Maravillosa noche.

Despierto un poco desorientada, agobiada por la luz que da a mi cara, froto mis ojos con mis dedos índice y pulgar tratando de quitarme las perezas de mis ojos.

Levanto un poco mi cuerpo mirando a mis costados, estaba sola, no se encontraba Wesley, y eso me preocupaba un poco. No mucho ya que es un niño grande y puede cuidarse solo pero ¿dejarme sola en su casa? ¿en serio? Por Dios.

Me pongo de pie en menos de unos segundos sin dificultad alguna, caminé a la cocina para preparar algo de comer, muero de hambre, y sí que dormí bastante.

Revisé su refrigerador y casi no había nada, debería de hacer unas compras, sólo tenía lechuga, una papa, queso y fideos. Con eso nadie sobrevive, tomé todo lo que había y lo puse encima del mesón, comencé lavando la lechuga; muy bien lavada, monté a calentar una olla con suficiente agua para los fideos mientras rayaba el queso, pele la papa y frité los finos trozos.

Con todo listo lavé los trastes sucios y me senté en medio de la cama en forma de indio, en mi teléfono coloqué Netflix y me dediqué a ver la serie de Riverdale; en silencio y tranquilidad.

Luego de media hora, la puerta se abre con suavidad dejando ver a la vista a un apuesto y soberbio Wesley; lleva puesto una camiseta azul simple con un jeans azul de un tono más claro que la camiseta, zapatos color marrón claro y un suéter de lana gris para el otoño.

—Veo que estás cómoda —se acerca a la mesa de noche y tira sus llaves en ella. —¿Cómo estás?¿dormiste bien? —inclina su cabeza para depositar un corto beso en las comisuras de mis labios, sonreí de agradecimiento.

—Dormí bien... —empecé a decir, Wes me pide que me haga a un lado y se acuesta junto a mi enrollando su brazo en mi cintura. —¿A dónde fuiste?

—¿Eso importa? —el tono serio de su voz me saca de mi zona de confort.

Me cruzo de brazos esquivando su mirada, Wesley me toma de la barbilla obligándome a mirarlo a la cara.

—¿Ahora que tienes? —su mirada penetrante me atraviesa por dentro como queriendo ver lo que tengo tatuado en mi mente.

-No...me...veas...así -tragué en seco, y me aclaré la garganta para poder continuar. -Me dejaste sola... -soné patética, soy patética.

Wes ríe entre dientes mordiendo su labio inferior sensualmente, lamí un poco mi labio inferior entreabriendo un poco mi boca. Wesley desvía su mirada de mis ojos a mi boca, lentamente abre su boca tomando cercanía hacía mí.

-¿Qué has hecho conmigo, Wes? -digo en voz baja, paseé mis ojos de sus labios a sus ojos profundos y oscuros continuamente.

Wesley dispara su comisura del labio a un lado dejando ver una sonrisa de lado, sencilla pero vacía. Me remuevo en la cama sintiéndome incómoda. Un sabor amargo resbala por mi garganta, el cuerpo de Wes se tensa y se sienta en la orilla de la cama mirando el suelo. Levanta la cabeza y la gira para verme.

-Sabes... No sé lo que tú me has hecho a mi, Mia. -espetó, su mandíbula se contrae, su manzana de Adan se mueve de arriba a abajo seguidas veces.

-No entiendo a lo que te refieres...

Lleva un mechón de mi cabello atrás de mi oreja, su mano pasea por mi cabello hasta quedarse en mi mejilla. Lo miro a los ojos como intentando descubrir algo más en él.

-Mejor, cambiemos de tema... ¿quieres salir? -cambia de tema radicalmente.

-¿Salir a dónde? -me hinqué encima de la cama cerca de su cuerpo, le dediqué una mirada dándole mi total y absoluta atención.