Pasión Espontánea© +18.[《COMPLETA》]✔

Amanecer.

La noche fue corta pero la madrugada larga. Eso es de lo único que me acuerdo luego de la resaca.

Desperté en el sofá del departamento de Andru y Brianna después de ver el amanecer los tres; ya que Andru se nos pegó con la excusa de que andaba aburrido.

Hice el desayuno con Andru mientras Brianna tomaba un baño y luego de tener mi estómago contento me despedí de ellos. Ahora me encontraba caminando hasta mi casa, las calles estaban un poco solas, ni me extraña tanto, esta ciudad siempre a estado un poco abandonada. Pero eso no quita que no tenga unos muy buenos lugares para ir a divertirse.

Llevo mi cabeza hacia atrás deteniéndome a mirar el cielo, se ve bonito, solamente se ve sencillo decorado por unas pocas nubes con formas de no sé qué y el color azul claro expandido en millones de lugares del mundo. Decidida pero con la flojera apoderándose de mis pies cansados entré al edificio y di unos cuantos pasos flojos hasta el ascensor.

Ay Dios, lo que daría por un cargador de Mias. Que cargue a todas las Mias del mundo pero que me prefiera a mi.

Suelto un suspiro pesado y abro la puerta de mi departamento, de nuevo, la nostalgia, melancolía, y soledad. Eso es lo que trae mi departamento adentro.

Sin más rodeos caminé hasta mi cuarto y me duché otra vez, ya que en la casa de Andru y Brianna me duché pero ¿qué más podría hacer?. Ya bañadita, vestidita me preparé algo de comer más un tazón de galletas con Nutella y palomitas de maíz, es una rara combinación pero tengo apetito de algo nuevo. Pongo a producir una película casera que había comprado hace unos días pero no tuve la oportunidad de verla.

A la mitad de la película aún seguía comiendo las palomitas con el tazón en mis rodillas y mis pies sobre el descansa brazo del sofá y un cojín muy grande sobre mi espalda. Mi teléfono suena varias veces y lo tomo dejando caer algunas palomitas al suelo y soltando maldiciones al aire. Te odio inercia.

—Aló —musito al contestar.

—¿Hija? —habla mi mamá del otro lado de la línea

—Sip, ¿qué pasó mamá? —recojo lo que tiré.

—Mi niña, te llamo para invitarte a cenar, es que a Robert lo ascendieron en el trabajo y pues me pareció buena idea celebrarlo. Nosotros juntos.

Mordí mi labio un poco fuerte para no responderle con algo feo. Robert es un tipo que mantiene una relación amorosa con mi mamá, la cual dejó a mi papá por él y tengo que destacar que Robert es un hombre mucho menor que mamá, creo que como cinco años menos, no lo sé. La verdad es que no me relaciono con él en lo absoluto, sólo convivo con ellos en Navidad o en el cumpleaños de mamá pero hasta ahí, y pues de mis hermanos y yo, yo soy la única que aún mantiene una relación estable con mamá aún después de eso.

La amo, es mi madre ¿qué puedo hacer?.

—Mamá... No sé si sería buena idea, es que... —mi mente sólo necesitaba idear alguna mentira que pudiera evadir esa invitación. Y mi mamá digamos que no se come un cuento así porque sí.  Es lo encantador en ella. No le puedes mentir.

—¿Tienes algo planeado?

—No...

—Bien, entonces nos vemos a las ocho, te amo bye —se apresuró en decir antes de colgar.

Tiré el celular a mi lado con el ego por el piso y me dejé caer. Esta noche sería una noche muy larga. Lo presiento.

* * *

Para ir a casa de mi madre decidí en tomar el metro, me quedaba a unas cuadras de donde yo vivo asi que no es lejos. El metro como siempre se mantenía lleno y en constante movimiento, nunca había silencio excepto en la noche cuando era muy tarde.