Capitulo IV

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Capitulo IV

Ser sirviente de una manada de Alfas no era fácil. El mayordomo hizo entrar al pequeño "Omega" y le hizo esperar al pie de las escaleras. Estando a pocos metros del salón, la algarabía que había se detiene de golpe junto con un sonido estruendoso y un gruñido profundo.

El mayordomo toma aire y abre la puerta asomándose. La escena que presencio era inaudita y tuvo que usar su autocontrol para no echarse a reír. La gran matriarca Hathor gruñía ferozmente acorralando en un rincón a cuatro a Alfas adultos que la observaban en pánico.

Atem, Seto, Odion y Akefia estaban acorralados contra un rincón pegados unos a los otros con grandes chichones en la cabeza de cada uno resultado de que Hathor se haya quitado uno de sus tacones y lo usará como una suerte de arma para dar zapes a lo bestia.

"¡PERROS SARNOSOS!" Gruñe la mujer con fuerza, "la otra voz" de Hathor era tan potente que causaba que hasta el propio líder temblara en su sitio. "No puedo creer que tenga que caerles a coñazos para que entiendan que deben comportarse." Vuelve alzar su tacón y los lobos chillan de miedo. "¡No quiero que la pareja de mi sobrino piense que nuestra manada esta conformada por una cuerda de locos, así que… !" Los furiosos ojos escarlatas de Hathor se tornan vacíos, con la pupila desvanecida. "O se comportan." Espeta amenazante mostrando sus fauces. "O LOS HAGO COMPORTARSE, ¿ME HAN ENTENDIDO?"

"SI SEÑORA."

"SI AMA HATHOR."

"SI MAMI."

"SI TÍA."

Mokuba estaba riendo con fuerza en compañía de Mana, ciegos de risa por todo el asunto. Aknamkanon estaba con Mahad ambos murmurando cosas en árabe egipcio negando con sus cabezas decepcionados diciendo, si es que se me permite traducir libremente, "Les dije que no podían ser mas pendejos y se lo tomaron a reto."

Ishizu estaba apenada ante el comportamiento de su hermano mayor tapando su rostro por la pena mientras Marik tomaba fotos y videos para tener registro de todo el asunto para la posteridad.

Yugi estaba escuchando todo desde abajo y eso no ayudaba a sus nervios, había escuchado que la matriarca de la manada era una mujer de temer pero no se imaginaba que tanto. Trago en seco y espero nervioso en su sitio.

Nuestro pobre mayordomo da un par de pasos dentro del salón y se aclara la garganta.

"Disculpen."

"¿Que ocurre Karim?" Hathor le ve por sobre el hombro, colocándose de vuelta su tacón y acomodando su vestido.

"Amo Seth su esposo esta aquí."

"V-voy." El castaño se apresura a la puerta pasando por un lado de su tía con la cabeza gacha. Justo al cerrar la puerta tras suyo escucho ruidos de pasos rápidos, todos en la manada se estaba acomodando para simular que estaban cuerdos. Al salir se topa con Yugi al pie de las escaleras observando desde abajo con obvios nervios. "… ¿Escuchaste todo no?"

"Oh no, no, no… " Niega con su cabeza pero lentamente asiente. "Si, cada palabra."

"Lo lamento tanto." Estaba terriblemente apenado, se acerca a Yugi y extiende su mano. "Debes pensar que somos unos idiotas."

"Pienso que Hathor-san me va a devorar de un mordisco." Le admite, toma su mano tímido y se pone a su par. El mayordomo estaba contra la pared, ojos cerrados pero escuchando todo, Seto suspira con una leve sonrisa.

"Mi tía puede ser intimidante, pero solo con gente que la saca de sus cabales." Aprieta su mano y se dedica a ver a Yugi de pies a cabeza. "Interesante atuendo has escogido."

Casualmente comprometidos (OMEGAVERSE)Where stories live. Discover now