✨otra wea que se me ocurrió mientras me bañaba jaja✨

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-Su llave, señorita.

-Gracias, buen hombre. -Agradezco y me encamino al ascensor.-

Escucho como a Tanjirou le dan su llave tambien y corre hacia mi.

-¿Y bien?

-Justo al lado del suyo. -Sonreimos.-

Realmente no me molesta en general el hecho de que el edificio haya sido especialmente para hombres, en realidad me gustó más porque las mujeres llegan a ser demasiado molestas en particular, no generalizo.
Igual mi suerte siempre está en encontrar viejas celosas con poco cerebro que buscan hacerme pleito por cualquier pequeño factor. En fin.

Por lo que llevaba de trayecto noté a Tanjirou algo nervioso.

-¿Qué te pasa? -Le digo.-

-¿Y si empiezan a hablar mal de usted? ¿Su imagen no se arruinará?

-Todo mi trabajo es tan relevante que creo que pequeños factores como estos no arruinarán mi carrera. Tranquilo, nada te afectará a ti.

-¡Pero no es por mi! Me da cosa que el consejo de la UT no la seleccione por falsos rumores.

-¿Qué pasó con tu actitud positiva? -Él se calma y respira.- Eso es, así me gusta. Debes pensar positivo como siempre haces, no dejarte llevar por corrientes mundanas que hacen que cualquiera deje lo que hace y quiere hacer. -Le acarició el pelo.-

Las puertas del ascensor se abren y un chico de pelo blanco pasaba frente con unas cajas. Se me quedó viendo muy fijamente y lo ignoré pasando por su lado con el Borgoña detrás.

Muy a lo lejos escuché susurros masculinos. Unos en particular que me dejaron una sensación terrible en la boca.

"oh demonios, una prostituta"

Un comentario, como dije, no me arruinará el día. Estudié, trabajé, me esforcé tanto para estar donde estoy. No me dejaré llevar por falsos testimonios y sucios rumores que intenten arruinar mi autoestima.

Cómo sea.

El pasillo se extendía con bastantes puertas de departamentos, lo conocido del lugar es que tienen un muy buen espacio incluso para cuatro personas en cada lugar.
Las llaves en mi mano resonaban como un silbido de mi boca, definitivamente demostraba entusiasmo y claramente el Kamado se me unió.

-¿Está emocionada, verdad?

-En lo absoluto. Probablemente cuando me logre graduar de mi doctorado nos iremos directo a hacer cupo en la NASA.

-¿¡LA NASA!?

-Bueno, bueno. Claro que si encuentras una bonita novia en el transcurso yo te dejaré la decisión de quedarte con un buen trabajo obviamente. Seguramente te cera mi puesto en la empresa. -Lo mira por unos instantes, él igual.-

-Yo... No quiero dejar mi puesto como su asistente, ___. Yo estoy dispuesto a seguirla, y ver la luna si es posible a su lado.

Sonrío con calidez.

-Entonces ya está. Tendrás un futuro grandioso por delante.

Dicho esto llegamos a nuestros respectivos departamentos y en un pequeño despido nos metemos.

Ah, tan grande como me dijeron. Mis cosas ya estaban ordenadas, las cajas apiladas en un lugar para no estorbar, y por supuesto, lo que más me importaba es mi oficina de trabajo.
Al entrar a ella lo primero que huelo es el exquisito aroma de los materiales, la electrónica y papeles; libros, carpetas y cuadernos.

Todos con mis apuntes, teorías, conclusiones, tareas también por supuesto.

Algo que noté fue que como es algo grande la oficina, hay una puerta demás que sin duda la abro y me encuentro con otro cuarto también acomodado. Lo observé un poco más y noté algo en particular; una mochila.

Kimetsu No Yaiba [Escenarios/OS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora