☀️ Discriminación🌙

7.1K 425 347
                                    

AU: Académica Kimetsu (si las letras están en cursiva, es porque hablan en español)

Oh bien, otro día más, solo que no en mi país natal como es de costumbre.
Mi padre consiguió trabajo aquí en Japón(uno muy bueno), y ahora nos hemos mudado hasta acá.

¡Claro que estoy emocionada!

Pero tengo algo de miedo porque últimamente la discriminación está algo fuerte. Quiero decir, nunca se ha visto un caso aquí en Asia pero tengo un mal presentimiento.

Los trámites de mi escuela ya fueron hechos y en estos momentos mi padre ya están conduciendo para llevarme.

-Todos saldrá bien, no estés nerviosa. -Me lanza una mirada tranquilizadora.-

Qué no sirve de mucho igual.

-Lo sé, lo sé. Es solo que siento que no voy a encajar. Mi japonés no es tan fluido y con esto de que no muchas personas aceptan a los hispanos... No sé, me da miedo.

-Tu tranquila, confía en que todo saldrá bien, ¿Okay? -Y llegamos a mi destino.- Ten un buen día, hija.

-Gracias, padre. -Le respondo en japonés y salgo del auto.-

Demonios, es enorme el instituto. Hay muchas personas al rededor y ya tengo miedo enserio. Con pasos temblorosos, me adentro a la escuela pasando por los pasillos. Las miradas no se hacen esperar, ¿Se nota mucho que soy extranjera?

...

Lo primero que me tocó hoy fue educación física. Me tardé un poco en cambiarme porque en mi anterior escuela ya nos dejaban entrar con el uniforme desde la mañana.

Por ese retraso el maestro me regañó, pero no le presté tanta atención porque si que está guapo.

Uy, maestro Tomioka. Ah digo, Tomioka Sensei.

Luego me tocó ciencias, historia, puros maestros guapísimos, enserio.
Ya al final el receso tan esperado por todos quizá.

Me comentó el sexy Tomioka Sensei que cuando sea tutoría deberé presentarme así que por el momento podría intentar hacer alguna amistad.

En fin, no pude. De alguna manera todos me evitan y creo saber por qué. Ahg, sabía que algo así pasaría, al menos puedo admirar a los senseis y guardarme el secreto debido a que Japón es muy discreto en esas cosas.

Saco mi lonche y salgo del salón siendo la última. Al caminar por los pasillos ya casi por llegar a las puertas de la cafetería, tropiezo con algo y caigo estruendosamente al piso, no solo tirando mi comida por doquier, sino que también lastimando mi brazo. En realidad creo que se rompió porque lo puse de apoyo.

Diablos.

-¿Se te movió el piso, negra? -Escucho una burla de chica.-

-Se le movió San Andrés.

¿No se les ocurren mejores burlas que esas? Ni siquiera saben de dónde soy y ya andan sacando que de estados unidos.

Como sea, intento levantarme pero un pie se posa en mi espalda impidiéndome hacerlo. Opto por quedarme así escuchando más.

-Regresate a tu país, porque aquí tu vida será peor de lo que esperas.

-Como si tú me fueras a pagar el Uber.

-¡Ew! Habla español. -Siento que su pie se retira de mi espalda para tallar lo bruscamente contra el suelo.- Ya me manché de indio.

Mi brazo está comenzando a doler más de lo que ya. Vuelvo a intentar levantarme y en eso, levantan mi falda.

-¡Usa short debajo de la falda! Esto te costará una buena sanción, india. ¿No te dijeron que está prohibido llevar short debajo?

-Uh, si. Ahora ya lárgate de aquí que me estorbas. El piso me está brindando un cálido abrazo y tú con tus amigas hacen mal tercio. -Escucho indignación de su parte y luego risas.-

-¡Tu, una india! ¿Me dice que hacer? ¡Por favor!

-¡Ponte mejor a besar el piso!

Repentinamente recibo una fuerte pisada en mi cabeza haciéndome literalmente besar el piso. Unas cuantas punzadas se aparecen en mi brazo y suelto un quejido con la boca cerrada.

No tragaré de la tierra que 'estas' pisaron.

-Señoritas, ¿Qué ocurre? -Una voz masculina resuena en los pasillos.-

-¡Ah, Tsugikuni sensei! -Chilla una de las castrostas.- Es que se cayó...

Qué conveniente porque aún no quitan su pata de encima.

¡Demonio, como duele esto!

Mis lágrimas salen por el horrible dolor así que agacho la mirada y me es imposible hablar.

-No lo creo, señorita Park.

Aquel maestro llamó a otro y este se las llevó a dirección.
Me sentí un poco aliviada por eso, pero ahora siento que me tendrán más odio. Bueno, es mejor que quedarme callada o no recibir ayuda.

-Señorita, ¿Puede levantarse? -Aquel profe se agacha y me habla tocando mi espalda con cuidado.-

-No... -Susurro.- Creo que... Me rompí el brazo.

No dice más y con delicadeza me voltea.

¡Oh Dios mío santo! ¡Él es tan precioso! ¡Su cara parece tallada por los mismo angeles!

¡Es un papucho!

No puedo evitar admirarlo viendo brillos a su al rededor. Me dedica una mirada preocupada y mi corazón se derrite como huelo debajo del sol a las 12 del día.

La primavera se queda corta al lado de este bombón sexy que me dan ganas de comerlo en una fogata en campamento.

¿Qué demonios acabo de decir?

Este hombre me volvió loca en segundos.

No me di cuenta siquiera cuando ya me estaba llevando a enfermería estando yo en sus varoniles brazos.

Si, estoy en el cielo ya.

...

La enfermera me atendió muy bien, incluso llamaron a un doctor y todo, ahora pues mi brazo ya tiene yeso.

Sorprendentemente el profesor se quedó conmigo todo el tiempo. Su mirada nunca se apartó de mi, se notó preocupado hasta ahora que el doctor se fue y la enfermera me dejó en reposo.

Claro, llamaron a mis padres.

Y vendrán por mi en una media hora.

-Lamento que hayas pasado eso en tu primer día. -Se acerca a mi el profesor.- Soy tu tutor, mi nombre es Tsugikuni Yoriichi. -Sonríe de lado.-

Me sonrojo. Si amigas, no puedo evitarlo estando frente a un daddy de este calibre. Y que hermoso nombre tiene por cierto.

-¡Ah! Un gusto, sensei. Yo soy ___ ____. -Digo mi nombre completo un poco sorprendida.- Muchas gracias por quedarse conmigo este rato, a lo mejor y tuvo cosas que hacer.

-Me preocupan mis alumnos. -Pone su mano en mi hombro.- Y más los que me interesan.

Lo miro a los ojos sonrojada y este me sonríe tiernamente.

-Tsugikuni sensei... -Susurro al tenerlo muy cerca.-

-Espero que nos llevemos muy bien, señorita ___.

...

Kimetsu No Yaiba [Escenarios/OS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora