♕ 21: Familia. ♕

Start from the beginning
                                    

La única reina sería ella.

Miró hacia el pueblo del norte mientras, lentamente, llevaba la corona ante su cabeza y la depositaba entre sus rizos rubios con una sensación de victoria. Perrie Edwards sería la única reina...

(...)

Esa noche, después de la deliciosa cena que el personal de la fortaleza había preparado para Perrie, Akrahm y sus caballeros de confianza, la bruja se retiró por la noche. Estaba en la alcoba más grande del castillo y se mantenía recorriendo centímetro a centímetro la habitación que antes solía pertencerle a Isabella Tomlinson.

Pasaba con delicadeza la yema de sus dedos sobre el lomo de los libros en las estanterías; revisaba las anotaciones en los pergaminos esparcidos sobre el escritorio y examinaba cada hermoso collar en el joyero de la antigua reina. Parecía bastante entretenida en pasar el tiempo, imaginar cómo era la vida de los Tomlinson en su castillo lleno de lujos y riquezas interminables mientras las risas de un par de niños resonaba a su derecha.

Los niños de cabello blanco correteaban por la habitación, fingían tener largas y afiladas espadas en sus manos, huyendo del otro en su propio mundo de imaginación. Perrie los admiraba de cuando en cuando, reteniendo su vista dorada entre uno de los niños.

Jaekhar era mucho más fuerte, mucho más valiente. Miraba con atención a la bruja, como si no reconociera todo el poder que mantenía, como si el haberse lejos de su hogar con la compañía de una mujer que no conocía, fuera lo mas normal del mundo. Aún así, Perrie podría decir que ese niño sería un guerrero implacable cuando creciera, un rayo de poder destellaba entre su mirada bicolor..., y luego, Daerys..., él era tan frío como norte cuando la miraba. Pero aún así, siempre terminaba apartando la mirada.

Perrie reconocía el innegable parecido entre sus padres. Jaekhar era una copia al carbón de Kargem, con todos esos rizos y su complexión alta. Daerys era tan suave y delicado como el príncipe Louis, además de que tenían la misma mirada azul.

Los niños eran... increíblemente educados, incluso con ella. Una completa extraña, alguien que los había hurtado de su hogar; se dirigían a ella como "Mi Lady" y completaban todas sus peticiones con "por favor". Siempre estaban revoloteando al rededor cuando ella los dejaba despiertos a su lado. Riendo, bromeando, correteando..., llenos de vida. Y no importaba que sucediera, el mayor siempre protegía al menor. Le daba la mano al caminar, lo cargaba para acercarlo a lo que no podía alcanzar y se disculpaba cuando lo hacia llorar si era muy brusco en sus juegos.

Perrie estaba un tanto maravillada con ellos.

Le recordaba a cuando ella era solo una niña y tuvo que cuidar de su hermano desde entonces, cuando su madre murió y ya no hubo un hogar para ellos...

Apartó la mirada y alejó los recuerdos lo más lejos que pudo; pensar en su madre y en lo mucho que odiaba la mención de su muerte..., no era un tema del que quisiera pensar ese día, ni nunca. La rápida cuestión de qué le habrían hecho a Christopher en el sur, atravesó su mente, pero se obligó a descartar la idea de inmediato.

Estaba hurgando entre más joyas y anillos, cuando escuchó el golpe.

Fuerte y hueco contra el suelo, como cuando un montón de libros se caen contra los pisos de madera. También se percató de que las risas se habían detenido y segundos más tarde, era Daerys el que gritaba el nombre de su hermano, lloriqueando de repente, angustiado.

Perrie se giró con premura y se topó con Jaekhar en el suelo, abrazándose la rodilla derecha y formando una mueca de dolor ante su hermano. La bruja se acercó ante los niños.

Drakhae [l.s]Where stories live. Discover now