La leyenda dice que una noche, antes de que todo existiera, a excepción de los astros, en la Tierra cayó una gota de Luna creado un poder inimaginable. Cuando los humanos existieron la Luna escogió a una mujer para que fuera la guardiana de ese pod...
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— ¿Mituski? —Deku miró al rey y después al rubio que parecía en shock.
—Rey Masaru, él es Katsuki Bakugou... — el hombre miró hacia el chico, entonces lo reconoció inmediatamente. —¿Es su hijo no es así? —la habitación quedó en silencio, los tres dragones miraron a su rey buscando una respuesta, ni siquiera Shima que era la mano derecha del hombre sabía la existencia de un hijo.
—Así es... — respondió con calma, Bakugou reaccionó ante eso, no sabía que pensar... su padre, su verdadero padre se encontraba ahí, sentía una sensación de alivio al saber quién era pero a la ves enojo por haber abandonado a su madre.
Izuku no tuvo que decir nada, todos comenzaron a retirarse, Deku fue el último en irse. Le lanzo una mirada a Bakugou como diciendo que podía contar con él, entonces dejaron a ambos rubios en la sala. Ninguno sabía por donde comenzar.
—¿Es cierto? — hablo el mayor — Mitsuki ella ya no...
— Murio cuando tenia 5 años... fue de una enfermedad — hablo con voz tranquila, decidió acercarse al hombre y Sentarse a su lado.
— ¿Como has sobrevivido?
— Una chica me encontró y cuido por dos años hasta que una pareja de humanos me cuidó y crió
— Esa es una buena noticia... — dijo sonriendo con tristeza. Katsuki lo observó
—¿Cómo se conocieron? ¿Por qué la dejaste?
—Jamás quise hacerlo, Kastuki... yo amaba a tu madre — dijo el hombre sonriendo con nostalgia. —te lo contaré todo
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Tenía unos 128 años cuando la conocí, en aquel entonces ella debía de tener unos 28 años, era descendiente de las amazonas, mi padre había tratado por muchos medios de conseguir una alianza con aquellas mujeres.
La reina Amazona, trajo consigo a varias de sus mejores guerreras, yo era un joven dragón, y al verla simplemente caí rendido a sus pies.
Trataba de toparme con ella siempre que podía, me sentía demasiado curioso sobre aquella mujer, en una de ellas la seguí curioso. En un momento la perdí de vista y sentí algo afilado en mi espalda
— Debes realmente odiar tu vida para seguirme— Volteé a verla, tenía unos fieros ojos rubí
—N-No era mi intención molestarla... yo es que... — era la primera vez que me sentía tan nervioso frente a alguien— Tenía curiosidad sobre ti y quería conocerte.
Bajó el arma, noté un bonito sonrojó en su tes pálida, fue en ese momento en que comenzamos a hablar, la alianza con las Amazonas fue un éxito, comenzaron a quedarse unas en la isla Suri, Mituski fue de las que se quedaron , así que iba cada que mis obligaciones de príncipe me lo permitían.
