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"Lluvia de acompañamiento"

Las gotas de lluvia caen como cántaros sobre los techos de las casas, jardines, calles, montes y campos de los campesinos regando con vitalidad las siembras que rogaban por agua, mientras las campanas de la iglesia repican una tras otra anunciando la misa de la noche para llamar a todos los fieles a escucharla, las nubes pintadas de gris y negro advertían que la lluvia no se detendría por el momento y que seguiría para toda la noche, tal vez hasta el amanecer.

Los caminos estaban inundados de agua impidiéndole a los coches y carretas avanzar a través de ellas gracias al lodo y a los charcos de agua que difícilmente dejaba a los caballos avanzar.

La fuerza con la que la lluvia caía sobre ellos nublaba la visibilidad de los habitantes de la gran Seúl contemporánea, provocando que más de uno prefiera quedarse en casa.

— Hemos llegado a los terrenos de la familia Kim .— informó el chofer siendo su voz amortiguada por las gotas de lluvia que rebotaban contra las ventanas del vidrio y el techo del coche.

Para ser una de innovaciones de su familia, el coche era demasiado aceptable en momentos como estos, donde la lluvia impedía llegar a cualquier lugar con rapidez y protección agregándole la comodidad del inferior, aunque una carreta también tenía sus ventajas de ser más económica y menos pesada que los coches.

Aún no se acostumbraba a viajar en un coche.

Observó a través de las ventanas de vidrio como las gotas bañaban las mismas, impidiendo que los árboles y pinos fueran visibles de ver, haciéndolos opacos y borrosos. Se acercó un poco más, acomodando uno de sus codos sobre el borde que sobresalía de entre el vidrio y la piel de la puerta.

— Bendito momento el que nos toco ¿No lo crees?  — se quejó Ji–yong a su lado, mientras aventaba el cigarrillo por ventana de su lado.

— Lo es, Ji–yong.— congenió sin despegar la mirada de los árboles borrosos que cada vez más se iban haciendo escasos dejando ver solo un camino de piedras en su lugar.

— ¿Aún sigues enojado conmigo? ¿Jungkook también? No lo comprendo, sólo hice lo que me correspondía con mi obligación. — su mandíbula se tenso inmediatamente.

— No tienes porque justificarte, lo hecho hecho esta. — comentó descruzando sus piernas.

— Esperó que no me guarden rencor.— escucho la sarna y malicia salir de su primo pero no dijo nada, a él no le correspondía escuchar las razones por las que Ji–yong había escogido casarse con la omega que quería Jungkook.

Le enojaba mucho, pero Jungkook le hizo prometer no caer a las provocaciones de su primo y dejar que las cosas fluyeran, al fin y al cabo su hermano ya había escogido a otro omega.

— Lo que no comprendo es porqué estas aquí, si ya escogiste a su esposa. — argumento observando como las gotas de lluvias disminuían un poco lo que permitía que le fuera más visible poder ver lo que se encontraba a fuera.

— Taeyang salió de viaje a la provincia de Gangwon así que vine a escoger a su esposa y aquí estoy, tal vez me encontré otra para mi. — el auto se detuvo a pocos metros de la reja de metal que les impedía el paso.

— ¿Estas seguro de tener dos esposas? Las responsabilidades con ambas familias incrementan. — opinó no tan seguro de los planes que planeaba llevar acabo su primo.

Besos Sabor A Miel (Yoontae)Where stories live. Discover now