Besos Sabor A Miel (Yoontae)

⚜️17⚜️

" Beneficios familiares"

— No imaginé que sería difícil.— levantó la mirada con timidez buscando la dulce y tranquila voz del Omega Park a su lado, esperando no llevarse la decepción de que no le estuviera hablando a él. Algo que corroboró al darse cuenta de que no había nadie más que ellos en el jardín, los demás sirvientes se retiraron siguiendo a la señora Min quién les aviso que traería el té y unos bocadillos para descansar.

La sonrisa tímida del Omega le contagio la misma timidez y vergüenza al verse en esa situación tan incómoda de la que ninguno podía escapar pero que debían ser parte, ambos estaban demasiado avergonzados y llenos de timidez por ser prácticamente desconocidos que estaban empezando a conocerse y que muchos de sus errores quedarán evidenciados frente al otro, haciendo un poco más difícil la idea de verse a los ojos.

— Tampoco yo.— confesó apenado recomponiendo su postura contra el respaldo de la silla en la que trataban de descansar después de un largo y estresante día de entrenamiento impartido por la señora Min y la razón del porque los había citado ese día.

Sus clases particulares eran menos complicadas acomparacion con las que estaba recibiendo ahora de la señora Min, más estrictas y sin compasión. Cada error era evidenciado y expuesto de manera vergonzosa que los hacía sentir tímidos y avergonzados hasta los huesos, sin ganas de levantar la mirada del suelo al verse tan tontos e ignorantes de temas que para muchos eran un tabú o que pocas veces se tocaban a viva voz .

Algunos otros interesantes y algo escalofriantes al saber que ser parte de la familia Min requería de mucha precaución y fuerza de voluntad para afrontar las diversas circunstancias que se presentarán en sus vidas y caminos, y de los que desconocían completamente.

Sumado a qué la actirud sería y reservada de la señora Min se había hecho presente, haciendo que todo lo que había estado conociendo de la señora Min no se comparara con lo que ahora estaba viendo y presenciando, como si estuviera delante de otra persona, alguien completamente diferente a la que llevaba conociendo tiempo atrás.

— No quería creer que los rumores acerca de la señora Min fueran ciertos..— el comentario del Omega Jimin le causó intriga y confusión, más aún al ver qué la mirada del Omega buscaba a su alrededor, observando si alguien los escuchaba.

Pero no había nadie.

La mayoría de sirvientes se retiraron a descansar después que ellos terminaran de practicar las presentaciones en público y entablar una conversación dentro de una fiesta social; como ejemplo. Algo que se le dificulto mucho dado que sus temas de conversación eran vanales, insípidos y sin grandes recuerdos y vivencias, sin viajes como la mayoría de la burguesía con la que debía convivir.

— ¿R–rumores? ¿Hay rumores de la señora Min? — preguntó intrigado pero al mismo tiempo lleno de miedo por saber algo que le causara problemas o sí estaba haciendo algo indebido al preguntar al respecto.

— Pocos pero.. ninguno contra ella.. es una mujer respetable y muy admirada ante la sociedad y la realeza.. aspecto que la hace inalcanzable pero al mismo tiempo una mujer peligrosa. — el suspiro pesado del Omega le causó escalofríos, su rostro angelical y bondadoso había quedado en el olvido después de verificar que nadie más se encontraba a los alrededores del jardín del té. —Eh de confesarte que yo no quiero casarme con el alfa Jungkook pero los lazos comerciales que su familia posee van a ayudar a mi familia a poder expandirse a otras ciudades del continente. — su semblante triste denotaba lo frustrado que estaba por la situación de la que no podía salir, su voz cargada de rendición y aceptación por lo que iba a suceder en su vida dejaba entre ver qué de cierta manera estaba bien con la decisión que se tomó apesar de que no quería casarse.

Era algo extraño y confuso.

— ¿Y eso te hace feliz?— preguntó no sabiendo que esperar de la respuesta, si bien, podía sonar como una grosería también podía ser malinterpretada. — ¿T–te hace feliz ayudar a tu familia?

— Lo hace, es la razón por la que estoy aquí y por la que me voy a casar. Me hace feliz ser útil y de ayuda a los míos.— eran varias emociones y muy diversas aflorando dentro del pequeño cuerpo del Omega frente a él.

Si decisión estaba plasmada en su rostro y porte que no sabía que pensar, ciertamente ninguno de los dos podía hacer algo al respecto cuando fueron elegidos, no tenían la opción de negar el compromiso pero de veían beneficiados por ello, tal vez razón por la que el Omega Park aceptaba todo.

— ¿ Tú familia no será beneficiada?— la pregunta bajo su poco estado de ánimo estable recordando que a su familia poco le importaba lo que sucediera con él y con su matrimonio.

A ellas, a quien concideraba su familia, no se verían beneficiadas de su matrimonio, dado que sus acciones y formas de tratarlo – según su prometido– no eran humanas pero si crueles. Haciendo que ahora no recibieran absolutamente nada de lo que le correspondía de la pedida de mano. Pero recibiendo para sí mismo esos beneficios estipulados dentro del contrato prematrimonial que ya se había firmado poco tiempo después de haber llegado a la casa de la familia Min y que según la señora Min y Yoongi tendía beneficios y protección por cualquier cosa que sucediera en el transcurso de su matrimonio con los años pero que eso no significaba que iban a descuidar sus responsabilidades como matrimonio.

Yoongi le había informado y explicado aquello para evitar conflictos y estaba de acuerdo con él y con las estipulaciones que se establecieron en él.

Tampoco podía pedir algo que no era suyo. Estaba contento y feliz no recibiendo gritos, reclamos y días malos, que anhelar algo más ya era ser avaricioso.

— No, mi prometido dejo los beneficios a mi nombre cuando yo los necesite.— explico estremeciendose un poco al sentir el viento helado abrazar su cuerpo. Evidenciando que la noche era cada vez más densa y el frío se haría presente dentro de poco.

— Jamás había escuchado algo como eso pero.. suena bien.

— Parece que si, aunque no de que tan buena sea con el tiempo, ¿Gustas pasar al salón de té? Aquí afuera está haciendo mucho frío.— Se levantó con cuido de su lugar invitando en el proceso al Omega que al igual que él parecía estar entumido por la posición.

— Por supuesto.

Ambos avanzaron tiritando por las fuertes ráfagas de viento que soplaron con mayor intensidad cuando apenas iban a mitad de camino.

El jardín del té estaba situado a mitad del jardín trasero bajo un enorme árbol que daba una sombra espectacular cuando hacía calor, teniendo una vista panorámica de la fuente de agua y de un pequeño estanque donde los paces de la señora Min vivían. Las montañas a sus espaldas y las flores de diversos colores, aromas y formas les hacían compañía.

Un lugar cálido y relajante para leer y descansar, uno de sus nuevos lugares favoritos.

— Es demasiado tarde para que regrese a su casa a estas horas de la noche, ¿ Porque no se queda a dormir aquí? — apenas enteraron la señora Min sugirió al Omega Park, cambiando el tono de voz y su rostro más relajado que tiempo atrás.

Demasiado raro.

— No quiero incomodar señora Min, no sería correcto que durmiera aquí sin estar casado todavía. — se apresuró a negar el Omega con calmada y dulce.

— Faltan unas cuantas semanas para que ese suceda, la casa es espaciosa y grande por lo que no hay necesidad de que tu alcoba colinde con los pasillos de mis hijos, Taehyung es testigo de ello.

Asintió con rapidez y torpeza al notar como su prometido y jungkook entraban a la sala de la casa.