Besos Sabor A Miel (Yoontae)

⚜️22⚜️

"Lo hacía sentir mejor"

— Se ve hermoso joven Taehyung, está usted precioso..— se sonrojo bajando la mirada al suelo ante el cometario de Yerim, sus mejillas calientes sin poder hacer algo para evitarlo, los halagos aún no los lograba sobrellevar apesar de que estaban con mayor frecuencia en su vida.

¿Por que todo el mundo no dejaba de sonrojarlo? ¿Acaso se veía realmente bien con ese traje? 

Y aunque tratara de negarlo su reflejo en el espejo no le mentía y sus ojos eran testigo de lo diferente que se veía acomparación con el pasado, ahora estaba tan bello e inalcanzable, como si de un sueño se tratara; sus cabellos castaños cayendo sobre su frente con los pequeños rulos alborotandose con el poco viento que se colaba por el ventanal. El corsé apresando su cintura mientras le daba la figura perfecta de omega delicado y de clase, los pantalones algo sueltos cubrían sus piernas largas y los zapatos le daban una altura similar a la de su prometido, quien había insistido en que usara ese par de zapatos para darle una altura y figura inalcanzable para los presentes en la ceremonia de enlace del Omega Park y el Joven Jungkook.

La vestimenta hecha exclusivamente para ese día que nadie más llevaría algo similar a su impecable traje, perfectamente amoldado a su cuerpo que le se sentía expuesto.

—Es momento de partir, el chofer esta esperando por nosotros. — asintió con timidez observando su figura una ultima vez en el enorme espejo de cuerpo completo antes de que saliera de la enorme casa Min rumbo a la residencia de los Park.

El nerviosismo haciéndose cada vez más presente en su cuerpo al recordar que partir de éste día se daría a conocer oficialmente, al lado de su prometido, como miembro de la honorable familia Min y que próximamente estaría llevando las riendas de la mansión Min y de las demás propiedades que le correspondían a Yoongi.

— Robaras la mirada de todos en la fiesta. — se asustó ante ello deteniendo su caminar.

—¿Debería de cambiar mi vestimenta?— interrogó con la culpa instalándose en su pecho.

No era correcto acaparar la atención de los invitados en una boda que no era suya. Apesar de que Jimin le permitiera aquello no lo consideraba correcto en ningún sentido.  Era la boda de ellos y por ningún motivo podía sobresalir en ella, los chismes se harían presentes de manera negativa para la familia.

— En absoluto, estoy seguro que el joven Park y tú van a ser el centro de atención de la boda, no tienes que preocuparte. A partir de ahora será normal que llames la atención de todos en el lugar en el que te encuentres, muéstrate seguro y deja que los demás hablen.— asintió con lentitud acomodando las mascada en su cuello con nerviosismo.

Salieron de la casa con la única idea en mente de pasar un buen rato en la fiesta de matrimonio del Omega Park, de convivir y conocer a la demás familia e invitados reconocidos de los alrededores que fueron invitados a la unión matrimonial del hijo mejor de los Min y que quizás serían los mismos que asistieran a su boda en un par de meses.

El chófer los esperaba con la puerta abierta, apenas llegaron el hombre mayor les hizo una reverencia, algo a lo que aún no se acostumbra del todo. Cada vez llega a algún lugar o recibe a alguien le hacen una reverencia que lo incómoda un poco dado que no está acostumbrado a ello. No sé puede acostumbrar a ello tan rápido, siempre de el que hacía las referencias más nunca era a quien reverenciaran a cada rato.

Desde los sirvientes de la mansión hasta a la gente que antes reverenciaba en la calle, su vida dio un giro demasiado grande que todavía no asimilaba. Más aún al ir al lado del hijo mayor de la familia Min quien sin duda era considerado hasta el día de su compromiso como el alfa y hombre más cotizado del país y que ahora iba sentado a su lado sin problema alguno.

Su postura poderosa e inalcanzable era quizás lo que más atraía a las Omega a él, su porte y elegancia al hablar, su virilidad que a más de una dejaba encantada. Claro que lo sabía, no era ciego al respecto y las sirvientas de la casa cuchicheaban en la cocina sobre lo apuesto e imponente que era, lo fascinante que era verle y escucharle, más de una había hablado de lo guapo que era y lo perfecto esposo que sería.

Hasta ese momento no había logrado pensar en eso, ni siquiera se le pasó por la mente el considerar a su prometido inalcanzable, si poderoso, imponente y calculador pero no como algo más íntimo de pensar. No tenía el tiempo para eso ni la intención de pensarlo de otro manera. No por el momento, su mente de mantenía presa de los deberes y conocimiento que debía alcanzar antes de casarse que pensar en lo guapo y apuesto que era Yoongi no estaba en sus planes.

— Mantén la calma, no habrá alguien en la ceremonia que se atreva a decirte algo, eres un Omega de sociedad y clase. Un Min, ellos sabrán cuál es su lugar.— se sorprendió un poco al sentir la mano del alfa sobre la suya,  la primera vez que la sentía cálida y reconfortante, quizás por la situación en la que se encontraba.

— Espero no desepcionarte a ti y a tu mamá que han creído mucho en mi.— expresó su pesar tratando de ocultar el miedo que se albergo en su pecho ante lo que podía suceder en la boda, si bien podían ser solo miedos y temores no quería ocasionar problemas con la familia que le había dado otra vida.

— No lo harás, por algo has llegado hasta este punto, las cosas suceden por algo a las personas correctas y en momento correcto.. solo tienes que creer y confiar en ti y en tus capacidades. Mi madre me comentó que ya estás listo para tener responsabilidades reales en la mansión, me parece perfecto.¿Que dices tú?

Aquello lo dejo algo desconcertado porque la señora Min no le comentó aquello de esa forma o quizás lo entendió mal, pero recuerda claramente que ella le dijo que una vez que se casara empezaría a tomar responsabilidades de la administración del hogar más no ahora, todavía no tenía el conocimiento necesario ni la confianza para hacerlo.

— ¿Tan pronto? Creo que aún no puedo con una tarea de esa magnitud.— negó mirando el rostro de su prometido.

— Es correcto que te sientas inseguro pero es también importante que mientras aprendes a administrar a base de conocimiento vayas de la mano con la práctica. La semana que viene mi madre hará un viaje de dos semanas por negocios y me parece bien que en su ausencia manejes la mansión, los campos y los negocios que tenemos aquí, no estarás solo, estaré yo para ayudarte y el mayordomo Oh para guiarte en lo que necesites.

No sé esperaba algo como eso tan pronto, no era correcto. Apenas estaba aprendiendo cosas básicas de números y ya esperaban que pusiera en práctica todo lo aprendido, pero le tranquiliza un poco el saber que tendrá ayuda y que no estará del todo solo en ello.

— ¿En todo lo que necesite? — interrogó con inseguridad en sus palabras esperando que el alfa contestara asertivamente.

— Por supuesto, para lo que necesites estaré en mi despacho.— tímidamente sonrió por inercia ante ello.

Tenía el apoyo de su prometido y eso lo hacía sentir mejor.