Kyouka Jirou es una cantante de gran éxito con millones de fans.
Momo Yaoyorozu es una adolescente que se ve obligada a acompañar a su mejor amiga al concierto de Kyouka.
[AU sin quirks]
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Después del festival toda la banda nos encontrábamos agotados, así que decidimos ir a nuestro bar de siempre para tomar algo y hablar tranquilamente como solíamos hacer anteriormente.
—La canción que le dedicaste a Yaoyorozu fue preciosa, Kyouka— dijo Kirishima cogiendo una patata frita—Tuviste mucho valor.
—Admito que el pelo pincho tiene razón— dijo Bakugou—Además, lo hicimos genial. Todos estaban eufóricos.
Sonreí ante sus palabras. Estaba feliz, el festival había sido un éxito y además, de alguna manera había podido expresar lo que sentía. Solo tenía ganas de verla otra vez y volver a tocar con ella.
—Sé que es duro para ti Kyouka, pero deberíamos hablar de cuando empezaremos el próximo show.
Suspiré al oírle. Kaminari tenía razón. No podía quedarme en Japón para siempre, por desgracia no podía seguir viviendo en esta fantasía.
Denki había cambiado mucho. Cuando éramos estudiantes era alguien despreocupado, ni siquiera sacaba buenas notas ni destacaba en la mayoría de asignaturas. Pero, hubo un momento en que aquello cambió, él maduró deprisa.
—Tengo que pensármelo, dadme unos días más. Sé que los fans y nuestra discográfica está esperando, pero solo unos días más—les miré—Por favor.
—Claro que tienes unos días más, entendemos tu situación ¿Verdad, cielo?— dijo Kirishima pasando su brazo por los hombros de Katsuki.
—No me llames así—gruñó—Pero sí.
Miré a Denki, desde nuestra pelea habíamos hablado menos pero necesitaba su apoyo, le necesitaba.
—Claro, no tienes ni que preguntarlo.
Sonreí aliviada al oír su respuesta.
—Gracias chicos.
Después de aquella pequeña conversación nos despedimos. Me dirigí hacia casa, quería cenar con mis padres y disfrutar de su compañía, además, ellos podrían aconsejarme sobre las preocupaciones que andaban rondando por mi cabeza.
—Había pensado que tal vez, dentro de unos años ella podría unirse al grupo.
Solo era una idea, arriesgada, tal vez una locura cegada por sentimientos. Pero confiaba cien por cien en Momo. Mis padres se sorprendieron ante mi propuesta.
—Es muy buena, creedme. Con unos años más de práctica, estaría a un gran nivel. Esa memoria y su gran habilidad no la poseen muchas personas. Tiene mucho potencial.
Mi madre me miró pensativa y se dispuso a hablar.
—¿Por qué no la invitas un día? Así podremos conocerla y aconsejarte mejor. Lo que nos propones es algo arriesgado, Kyouka.
—Además, tendrías que hablar con la banda—mi padre me miró—Y tal vez con Tokoyami. He oído que no está muy lejos de aquí.
Tokoyami era nuestro antiguo pianista, hacíamos un gran equipo, pero decidió dejar el grupo porque no quería eso para él. Tenía otros objetivos.
