12: Mejilla ardiente

5.4K 608 590
                                    

Después de aquello decidí irme a casa, Kyouka insistió en acompañarme pero no quería ser una molestia, además, necesitaba hablar con Mina, contarle todo lo que había sucedido

Ops! Esta imagem não segue as nossas directrizes de conteúdo. Para continuares a publicar, por favor, remova-a ou carrega uma imagem diferente.

Después de aquello decidí irme a casa, Kyouka insistió en acompañarme pero no quería ser una molestia, además, necesitaba hablar con Mina, contarle todo lo que había sucedido.

Alargué mi dedo hasta mis labios y sonreí, parecía un sueño, un sueño de aquellos que despiertas con una sonrisa dibujada en los labios, un sueño de esos que parecen irreales.

¡YaoMomo! Ya me estás contando que tal ha ido vuestra "cita"—sonreí de lado.

—Fuimos a merendar a un sitio, comimos batidos con patatas fritas—reí—Estuvo realmente bien, hablar con ella es maravilloso.

¿Luego?

—Me llevó a la playa y nos sentamos en la arena, fue precioso Mina. Era como si todas mis preocupaciones se marcharan.

Me alegro tanto por ti YaoMomo.

—Además...—estaba nerviosa—Nos besamos.

¿Qué? ¡Tendrías que haber empezado por ahí!

—B-Bueno—reí nerviosa.

Entonces...eso significa que a ella también le gustas.

—No sé, estoy algo confundida, nunca había sentido nada igual.

Tu solo confía en ti, en lo que te dice tu corazón. Lucha contra tus inseguridades.

—Gracias Mina— sonreí agradecida—Estoy a punto de llegar a casa ¿Luego hablamos?

¡Claro! Nos vemos Momo.

Colgué para abrir la puerta de la mansión. Crucé por el camino de árboles verdosos hasta llegar a la entrada, abrí sin hacer mucho ruido. Mi padre estaba apoyado en la pared, mirándome seriamente.

—Momo ¿Dónde estabas?

Tragué saliva y desvié la mirada.

—Con una amiga.

—El lunes acabas los exámenes finales, es un día muy importante ¿Lo sabes, no?

Agaché la mirada. No quería quería hablar de exámenes, quería hablar de otras cosas con él.

—Papá ¿Podemos dejar de hablar de exámenes o estudios durante unos minutos, por favor?

Él pareció sorprenderse ante mi pregunta, frunció el ceño y me miró con severidad.

—Momo, eres un genio, has de aprovechar tus cualidades para llegar a lo más alto, para tener un buen futuro.

—No quiero ser un genio, no quiero llegar a lo más alto, papá.

Apreté los puños, él me miró sorprendido, ajustándose sus gafas en el puente de su nariz.

—¿Qué quieres decir?

Tu partitura | MomoJirouOnde as histórias ganham vida. Descobre agora