5: Perlas grisáceas

6.5K 713 844
                                    

Me levanté

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Me levanté. Cogí mi teléfono móvil y como siempre tenía miles de notificaciones, decidí darme una ducha rápida y bajar a desayunar junto a mis padres. Tenían que irse a trabajar pero habían reservado parte de la mañana para estar conmigo.

—¿Entonces te va bien la gira, cariño?

—Genial. Lo mejor es que puedo pasar más tiempo en Japón— sonreí.

Mi padre le dio un mordisco a la tostada y sonrió orgulloso.

—Oye ¿Y qué tal los demás del grupo? ¿Te sigues llevando bien con ellos?

Sonreí de lado. Mi padre siempre me hacía la misma pregunta, tenía miedo de que nuestro grupo se separara, pero estábamos demasiado unidos.

—Claro, papá. Estamos muy unidos, hoy iremos a la tienda de música del abuelo.

Seguimos hablando de nuestros planes y sobre mí gira hasta que a mí padre le sonó el teléfono. Eso quería decir que se tenían que ir a trabajar. Me despedí de ellos para dirigirme a la tienda. Me coloqué el gorro, las gafas y la bufanda de siempre, bastó para pasar desapercibida. Mis padres siempre habían sabido ocultar donde vivían, me ahorraba tener miles de fans esperándome al salir de casa.

—¿Abuelo?

Sonreí al verle salir del mostrador. Él se acercó a mí, en pocos segundos no tardaron en aparecer el resto de la banda. Kirishima observaba el lugar maravillado, Bakugou miraba los instrumentos y Kaminari las partituras. Mi abuelo cerró la puerta y colocó el cartel de cerrado.

—¿Qué os parece jovencitos?

—Esto es increíble, hacia tiempo que no veía una tienda cómo esta. Quedan muy pocas así— comentó Kaminari.

Mi abuelo sonrió satisfecho.

—Tiene ya muchos años, fue una de las primeras tiendas de música de la ciudad, tuvo un gran éxito. Pero a medida que pasan los años va decayendo...— él suspiró—Es una pena.

—Siempre te digo que podría hacerte publicidad— dije.

—No, prefiero que las personas vengan por gusto propio, no por la influencia de una persona famosa.

Mi abuelo era la persona más sabia y leal que conocía, tenía un corazón puro como ningún otro.

El grupo siguió mirando la tienda mientras Kaminari hablaba con mi abuelo. De un momento a otro alguien picó a la puerta, cosa extraña, ya que estaba el cartel de cerrado.

YaoMomo.

Mi abuelo pareció leerme el pensamiento, fue directo a la puerta y la abrió con delicadeza. Ella le dedicó una pequeña sonrisa y se sorprendió al ver a todo el grupo allí. Todos la miramos.

Había vuelto.

—Oh, lo siento—susurró—No quería interrumpir, solo me apetecía venir y me sorprendió ver qué estaba cerrada, pensaba que había ocurrido algo.

Tu partitura | MomoJirouWhere stories live. Discover now