En un reloj con alarma, en un aparato digital, en el móvil... Fuese donde fuese, los malditos despertadores eran inventos del demonio, expertos en sacar a la gente de los sueños y la comodidad del descanso para mandarlos de una patada a la realidad.
- Kouri.
- No.
- Venga.
- No.
- Kou...
- No.
- ¿Siempre eres así para levantarte?
- No.
- ¿Es por mí?
- Sí.
- ¿Me vas a seguir respondiendo con monosílabos mientras te sigues escondiendo más y más?
- Sí.
- No seas perezosa, anda, levántate.
- No.
- Ni que fuese la última vez que vayamos a dormir juntos, boba, suéltame que vas a llegar tarde, y eso que trabajas justo aquí al lado.
- No.
- Bien, llamaré a Dazai para que...
Me levanté de un salto de la cama.
- Es un monstruo- lo señalé con el dedo, como si hubiese propuesto invocar a un demonio-. Conoce todos mis puntos débiles, igual que Chuuya, y no tienen piedad ninguna para abusar de ellos hasta que hago caso, la última vez que me negué a algo delante de esos dos mi padre omega me llamó porque notó tanta angustia que pensó que me había dado un ataque.
- ¿Pero se puede saber qué te hicieron?
- Cosquillas y toques indebidos, y no es tan gracioso como se oye... Entre que yo soy muy sensible, cosa que ya has notado, y que ninguno de ellos tiene misericordia hasta que acepto algo, acabo como si me hubiese peleado con un puñetero tigre.
- Pelo revuelto, ropa desarreglada, cara de susto... ¿Verdad?
- ¿Cómo lo sabes?
Por toda respuesta, me señaló antes de sonreír burlesco.
- Oye, no es lo mismo- me sonrojé-. Tienes mucha suerte por no ser así, no pueden torturarte con cosquillas.
- ¿Y qué tiene de malo? A mí me encanta oírte reír.
- N-No es lo mismo.
- ¿Lo comprobamos?
Prácticamente huí de la habitación.
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Odasaku
Tras apagar el despertador y no querer soltarme en la cama, ahora era yo el que estaba enganchado a ella, con un brazo en torno a su cintura mientras desayunaba sentada en mi regazo. Los dos en silencio, cada uno comiendo sus tostadas con mantequilla y mermelada de frutas, tomando de vez en cuando pequeños sorbos del zumo de naranja, el ambiente no podía ser más tranquilo y hogareño.
Kouri estaba recién duchada, con una camisa de botones negra, vaqueros claros y zapatillas bajas blancas, según ella perfectas para estar varias horas de pie trabajando, y las puntas aún húmedas de su cabello apoyadas en la toalla sobre sus hombros para no mojarse la ropa. A pesar de estar de espaldas, podía notar que estaba distraída, sus movimientos parecían programados y no movía la cabeza ni siquiera para comer, cosa que mencioné apenas nuestros respectivos platos y vasos quedaron vacíos.
- ¿En qué piensas?
Dio un respingo antes de reírse, acariciando mis brazos cuando afiancé el agarre alrededor de su cintura, sin apretarla demasiado.
ČTEŠ
Flawless Fate (Omegaverse)
FanfikceHay parejas destinadas que lo saben nada más conocerse, que sienten la presencia de su alma gemela cuando se cruzan por primera vez, que se dejan guiar por los insistentes tirones de su hilo rojo... Y luego están Fukuzawa Kouri y Oda Sakunosuke. Él...