Lauren
Me pongo audífonos mientras camino por el campus. Mis pasos son lentos y me dirijo a mi sitio favorito, el árbol de nueces ubicado entre el edificio de la Facultad de Economía y las canchas de fútbol americano y béisbol.
Al llegar, me siento y observo a mi alrededor antes de sacar una libreta.
Sonrío al ver un escrito que hice cuando Camila estaba de cumpleaños.
Se veía aún más radiante con un vestido blanco y maquillaje suave. Fui afortunada de que ese día me dictara una tutoría.Me recuesto un poco sobre el árbol y cierro los ojos. Hace tiempo estoy buscando una manera de acercarme a ella. Quiero que sepa de mis intenciones y no me deje en la friendzone.
Aún no la invito a salir porque sé que me rechazará. La he visto hacerlo con otros chicos debido a su novio. Ese cerdo infeliz.
Espero que terminen pronto. No dejaré que alguien más se me adelante. Ella es mía para cuidar, querer y proteger.
Ninguno de mis amigos sabe mi fijación por ella excepto Sofi. Es uno de mis asuntos más privados. Soy una egoísta total porque no puedo siquiera compartir aquello y no me importa.
Deseo estar a su lado y ser el soporte que resista las consecuencias de su dolor.
Mi celular suena y yo contesto
-Hola-- respondo
-Hola, hija-- saluda mi madre. De inmediato sonrío.
-¿Cómo estás, mami boo?-- digo juguetonamente. Como cuando era niña.
Suelta una risita.
-Muy bien, mija, ¿y tú cómo estás, Spirit?-- me río muy fuerte y le contesto que bien.
Es mi sobrenombre desde la infancia. Me lo pusieron porque no me pudieron "domar". Solo asistí a una clase de fútbol americano e interrumpí la tradición familiar.
-¿A qué se debe este honor?-- la interrogo porque normalmente me llama los sábados.
-Quería comentarte que Taylor tuvo un problema en el instituto y desea pasar el fin de semana contigo-- me preocupo porque mi hermanita es muy sociable y tranquila.
-Por supuesto. Puede llegar aquí el viernes-- acepto muy gustosa.
-Eso le diré. Por favor, trata de animarla. -- frunzo el ceño pero trato de que mi voz se escuche calmada.
-Nos divertiremos juntas, mami boo--
La tranquilizo.-¿Cómo está Chris? -- hace mucho no sé de él.
-Está bien. Ya sabes, bastante ansioso porque pronto empieza la carrera de fisioterapia.-- Sonrío porque siempre se preocupa en exceso respecto a lo académico.
-Dale mis saludos y dile que recuerde el código morado--
Cuando éramos niños, jugábamos a ser agentes federales y utilizábamos códigos.
El morado, significa estar serenos mientras se espera la tormenta. Una mente alterada no piensa con claridad.
-Se lo diré, mi bebé. Por favor, cuídate y no te encierres tanto -- ella me conoce a la perfección.
De mis hermanos soy la más reservada. Taylor es la más sociable y Chris es Chris. Es muy alborotado pero es responsable en sus asuntos.
-No lo he hecho. El viernes asistí a una fiesta y la pasé bien.-- trato de explicar mis "avances" con la socialización.
- Me alegra mucho, mi niña. Es hora de disfrutar la vida. Cuídate mucho. Te quiero.--
-Yo también, boo. Hasta luego -- la llamada se corta.