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Jueves, viernes, sábado, domingo, lunes, martes, miércoles... nuevamente jueves... Así en adelante pasaban los días y semanas sintiendo la emoción de los fans por el comeback de los chicos. Les aseguro que como Army siento sus vibras de euforia a kilómetros de distancia. Y, mediante el tiempo pasaba lentamente, ¡el esperado momento finalmente llegó!
El video del MV oficial de Boy With Luv se subió a las seis de la tarde KST para asegurarse de que la gran cantidad de fanáticos sea mayor en cuanto a diferencia de horario se trata.

Yo, junto con los demás fans alrededor del mundo, vi el MV con ellos en el momento en el que salió a la luz en la plataforma. Hasta hice videollamada con Gisella para que ambas lloremos y emocionemos juntas. Ella gritaba al ver a su bias, pues lo adoraba y admiraba demasiado.
Yo, bueno, con cualquier cosa que hacían los chicos en el video me ponía a hacer un sonido agudo, más molesto que los gritos de mi hermana. Más cuando veía a los chicos interactuar y divertirse con ella, con Halsey.
Escuché una que otra canción de ella, pero nunca me tomé el tiempo en saber un poco de su vida.

Por supuesto que no la pude ver cara a cara, pero me hubiese encantado hacerlo. Según lo que me dijeron los chicos, ella era muy empática y expresiva, y que era agradable estar a su lado.
Se me hacia lindo saber que entre todos la eligieron a ella para colabotar

Por otro lado, dejando todo este tema con el comeback y el fanatismo y todas mas situaciones que surgieron en él, debo destacar que desde que descubrí –si se le puede decir así– a Taehyung escuchando jazz, por alguna extraña razón nos hicimos más cercanos.

<Mentira, fueron por nuestros gustos musicales. Ya quisiera yo que algo así pasara>

Y en cuanto a cercano me refiero a jugar más nosotros dos, charlar sobre mi vida y la de él, pintar juntos... todo esto cuando los chicos ya se iban para sus respectivas casas y sólo quedábamos él y yo.
De hecho ya tenemos cierta confianza que en otros miembros no tendría.

¿Que qué le parecía eso a Yerin?

Pues nada. Literalmente ella es una dulzura; no siente celos por nadie y deja a Taehyung juntarse con quién quiera adónde quiera, esto porque confía plenamente en él –según lo que me decía ella– y sabe que sólo tendría ojos para ella.

Me empezó a agradar, sí.

Y justamente quedé con Taehyung en ir a su oficina a ayudarlo a componer ciertas cosas para sus futuras canciones y, obviamente, a jugar, tanto videojuegos como pintar y demás.

Todo era divertido con él. Realmente era divertido pasar el rato con Tae.
Él hacía que las cosas que alguna vez vi de una manera, al hablar sobre ellas, las mirara de otra.
Francamente, todo Bangtan lo hacía.

Pero él... él era diferente a todo eso.

Me entenderán más adelante.

Abrí la puerta de la oficina del chicoperfecto y la primera imagen que vi fue el de él tocando el piano, viendo partituras delante de él, acompañado de varios papeles alrededor y en el suelo. Apuesto que todas esas eran de las letras de las que me habló.

Algo que noté tarde luego se ver un poco de su desorden, fue que se tiñó el cabello de negro, todo totalmente negro.
Eso me sorprendió a la primera impresión, y no sé por qué quería gritar, pero actué lo más normal posible.

A pesar de ser grandes amigos, también es mi idol.

– Oppa, ya llegué– dije y él dejó de tocar el piano para mirarme.

Y sí, sé que dije que no me sentía cómoda diciendo ese tipo de cosas. Pero Jin inquirió en que debía hacerlo pues era muy mayor a mí al igual que los demás miembros, y que por eso ellos me dicen dong seng, al menos la mayoría.

– Deja la bolsa allí– señala una pequeña mesa en la esquina– Ven, ayúdame con la melodía.

– ¿En cuál estás trabajando?– agarré una silla y la coloqué al lado de la de Tae.

– Winter Bear.

– ¿De nuevo? Pensé que ya la tenías terminada la última vez que te visité.

– Así fue, pero quiero cambiar varias cosas porque me arrepentí– me mostró un papel con las modificaciones que aclaró.

– ¿Cómo que cambiar?– leo un poco de lo que corrigió– ¿Esto para quién va dedicado?

– No te lo diré.

– Tae...

Él me mira por unos cortos segundos y luego me saca el papel que tenía aún en mis manos leyéndola. Cuando lo puso sobre las teclas del piano, suspira.

– Mejor vayamos a algún lugar cercano. Pasé toda la tarde en ls oficina que quiero respirar un poco de aire.

– Como quieras– me paro a la par de él.

No sé a qué se refería Tae con 'un lugar cercano', pero terminamos yendo a un parque no tan cercano al departamento, pero sí que nos sirvió para hablar y contar más cosas sobre temas que se nos ocurrían. Una de esas fue que impresionantemente el video musical de BWL logró ser el primer video más visto en la historia de YouTube con más de 78M de visitas en 24 horas, superando a Taylor Swift.

Después de salir de ese frío parque, Tae y yo caminamos por la vereda gastada. Ya cayó la noche, pero la ciudad no está quedándose dormida aún. Los escapatarates de los negocios están iluminados con esas luces cálidas que me recuerdan a la primera vez que conocí a Bangtan.

Ese aroma que se sentía era indescriptible, era una mezcla de ladrillos gastados, papas fritas y cuero viejo. Y al girar la cabeza, se veía en los restaurantes mujeres jóvenes mostrando el menú con la esperanza de traer clientes.

Esas cosas que notaba de la ciudad fueron interrumpidas al ver a Tae sentándose en una banca ubicada en una de las veredas poco transitadas por la gente.

Nos pusimos a hacer nada, a ver las estrellas que decoraban ese oscuro cielo negro, con compañía de esa infaltable luz potente que se reflejaba en ellas, la Luna.
La atmósfera es acogedora; la noche, ligera. Aquí uno al pensar en todo eso en relajación se siente anónimo, se siente bien.

Al frente nuestro, estaba un departamento de una altura mayor que la de BigHit. Las ventanas superiores del edificio sugieren un faro que ilumina la noche. La elegancia de la contrucción es indudable.

La brisa resoplaba en nuestros alrededores,  y daba un aire bastante fresco. Era una mala idea para quien iba por ahí mal abrigado, y adivinen quién es.
Ante el leve pero no sensible viento, tirito bajo mi abrigo de lana, incapaz de poder hacer algo más para mantener las pocas temperaturas agradables en mi interior.

– ¿Tienes frío?– pregunta Tae, a lo que yo volteo a verlo.

¿Pero cómo?

– No.

– No mientes muy bien.

Lo observo, divertida, sin saber qué responder. Sus ojos oscuros brillan y todas las luces cálidas de la ciudad están presentes en ellos. Lo veo sacarse su bufanda gris, con la cual rodea mi cuello.

– Eres atento– suelto de repente.

– Sólo con los que valen la pena.

famous luv; kthWhere stories live. Discover now