capítulo 3: El abismo de Hellm

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  Daenerys caminaba a pasos largos pero tranquilos por los pasillos del castillo siendo seguida por Ämbar, las cuatro sombras y Greyworn.
Ella mantenía su mano izquierda arriba del mango de su espada y el ruido de las mallas de su armadura se unían a las zancadas pesadas que daba. En el balcón más grande del castillo, justo detrás del trono su ejército de inmaculados yacía debajo , perfectamente formados. Al verla comenzaron a golpear sus lanzas contra el suelo dándole la bienvenida a su reina.

— ¡Sangre de mi sangre! ¡Mi ejército! - ellos cesaron sus golpes. Daenerys entrelazó sus manos delante de su vientre, apretándolas levemente. - ¡Este día como antes extenderemos nuestras manos a aquellos que no necesitan morir en esta batalla! ¡Este día, nosotros partiremos a Rohan y detendremos a la escoria Uruk-hai junto a su amo! ¡No habrá más sangre inocente derramada, no habrá más sufrimiento u dolor! ¡Sus escudos están hechos para proteger a los débiles, sus lanzas están hechas para defender a aquellas víctimas de este caos! ¿¡Ustedes me seguirán nuevamente hoy en esta batalla!? - Su voz retumbaba en las puntas de las montañas; sonaba feroz y determinada. Su corazón se aceleró al escuchar la exclamación de sus soldados y sus lanzas alzarse al aire. — ¡Ganaremos y volveremos a vivir nuestra vidas en paz; sin ningún ojo vigilandonos; sin ningún Uruk-hai asqueroso, acosando nuestras tierras! ¡Que el señor de la luz los acompañe! - su última exclamación dio inicio a una oleada de gritos vigorosos por parte de sus soldados quienes ahora golpeaban sus escudos con sus lanzas diciendo con todas sus fuerzas: "¡Mysa, Mysa, Mysa!" Ella sonrió y cerró sus ojos por un momento inhalando e exhalando todo el aire de sus pulmones.
Daenerys volteó a ver a Greyworn, y este entendió con tan solo una mirada, asintió e hizo una reverencia para marcharse rápidamente a comandar a sus soldados. Esta vez se giró caminando hacia la salida y Ambar se colocó a su lado y detrás de ella en hileras de dos, sus cuatro sombras le seguían.

— Ämbar, necesito que líderes un tercio de los soldados a Gondor , las cuatro sombras me acompañarán a Rohan. - ordenó y la elfa sin rechistar se fue tomando un camino diferente, las puertas con dragones tallados en estás; altas e imponentes se abrieron dejando ver la luz del sol a la reina y sus cuatro asesinos. — Podrán asesinar tanto como quieran, sin clemencia y con honor... Protegan mí espalda, se los encargo. - le sonrió de lado mirando por sobre su hombro a aquellos cuatro.

Estos se arrodillaron y con la cabeza gacha exclamaron un fuerte y preciso : — ¡Sí, su majestad la madre de dragones!

Daenerys se subió arriba del lomo de Drogon, acariciando las escamas de su cuello haciendo que este se sacuda un poco soltando chillidos. Dany se sostuvo de las grandes escamas que yacían en su lomo y este comenzó a correr tomando impulso para volar. La peli plateado sintió el frío viento azotar con fuerza su rostro, sin embargo, una sonrisa emocionada se escapo de sus labios. Hace mucho no montaba a su dragón, y se había olvidado de lo bien que se sentía surcar los cielos.

MOTHER of DRAGONS - LEGOLAS GREENLEAF [EN EDICIÓN]Waar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu