𝕄𝕒𝕣𝕒𝕦𝕕𝕖𝕣𝕤 𝕤𝕥𝕦𝕗𝕗 (en edición) //PEDIDOS ABIERTOS//

9 ♡ 𝒯𝑒 𝒾𝓃𝓋𝑜𝓁𝓊𝒸𝓇𝒶 𝑒𝓃 𝓊𝓃𝒶 𝒹𝑒 𝓈𝓊𝓈 𝒷𝓇𝑜𝓂𝒶𝓈 ♡

𝑅𝑒𝓂𝓊𝓈 𝐿𝓊𝓅𝒾𝓃

— Necesito que hables con Mcgonnagall— me pidió Remus con una sonrisa demasiado forzada.

Puse los ojos en blanco.

— ¿Vais a volver a llenarle el despacho con fotos de Sirius?— pregunté aguantando la risa al recordar la cara de Mcgonnagall entrando en la sala común de Gryffindor roja por la ira, buscando a Sirius para regañarle.

—No, pero es algo así. Resulta que Fitch nos ha robado un proyecto que estamos haciendo, un mapa para merodear por el castillo sin que puedan pillarnos, aunque si James te pregunta tú no sabes nada— me estaba mirando fijamente, yo asentí—. Necesitamos recuperarlo, así que tú tendrás que distraer a Mcgonnagall mientras James y Peter entran en su despacho y hacen alguna perrería, entonces Mcgonnagall buscará a Sirius y mientras le hecha la bronca mandará a Fitch a limpiarlo, dejando su cuarto desatendido, entonces James y yo nos colamos y lo recolocamos— explicó Remus con un hechizo que recreaba sus palabras como si fuera una película, con los escenarios y ellos en miniatura moviéndose por todas partes.

—Como os gusta complicaros la vida— respondí, él seguía mirándome con ojos de cachorrillo—. ¿Qué hago para distraerla?— pregunté dispuesta a ayudar.

— No sé, háblala de Quidditch, a ella le encanta hablar de sus años de jugadora, dile que te quieres consejos como capitana, yo creo que con eso será suficiente— explicó Remus antes de tomar mi varita y colocarle un hechizo a modo Walkie talkie para estar en contacto con el resto de Merodeadores.

Empieza el plan.

𝒥𝒶𝓂𝑒𝓈 𝒫𝑜𝓉𝓉𝑒𝓇

—¡T/N!— gritó James corriendo hacia mí. Miré a mi alrededor asustada de que alguien pudiese verle acercándose a mi con tanta confianza, pero por suerte el pasillo estaba vacío.

— ¿Qué necesitas ahora Potter?— pregunté algo cansada de tenerlo revoloteando constantemente a mi alrededor.

— Necesito un poco de tu poción de invisibilidad— me rogó, haciéndome dudar de sus intenciones.

—¿No tienes tu capa?— pregunté recordando aquel día que me acompañó a mi sala común después de pasarnos parte de la noche estudiando.

Él negó con la cabeza.

— ¿Para qué? No pienso darte nada si lo vas a usar para hacerle una broma a Severus— dije seria, el Slytherin no era mi amigo, pero éramos de la misma casa y ya me había comido una broma que iba dirigida a él. Me daba pena el muchacho.

— No es para eso, la necesita Remus— dijo, Remus era uno de sus amigos, y por lo que había visto no le gustaban las bromas tanto como a Sirius y a James.

— Vale, pero espero que sea verdad— dije sacando un pequeño bote de mi bandolera y entregándoselo.

Por un tiempo me creí las palabras de James. No fue hasta el día siguiente que no descubrí cuales habían sido sus verdaderas intenciones.

Estábamos en clase  de Transformaciones cuando Lucius Malfoy entró en la clase con la cabeza completamente tapada, lo que era extraño porque normalmente venía luciendo su maravillosa melena.

— Señorito Malfoy tendré que expulsarle de mi clase, además de quitarle puntos a Slytherin, si sigue con esa falta de respeto de taparse la cabeza— dijo la profesora Mcgonnagall.

Fue entonces cuando Lucius, se quitó la capucha, mostrando su limpia y redondeada cabeza. ¿Se había rapado? pensé, pero cuando oí la risa de los Merodeadores detrás de mi, me quedé fría. Lucius no se había rapado, simplemente se le había vuelto el pelo invisible, y podía jurar que había sido mi culpa.

Cuando la clase acabó Lucius y sus amigos salieron rápidamente de la habitación, intentando esconder la nueva melena de Malfoy. Yo me quedé en la puerta, esperando a cierto cuarteto de Gryffindor, James, al ver que le esperaba se quedó un poco más atrás de sus amigos.

— ¿Para eso querías mi poción? Me mentiste solo para poder gastarle una puñetera broma a Malfoy— le dije directamente  a  James cuando ya no quedaba nadie en la clase, siempre solían ser los últimos en salir.

— Yo no te mentí, era Remus el que necesitaba saber si serviría en pelo humano— respondió él intentando escurrir el bulto.

— Me dijiste que no gastarías una broma con eso— respondí enfadada.

— No, te dije que no le gastaría una broma, a Severus— dijo él. 

Me fui de allí frustrada, dispuesta a no caer nunca más en una de sus tonterías.

𝒮𝒾𝓇𝒾𝓊𝓈 𝐵𝓁𝒶𝒸𝓀

Sirius no te dejaría participar en las bromas, para él eres su carta de: "Salir de la cárcel". Y suele necesitarte para que seas su coartada, convenzas a Mcgonnagall para salvarle de los castigos... Si no se te diese fatal mentir sí que te metería en las bromas, pero prefiere no hacerlo, porque sino lo sueltas todo a la primera de cambio.

𝑅𝑒𝑔𝓊𝓁𝓊𝓈 𝐵𝓁𝒶𝒸𝓀

Regulus no hace bromas, no se le ocurriría sabiendo el lío en el que podría meterse con sus padres si le pillan haciéndo algo así, que pueda afectar a su futuro o a el nombre de la familia, que está cansado de oír a Walburga decir que Sirius mancha el nombre de la familia haciendo chiquilladas y juntándose con traidores a la sangre, como los Potter.