Todo lo que quieras de la era de los Merodeadores. One shots, Imaginas, Preferences, Types...
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James había vuelto a ignorarte, pasando de largo sin dedicarte una mísera mirada, te habías quedado de nuevo con la palabra en la boca. No entendías como es que de repente habías dejado de hablar.
Sirius, que caminaba tras su amigo, se dio cuenta de tu presencia, y abandonó a Peter en medio de una conversación para acercarse a hablar contigo.
-Hombre, ________, necesito tu ayuda con una cosa-dijo pasando un brazo sobre tus hombros, como una especie de abrazo forzado.
-No voy a volver a hacer tu deberes de Transformaciones Sirius, Mcgonnagall me castigó dos semanas por tu culpa-dijiste algo incómodo, apartando su brazo de encima de ti.
-No es sobre eso, necesito tu ayuda con James-dijo, consiguiendo toda tu atención, no podías evitar tener cierta debilidad por el moreno.
-¿Qué le pasa a James?-preguntaste con mucha más preocupación de la esperada, intentando disimularlo con una tos falsa.
-Le gusta alguien, bueno, creo que es algo más, pero no sé quien es, sé que la pelirroja le dejó de gustar después de lo que pasó con Quejicus, pero como sois amigos quizá tu sepas algo que yo no-dijo Sirius, lo cual te dejó seco, sin aire, James volvía a estar enamorado de alguien, y había vuelto a alejarte...
-No sé nada Canuto, James ya no habla conmigo.....-dijiste triste, dejando a Sirius solo, mirándote con melancolía, pues, por muy discreto que creías ser con tus sentimientos, tus ojos te delataban.
Durante las siguientes semanas pasaste horas y horas en una esquina de la sala común, observando a los Merodeadores ser felices sin tí, James había comenzado a salir con una chica de Huflepuff, que parecía haberse mudado a la torre de Gryffindor. Y mientras tanto tú te quedabas a raya observando.
El profesor de DCAO estaba explicando un trabajo en parejas que tendríamos que hacer durante la semana, sentiste que tu corazón se quebraba cuando James se acercaba corriendo a su novia, y la agarraba de la cintura, dándole un beso en el cuello, lo que darías por cambiarte por esa estúpida Huflepuff.
Remus te sacó de tu ensoñamiento, acercándose a ti y sentándose en la silla libre que había a tu lado.
-¿Puedo ponerme contigo? James me ha abandonado-dijo señalando a su amigo con la mandíbula.
-Claro-respondiste volviendo a la realidad. Comenzasteis con el proceso de investigación, aunque el único que realmente estaba haciendo algo era Remus, Tú eras incapaz de prestar atención, pues las risitas de James y su novia resonaban por toda la clase sin dejarte concentrarte en nada.
-Ella no le gusta-dijo Remus en medio susurro, dejándote sorprendido y aturdido, sin saber si lo que realmente él había dicho era lo que tú habías escuchado.
-¿Perdona?-preguntaste, esperando, rezando y deseando que sus palabras fuesen reales.
-Pues eso, que ella no le gusta-respondió Lunático. En ese momento el profesor dio la clase por terminada, Lunático guardó sus cosas y salió del aula, dejándote solo en la mesa, medio en estado de Shock.
No te habías podido sacar las palabras de Remus de la cabeza en todo el día, y decidiste abordarlo cuando estuviese solo. Le pillaste volviendo a la biblioteca después de cenar, le empujaste a uno de los huecos del pasillo y le tapaste la boca para que no gritase.
-¿¡Que te pasa tío?! ¡¿Estás loco?!-preguntó el casi gritando cuando por fin quitaste la mano de su boca.
-Lo que has dicho esta mañana, ¿a que te referías?-preguntaste desesperado.
-¿Lo de James y su novia?-preguntó el licántropo a lo que tú asentiste frenéticamente con la cabeza.
-Pues que él no está enamorado, ni siquiera le gusta ella-dijo tranquilamente, mientras recolocaba la bandolera donde llevaba sus libros.
-¿Pero por qué me lo dices? ¿Porqué a mi?-preguntaste, pues después de que James había comenzado a ignorarte habías dejado de pensar que en algún momento tendrías alguna oportunidad con él, ni siquiera había salido con un chico nunca en su vida, habías dejado vuestra posible relación dentro de una fantasía o tu imaginación, pero las palabras de Remus esta mañana las habías sentido demasiado personales, como si realmente fuesen dirigidas hacia ti.
-Porque la persona que le gusta es mucho más alta que su novia, con el pelo algo más corto, los ojos marrones y algo colgando entre las piernas-susurró Remus en tu oído antes de dejarte solo en el pasillo, demasiado sorprendido, con demasiados pensamientos corriendo por tu mente y solo una pregunta.
