Capítulo 7:

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"Me gustas".

El descanso por fin llegó ahora podía respirar sin sentir que alguien me acechaba, detestaba ejecutar algún movimiento y ser visto de mala gana por los profesores, quienes se encargaban de armar un drama por cualquier error que uno cometiera, todos terminando en la absurda charla del porque debemos mantenernos al margen y sobre la importancia de estar preparados para la vida adulta.

Me encontraba a punto de abandonar el aula cuando escuché una voz llamarme, aquella que se empezaba hacer familiar para mí, mis fosas nasales se dieron el lujo por ser deleitados una vez más en el día por la colonia de Taehyung, por más que me quisiera forzar abandonar la atracción que le tenía lo veía poco probable, me negaba aceptar que todo era real.

Mi paso se detuvo pronosticando que caería a un abismo por los sentimientos que se empezaban a desarrollar por Taehyung, era peligroso acercarme a él, mi concentración era nula por lo cual casi era lanzado por la manada de alumnos hambrientos, sentí que fui tirado con fuerza de mi brazo iba a replicar y golpear a quien fuera que me jalo de manera tan bestial.

—Joven Jeon debería tener más cuidado, ¿Se encuentra bien?—Kim hablo serenamente llevándose un sonrojo de mi parte, el bochorno siendo revelado por mis mejillas, quería abordar una charla cómoda sin importar que este no era el lugar adecuado para conversar cómodamente con él.

Mi madre me estaría aborreciendo en este instante por tener pensamientos de interferir en un matrimonio, mi consuelo más grande era que la sonrisa con la que el profesor me observaba en la mañana aún permanece en su rostro.

—S-si profe Kim—tartamude alejando su mano de mi cintura debido a que este no era el lugar adecuado cualquier persona podría vernos y meternos en problemas.

Su cercanía era como un abrigo de peluche en invierno, tan cálido y cómodo, era como abrillantar mi vida con demasiada frecuencia, no quería abrumar me con el tema, sería mejor correr sin miedo alguno, si pudiera desarrollar algún super poder elegiría el de no pensar tanto.

Era un abrojo enorme por destruir, me equivoqué desde el instante en donde preste atención a su belleza inigualable el día de ayer.

Decir que me gustaba era apresurado debido a que recién lo conocía, sabía detalles íntimos de su vida, me sentía caminar en una cuerda floja de la cual temía pisar erróneamente y caer a la profundidad del vacío.

Absorto en mis pensamientos ni siquiera note cuando Jimin llegó a sacudir mi brazo sin piedad alguna, la abulia me arrebataba la vida, la fuerza con la que me movía Jimin fue abusivo hasta que reaccione.

—Corazón te das un viaje astral hasta la luna, el profesor te está hablando hace más de cinco minutos—canturreo riendo por el rosado de mis mofletes—ire a comprar algo para el almuerzo te veo en un rato suerte cielo.

Quedamos en un silencio raro, Kim Taehyung y yo, me puse nervioso cuando me pidió entrar al salón, todo seguía confuso y revuelto en mi mente, torpemente me centré en acatar lo que me pidió mostrándome lo más accesible posible ante él.

—¿Sucede algo profe?—él me miró escaneando mi cuerpo provocando escalofríos sobre mi espalda baja.

—Necesito hablar seriamente contigo—el tono serio que uso me intimida un poco, la aceleración de mi corazón me hizo creer por un instante que saldría de mi pecho, me achique ante el toque suave sobre mi cintura, con un pie lo ví cerrar la puerta, temblé de nuevo, todo siendo nuevo para mi.

Había tenido infinidades de novias siendo que llevaba bien asentado que lo hacía por estudiarlas, en muchas ocasiones desee ser una chica, siempre me habían gustado los hombres, aunque nunca me he atrevido a salir con uno.

Indirectamente Taehyung se acoplaba a mis deseos de hombre perfecto, ante mi vista él era adecuado para mí, pensaba rotundamente que algún dios había escuchado todos los deseos que solía pedir cuando soplaba dientes de león de más pequeño, o quizá ese deseo que pedí un día frente a una fuente se me estaba cumpliendo.

No lograba acostumbrarme a tener este tipo de pensamientos rodando en mi cabeza, otra vez perdido en mi mundo pase por alto cuando fui acorralado sobre la pared, un acontecimiento estaba por suceder.

Las manos me temblaban y sudaban por su atrevimiento, fui acosado una vez más por su mirada la curiosidad acrecentando en mi, debía ser acreedor para ganarme excelente premio como éste.

Pareciera que era un acróbata volando entre los aires tan alto, como el trapecista disfrutando entre sus cuerdas tan alto, mi pulso yendo al millón, su rostro busco más cercanía sobre el mío, nervioso cerré los ojos, mis labios esperando ansiosamente el impacto, su calor y aroma a menta sobre unos diminutos centímetros de mí.

Solo era cuestión de que se abalanzara sobre mí y nuestros belfos chocarían, era un pez nuevo en el estanque de un acuario, siendo la exhibición del momento, parecía que él era ese niño emocionado por tenerme entre sus manos, me sostenía con cariño como si fuera lo más preciado que había visto en la vida.

Quería hacer el proceso más rápido, mis intentos serían torpes pues este me soltó, desconcertado abrí los ojos y le mire dejando ver la capa de cristal sobre mis orbes. Las inseguridades acumulándose en mi mente todas llevándome al fatal pensamiento en donde él solo probaba que tan fácil era.

Caí torpemente como conejito en una trampa del cazador, quería llorar y soltarle una bofetada, pero me quedé quieto al sentir sus dedos pasear por mi mejilla.

—No puedo hacerte esto—musito sobre mi oído su voz fue tan baja que a penas y logré escucharla.

—¿Ha- hacerme qué exactamente?—balbuseo observado lo alejarse, me dió una mirada que no logré descifrar me senté sobre el pupitre y agaché la cabeza jugando con mis dedos.

Mi mente daba vueltas intentaba formular algo de coherencia y buscaba juntar valor para irme, no debía buscar cruzar mi línea, él siendo una persona mayor jamás se fijaría en alguien como yo.

Había cientos de chicas en las cuales se podía fijar, más chicos en los que podía aprender sobre el amor, alguien de su edad, necesitaba algo sano y que le curará, ¿Qué le podía ofrecer yo?.

—No te quiero lastimar, eres alguien que no deseo perder con facilidad. Además estoy casado y-...

—Taehyung cállate, a Hoseok no le interesas comprende eso eso—espete molesto—suena estúpido pero ambos lo queremos, Taehyung me gustas no me interesa el no conocerte, no necesito hacerlo tú transmites esa inocencia a la hora de expresarte, detrás del chico serio que todos conocen yo ya conocí al frágil y algo me dice que te conozco de otro lado, no se de donde o quizá sea mi curiosidad, no me interesa solo se que me gustas, no me hables de Hoseok relativamente él no me interesa.

Di un largo suspiro sintiendo mi corazón salir de su lugar, mi sangre subió a mis mejillas cuando repase lo que dije mentalmente, su rostro fue el mejor poema nunca antes creado.

Sus ojos expresando alegría y curiosidad, sus brazos al igual que el resto de su cuerpo temblando, su labio inferior siendo atrapado por sus dientes, me gustaba hasta el leve rubor que comenzaba a formarse en sus mejillas y orejas, esa capa rosa cubriendo su piel canela el brillo que desprendía imaginario, estaba perdido en su figura y sonrisa levemente creciente, me gustaba, eso era.

Mi pequeño alumno♡|• ᵀᴷWhere stories live. Discover now