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-...Eith...Keith...- escuchó una voz femenina que lo llamaba a los lejos, todo estaba oscuro, no sabía dónde estaba, solo escuchaba esa voz que lo llamaba una y otra vez sin poder ver de donde provenía

- Mama?- algo dentro de si le decía que era la voz de su madre- MAMA?! No te vayas!!!- corrió y corrió lo más rápido que pudo hacia la voz que lo llamaba pero no llegaba a ninguna parte 

- Keith- llamo esta vez una voz masculina, suave y compasiva, se volteó para ver qué era su padre parado en frente suyo- Hijo- dijo el hombre mirándolo con una sonrisa

- Papa?- pregunto el soldado sin creer que era el

- Estás grande y fuerte- dijo su padre acercándose más, una vez estuvo lo suficientemente cerca, el hombre lo tomó del cuello sofocándolo- JAJAJA, que inocente eres- el hombre ya no era su padre, era el mismo, pero sus ojos eran rojos, y su traje era negro

-Sueltame- dijo con dificultad Keith mientras su yo malvado lo sofocada

- Mírate que edad tienes, 18 no es así? Aún buscas amor y conexión pero estás aterrado porque todos se van, todos te dejan- dijo con una sonrisa malvada mientras el morado luchaba por soltarse- tienes miedo de dejar que alguien se acerque a ti y que se den cuente quien en realidad eres- añadió apretando mas su garganta- una máquina para matar, vas a morir solo- término para luego reír

- AHHHHH!- despertó el azabache gritando, sus ojos llenos de lágrimas y las sábanas rotas por sus garras enterradas en estas...

- Oye Oye estás bien?- pregunto Shiro entrando rápidamente a su habitación

- Si... yo... solo fue una pesadilla- respondió calmándose

- Sabes que puedes contarme lo que sea- aconsejo

-Estoy bien Shiro- respondió el menor con una media sonrisa

-Bien, Le diré a Koran que nos dé otro par de sabanas- dijo el mayor bajando la tensión, su compañero solo río un poco- toma una ducha eso te hará bien, te espero en el comedor para desayunar- termino para retirarse

....

- sube más la espada, aprieta la mano y ponte derecho- dijo el morado con un tono mandón y serio al príncipe, estaban entrenando pero los éntrenos esa semana se habían vuelto más estrictos

Lance notó que el soldado estaba distante, como la primera vez que se vieron. Ya no conversaba, no reía ni sonreía, estaba serio, solo le dirigía la palabra cuando era necesario, que le habría pasado? El moreno estaba seguro de que no había hecho nada malo.

- no - musitó Lance

- como?- pregunto el morado sin creer la actitud del príncipe

- no entrenaremos más hasta que me digas que te pasa- dijo Lance acercándose a él

- no me pasa nada- respondió Keith con seriedad, el moreno siguió acercándose hasta tenerlo lo suficientemente cerca para sentir su respiración

- mientes- dijo el príncipe, puso la punta de su espada en el suelo para apoyar las manos en el mango, buscó la mirada de Keith pero este solo volteaba la cara para no mirarlo

- no- respondió cortante

- Entonces porque no me miras- pregunto seguro el alteano

Amor Clandestino // Galra Keith x Altean LanceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora