Capitulo 22

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- Cariño- oigo a mi madre detrás de la puerta dando suaves golpes en ella.- creo que ya esta bien de siesta.

Suelto un leve gruñido y me estiro para despejarme, despues de que Mary me consolara, se ha quedado a comer, y cómo había quedado con su nuevo novio se ha ido y he podido subir ha hacer la siesta. 

- Venga- habla mi madre abriendo la puerta.- ¿Tienes hambre? Ya son las seis y media..

- No mucha, la verdad.- digo enmedio de un bostezo, aun estoy algo mareada.

- Va, levántate, que tu padre se ha ido a jugar al fútbol con el padre de Oscar Molander, que tienen un equipo con el resto, y ahora estan entrenando.- me explica sentada en el borde de la cama con una sonrisa.- He pensado que podíamos ver Orgullo y Prejuicio, y comer patatas fritas y esas cosas.

- ¿Una tarde de las nuestras?- pregunto poniéndome de rodillas en la cama y sonriendo, se me ha ido el cansancio en un sengundo.

- Estaría bien que estuvieran la tía Isabel y tu prima Dani, pero como vendran en unas semanas pues con ellas ya pondremos Love Actually, como siempre.- dice contenta mientras me lavo la cara en mi cuarto de baño con la puerta abierta.

Me cambio de ropa, cojo mis shorts de deporte rosas, unos calcetines medianos, y una sudadera ancha. Bajamos las dos al salon y preparo la película. Mi madre va a la cocina para coger la comida. Cuando llega con un bol de palomitas para cada una y una macro bolsa de patatas fritas la música del menu de la película ya suena por toda la sala. Me encanta está peli, es super bonita, y además me encantan estas tardes con mi madre.

(-)

Ya voy por la bolsa de patatas y no puedo despegar la mirada de la película, es absurdo como se complican la vida el señor Darcy y Lizzie por estar juntos, desde el punto de vista del espectador es fácil solucionar todos los problemas que van teniendo a lo largo de la película. Pero eso es lo bonito, que con todos los malentendidos que hay por enmedio y dejando de lado el orgullo, al final el amor vence, porque el amor todo lo puede o al menos en las películas.

Al acabar los creditos estoy llorando, siempre se me había caido alguna lagrimilla, pero hoy no, estoy llorando demasiado, y ¡no tengo la regla! Sorbo por la nariz y me seco las lágrimas con las mangas de la sudadera.

- Alex, cielo, ¿estas bien?- me pregunta mi madre al ver mi exagerada reacción.

- No es nada, supongo que me he emocionado más de lo normal.- contesto.

- Sabes que puedes contarme lo que sea.- insiste y yo asiento, aun que obviamente todo todo no puedo contarlo.- ¿es sobre chicos no?

- em...- murmuro, ¿no le puedo esconder nada a esta mujer o qué?- Si, me gusta un cabrón.

- ¡Alexia!- grita con un falso tono de enfado.- ¿por qué es un cabrón?

- Por varias cosas que no vale la pena nombrar.- explico mirando mis manos mientras juego con mis dedos.

- Bueno cuando se solucione o lo que sea me dices.- finaliza levantándose del sofá y recogiendo los boles y la bolsa de patatas ya vacía.- veo que no lo quieres hablar.

Mi padre no tarda en llegar vestido con el equipo y todo sudado, se va a duchar y sale de la habitación vestido con tejanos oscuros y camisa blanca, afeitado y con perfume. Mi madre sale de su cuarto con unos pendientes enormes, pelo suelto, tejanos y una blusa mona.

- ¿Os vais?- pregunto sentada en el sofá mirándoles de arriba a abajo.

- Si, tenemos una cena con los de siempre.- me dice mi madre mientras prepara su bolso.

Inevitable (Oscar Enestad)Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz