Inevitable (Oscar Enestad)

Capitulo 51

Me encanta la idea de saltarnos esa peli para estar los dos solos, ya era hora. Coge mi mano y entrelazamos nuestros dedos, me mira, besa mis labios y empezamos a caminar.

-¿Donde vamos?-pregunto mientras le sigo.

- Pues la verdad es que no lo sé, se me ha ocurrido lo de escaquearnos del cine hace media hora en casa de Omar...-dice rascándose la nuca avergonzado.

- Tranquilo, pensemos algo...-digo, aunque no se me ocurre nada especial.

Estamos unos minutos mirándonos y aunque pueda parecer que estoy pensando que hacer, realmente estoy embobada y perdida en el azul claro de sus ojos. Además es que hoy está increíble vestido. Miro su boca y uno de sus dientes torcidos sobresale entre sus labios, y aunque no lo entiendo, eso me encanta.

- ¿Sabes que hoy estás guapísimo?-me sale decirle y se empieza a reír.

- Ay Alexia, por favor...-dice y me sonrojo.- Primero déjame pensar, y luego ya te dejo besarme, me estás devorando con la mirada, incluso babeas.

- Más quisieras Oscar, veo que sigues igual de creído que siempre.-le digo negando con la cabeza.

- Eso ni un interrail por Europa puede cambiarlo...

- ¿Sabes qué? Vayamos a merendar, me muero de hambre...-le digo.

- Vale, vamos al Starbucks...-dice con desgana.

- No te preocupes si no es un gran plan, no somos muy originales, ¿qué vamos ha hacerle? No es nada grave, además, tampoco me conozco está ciudad aún...-le digo para consolarlo.

- Es cierto....-dice pensando y le miro confusa.- Aun no te conoces la ciudad. ¡Bingo! Ya se donde podemos ir.

-¿Dónde?-pregunto cuando me coge la mano y tira de mi.

- Primero al autobús.

(-)

-¿Me vas a decir a donde vamos?-le pregunto y besa mis labios castamente.- ¿Así que era yo la que me moría de ganas eh?

- No lo niegues...

- No lo hago.-y al decirlo vuelve a juntar nuestros labios.

- Vale, lo admito, me moría un poquitillo por hacerlo...-dice y niego con la cabeza riendo.- Nos vamos a Gamla Stan, ¿has ido?

- Puede que de pequeña pero no me suena nada...-digo encogiéndome de hombros.

- Pues te encantará, además hay una cafetería que hace unos pasteles buenísimos, mis favoritos, te encantarán.-dice parpadeando mucho, como siempre que explica algo y se concentra.- Además el chocolate desecho de ahí es aún mejor, bueno no, mejor es la nata, o los bizcochos, buff no sé, ya verás...

- Seguro, sabes que me encanta lo dulce.-digo relamiendo mis labios.

- Aun quedan algunas paradas, ¿quieres escuchar música?-pregunta y yo asiento.

Saca sus auriculares y compartimos la música de su móvil. Aunque el viaje es largo, ya que el barrio está como en una "isla", no se hace pesado, de pronto Oscar me avisa para que me levante, la siguiente es nuestra parada. Bajamos del autobús y caminamos hasta llegar a una plaza llena de cafeterías, las casas son preciosas, de colores, altas y todas con la misma forma, no sabría describirlo pero me sorprende que ya llevando aquí meses viviendo, no saber que existía esta zona de Suecia, siendo muy conocida... Miro toda la plaza, hay una fuente enorme.

-Ésto es increíble, ¿cuál de estas es la cafetería?-pregunto emocionada. Saco el móvil y empiezo ha hacer fotos.

- Ninguna, no está aquí, es aun mejor...-dice sonriendo y le miro confusa, ¿mejor que estar en esta plaza tan bonita?.- ¿No piensas sacarme en ninguna de tus fotos, además en esa última solo salías tu, ni siquiera un pedacito de cualquiera de estas casas...