¡Él se metió a mi Wattpad! (Libro 1y2) [Completo]

Capitulo 39: Visita al CECMO, parte II

¿Qué? ¿Estaba saliendo con alguien?

¡¿Quién es esa perra?!

Mi sonrisa flaqueó un poco, pero debía recordar que eso estaba bien, que cualquier cosa que lo hiciera progresar en la vida, estaba bien. Pero ese sentimiento seguía en mi pecho, seguía atrayéndome de una manera muy fuerte.

—Ah, okey —dije—, yo también estoy saliendo con alguien. Y sí, tienes razón, verte de nuevo es como si solo quisiera coger... —me interrumpí— volver, quise decir volver en el tiempo.

¿Qué mierda Paola? ¿Enserio dijiste que lo querías coger?

Bueno, sí quería, pero no debía pensar eso, iba a casarme por Dios.

Sentí mis mejillas sonrojarse cuando Ramson comenzó a reírse muy fuerte, su rostro se enrojeció y se echó hacia atrás en la silla riéndose de mi error, no me quedó de otra más que también reírme. Cuando su risa menguó, secó una lágrima que escurrió por su mejilla y negó con la cabeza todavía convulsionando un poco por la risa.

—Siempre nos lo debimos ¿cierto? —dijo ahora con semblante un poco más serio, sus ojos brillantes enfocados en los míos.

¿El qué? ¿follar? Lo admitía, me hubiera gustado que él fuera mi primera vez, aunque eso no pasó, sino que fue Alfredo, el único y al parecer último porque ya íbamos a casarnos. No sabía porque eso me decepcionaba un poco, como si quiera devolver el tiempo, como si quisiera volver a vivir todo lo que viví con él... obviando las cosas malas.

Afirmé con la cabeza como única respuesta. Permanecimos en silencio por tanto tiempo que no sabía si habían pasado minutos, pero el ambiente se tornó de repente más intenso, noté como por unos nanosegundos que Ramson miró mis labios y luego volvió a mirar mis ojos y casi sentí caerme de espaldas.

Deseaba tanto que me besara, quería acariciar su barba con mis dedos, ver si se sentía tan suave como se veía.

Creo que era hora de irme si no quería meter la pata, al parecer seguía habiendo ese click entre ambos que nos atraía.

Iba a caer.

—Ven conmigo —susurró, lo miré sin comprender cuando él se levantó del asiento y me extendió una mano.

Mierda...

—De hecho, ya me iba —comencé a decir pero él no se movió esperando mi respuesta, él sabía que no lo iba a rechazar, dudé por un momento, pero como siempre ignoraba mi sentido común cuando se trataba de Ramson, decidí ir con él.

Fuimos por el pasillo donde habían varias personas deambulando por ahí, se escuchaban algunos gritos en habitaciones cerradas que me estremeció, no me gustaba este lugar, pero extrañamente con Ramson me sentía protegida.

Llegamos a una habitación azul, todo estaba perfectamente ordenado y habían muchos libros en el escritorio, me tomó un momento reconocer que se trataban de mis libros, todos los que se habían publicado, incluso los libros en el que Ramson no era el protagonista, me acerqué y tomé uno en mis manos con una ligera sonrisa.

—Recuerdo que dijiste que yo era la peor escritora que habías leído —me voltee hacia él, pero no me había dado cuenta en qué momento se había acercado y realmente quedamos muy cerca, por un momento se me olvidó dónde estaba y qué hacía.

Él sonrió, tomó el libro de mis manos para colocarlo en su lugar y luego volver a mirarme.

—Pero te he leído, creo que eso es lo importante —murmuró Ramson dando un paso hacia mí, me quedé muy quieta cuando su mano colocó un mechón de mi cabello detrás de mí oreja, mis piernas temblaban, todo de mí temblaba, no podía recordar la última vez que alguien hizo ese efecto en mí, cuando comenzó a acercar su rostro mi respiración se extinguió.