Capítulo 35: "Golden, parte II"

9.8K 1.4K 410
                                    

   GOLDEN  

Trabajaba en un bar de mala muerte, donde solo había borrachos, y sujetos que venían a intentar ligarse a zorras de carreteras. Claro que la mayoría sabía en lo que estaba involucrado en mis tiempos libres, el polvillo blanco siempre era una venta fácil.

Era otro día normal, cuando la vi entrar.

Ella se acercó a la barra y me mostró una amplia sonrisa, a simple vista noté que no pertenecía a sitios como este, su ropa parecía costosa y el olor a coco desprendía de su cabello, supe al instante que si ella estaba en este bar era porque debía de estar loca.

Debí haberle hecho caso a mi intuición, pero cuando me ofreció una buena suma de dinero por un enorme proyecto donde necesitaba de mi venta fácil de polvillo blanco, no pude negarme.

—Son proyectos que esperamos implementar —dijo Roma—, alucinógenos potentes capaz de hacer cosas inexplicables.

No comprendí a lo que se refería hasta que comencé a pasar más tiempo con ella y su hermano en su casa. A Roma le gustaba mucho la ciencia, experimentaba con distintas sustancias ilegales en su habitación, hasta que tiempo después decidimos reunirnos en mi casa, para así levantar menos sospechas.

Su objetivo era crear una droga capaz de hacer volar la mente, sacarla de la realidad cada vez que se presentara un momento de estrés.

—¿Entonces se supone que la droga está dentro de estos pequeños dijes rojos? —pregunté tomando uno, parecía una joya roja, dentro estaba rellena de toda la mezcla de drogas dorada.

—Ten cuidado —dijo Roma quitándome la joya de mis manos, admirándolo con detenimiento—, está programada para desprenderse ante un momento de estrés, nos volveremos ricos con esto.

Detuve el impulso de girar los ojos, ya ellos eran ricos, pero Roma era una científica loca que solo quería crear algo innovador, así fuera ilegal.

Pero yo si era pobre, necesitaba el dinero, cuando vendiéramos todas estas joyas para que fueran distribuidas, por fin podría irme a algún país y desaparecerme de este hoyo.

Roma colocó la joya dentro una de las esferas térmicas y la cerró.

—Solo tendremos que echarle un poco de spray para pintarla por fuera —me guiñó un ojo—, ya sabes, darle el toque femenino.

La esfera térmica evitaba que la joya cambiara de temperatura y se mantuviera fresca, era gris metalizado, en realidad me valía mierda de qué color fuera, solo quería venderlo y ya salirme del negocio sin dejar rastro que me incriminara.

Que idiota había sido.

A los días, Roma había ideado hacer de las joyas una especie de dije, iba a ir colgado a una cadena de oro de tal forma que la persona no tuviera que quitárselo para que en un momento de estrés desprendiera el alucinógeno y la relajara, su hermano Ramson se había ofrecido para usarlo como conejillo de indias, sin embargo, su actitud de por sí extraña, se volvió peor, se volvía de algún modo más chistoso, enérgico porque no paraba de correr o de entrenar como loco hasta que comenzó a hablar solo, Roma enseguida tuvo que quitárselo del cuello.

Cuando Roma le quitó el collar a Ramson él siguió saltando de un lugar a otro, sin poder para de hablar solo, como si se hubiera realmente metido a otro planeta. Roma sacó una jeringa y se la inyectó a Ramson en el hombro logrando que él cayera desmayado en el suelo, lucía preocupada, miraba el pizarrón lleno de fórmulas químicas como si buscara una iluminación.  

—Algo falló —dijo Roma caminando de un lado a otro pareciendo impaciente—, no entiendo qué ocurrió.

—Yo lo que no entiendo es cómo nos hemos extendido dos semanas más de la proyectada —dije molesto—. Prometiste que tenías todas las formulas que ya tenías todo controlado.

¡Él se metió a mi Wattpad! (Libro 1y2) [Completo]Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz