Capítulo 16: Más verguenza.

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—¿Te llevo? —continuó cerrando la puerta del carro y esperando una respuesta de mi parte.

Una parte me decía que no.

Pero mi parte más madura me decía que aceptara en vez de gastar pasaje en un autobús.

Bien, tal vez que Ramson Stone me llevara en su camioneta cumplía una de mis ridículas fantasías.

Fui con él y me monté de copiloto, el asiento era de cuero y olía delicioso, no mentiré, me emocionaba mucho por fin irme con él al instituto, lo soñé miles de veces. Coloqué mi cinturón de seguridad y el bolso en mis piernas, Pistacho asomó la cabeza pero lo cubrí metiendo una mano para que se quedara tranquilo.

—¿Cómo amaneciste? —pregunté intentando hacer tema de conversación.

—Con los gritos de mi papá —giró los ojos—, ¿no los escuchaste?

—Creo que hasta en China lo escucharon —dije con ironía.

Él soltó una pequeña carcajada y quedamos un momento en silencio, de repente soltó un suspiro, parecía querer desahogarse.

—Se molestó porque tomé las llaves de la casa de playa la semana pasada y se me olvidó cerrar la puerta —sonrió—, al parecer se robaron todo lo que pudieron y le avisaron en la madrugada antes de irse al trabajo.

Alcé las cejas, ni siquiera sabía que tenían casa de playa, aunque no era muy difícil de imaginarlo, eran multimillonarios.

Me emocionaba la confianza que estábamos comenzando a tener desde ayer, recordé sus labios sobre mi cuerpo, sus manos quitándome la ropa... ¿Qué hubiera pasado si no lo hubiera empujado?

Enfócate Paola.

Cuando miré a Ramson él amplió su sonrisa negando con la cabeza.

—¿Por qué sonríes? —dije.

¿Había leído mis pensamientos?

—Porque sé que mi padre lleva ahí a sus amantes —dijo—, ahora tendrá que comprar nuevos muebles y deslumbrantes decoraciones para impresionar a sus conquistas.

—Eres todo un chico malo —ironicé—, ¿no se la llevan muy bien?

—No muy bien —admitió—, desde lo de Roma, todo cambió.

Lo miré en espera de que continuara, pero se limitó a subirle volumen a la radio, al parecer no quería hablar de su hermana, lo comprendía, a nadie le gustaba hablar de los muertos que fueron importantes... joder, eso me hizo recordar a mi mamá ¿Cómo habría amanecido? Estaría ansiosa toda la mañana hasta que por fin fuera al hospital para verla.

Llegamos al instituto, los amigotes de Ramson estaban ahí en el puesto donde usualmente Ramson se estacionaba, lo vi tensarse y soltó una vulgaridad entre dientes.

— ¿Qué ocurre? —pregunté al ver que nos detuvimos unos puestos antes de que él se estacionara en su sitio habitual, todos sabían dónde siempre Ramson Stone estacionaba su deslumbrante camioneta.

—Bájate aquí —pidió con la mirada fija en el frente.

Un momento, ¿me lo decía a mí?

Bueno, era la única en el carro además de Pistacho, así que sí.

—¿Qué? —dije incrédula.

—Que te bajes aquí —repitió mirándome de reojo pareciendo impaciente.

Abrí la boca comprendiendo que él no quería que lo vieran llegar conmigo, lo miré con mi mejor gesto ofendido.

Nuestra charla, nuestro secretos para dos, todo se había ido a la mierda.

¡Él se metió a mi Wattpad! (Libro 1y2) [Completo]Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz