12. Vete de mi casa, Ramson

2.9K 468 51
                                    


Capítulo 12: Vete de mi casa, Ramson

PAOLA STALONE

Sus manos apretaban cada vez más fuerte mi cuello dejándome sin respiración, mi visión comenzó a tornarse borrosa y cuando comencé a perder el conocimiento abrieron la puerta de mi auto ocasionando que me cayera al piso dándome un mal golpe a un costado de la cara.

Tomé una profunda respiración, al menos podía respirar otra vez.

Miré hacia mi auto levantándome completamente desorientada; no había nadie.

—Hey Paola, cálmate —alguien me agarró de los hombros—, ¿estás bien?

Alfredo.

Era Alfredo.

Lo abracé, joder, desde que le rompí el corazón no lo había vuelto a abrazar.

—Sí, sí, estoy bien —me separé volviendo a respirar y aclaré mi garganta.

¿Pero qué había acabado de pasar?

—No pareces estar bien —dijo— te ves algo alterada.

Sus ojos grises me analizaron con minuciosidad, él no sabía lo que había pasado antes con Ramson, es decir, sí sabía lo que ocurrió con Ramon que casi me mató antes de ir a rehabilitación, uhm, creo que todos lo sabían, pero no sabia lo de las alucinaciones por la droga, y todo lo que ocurrió antes de ese momento.

Nunca se lo conté a nadie.

Ni pretendía hacerlo ahora.

—Yo uhm, estoy bien —dije pasando una mano por mi rostro—, ya me iba.

Me monté en mi auto viendo los asientos de atrás como toda una loca paranoica.

Maldita sea, necesitaba calmarme.

—Vale —dijo Alfredo agachándose en mi ventana—, lindos zarcillos, por cierto.

Señaló sus orejas antes de darse media vuelta e irse hacia su auto.

¿Zarcillos?

Yo no llevaba zarcillos.

Me toqué mis orejas con rapidez y ahogué un gemido al ver los zarcillos que me había dado la abuela de Maximillon.

¿Cómo carajos habían llegado los zarcillos a mis orejas? Recordaba haberlos botado en el aeropuerto, en el hotel, y ahora, me los quité botándolos por la ventana estremeciéndome.

¿Cómo era que me perseguían?

—Debes calmarte. —me dije a mi misma, de seguro se me había olvidado botarlos, no es que estuviera pasándome algo sobrenatural con eso, no creía en esas cosas.

Era de la teoría de que, si no creía, entonces no me iba a pasar nada de eso.

Esperaba que mi teoría fuera cierta.

Fui a mi casa, regresar era lo más pesado del día, porque ahora tenía que enfrentar la realidad de estar separada del estúpido y sensual de mi esposo.

«Ramson, algún día me harás perder la cabeza».

Solté un suspiro y entré a la casa, fruncí el ceño al ver las luces prendidas y el ruido de la televisión.

«Ay no».

Me tensé mientras agarraba uno de los paraguas que estaban cerca de la puerta para protegerme, y comencé a acercarme a la sala, solo esperaba que no fuera otra vez un fantas...

—¡Bestiasele! —Grité al ver a un hombre salir de la sala y casi chocar conmigo.

—Hey, calmate, soy yo —dijo Ramson.

¡Él se metió a mi Wattpad! (Libro 1y2) [Completo]Où les histoires vivent. Découvrez maintenant