Capítulo 17: Dudas por doquier

20 2 0
                                    


Una vez en el auto, Frank me indicó que ya podía abrir la otra bolsa de VS.

- ¿Es algo sexy? -le pregunto con una sonrisa tímida.

- No lo sé. -reprime una sonrisa y se encoge de hombros mientras pone el carro en marcha.

Me siento nerviosa y un poco apenada y no puedo explicarme por qué, si puedo decir que ayer perdí hasta la mínima vergüenza que podía tenerle.

Saco de la bolsa un babydoll de encaje color ciruela.

- ¡Dios, Frank! -exclamo y me cubro la cara porque no soporto la risa y no quiero que vea lo roja que debe estar mi cara justo ahora.

- ¿Qué, no te gusta? -ahora tiene una expresión preocupada.

- Me encanta. -digo y le lanzo un beso.

Él sonríe y me pide que saque lo demás. Se trataba de un kimono de satín azul y un pijama celeste de algodón y encaje.

- ¿Cómo sabías mi talla? – le pregunto curiosa.

- Por Dios, Laia, soy tu novio. -me mira orgulloso de sí mismo, pero yo sé que nunca le había dicho a Frank mi talla de nada. -Eso y que le pedí a Caro que revisara tu ropa.

No aguanté la risa y me incliné para darle un beso en la mejilla.

- Me encantaron mis regalos, cielo. Eres buenísimo con esto.

- Lo sé. -dice y se ríe.

No sé si lo notó, pero de inmediato miles de dudas comenzaron a pasar por mi cabeza. ¿A cuántas chicas les ha regalado cosas así? ¿Cuántas veces lo ha hecho como para saber qué regalar exactamente? ¿Y si es por esto por lo que las chicas lo quieren tanto? ¿Y si esta es la manera en la que compra a las personas de las que se quiere rodear? En seguida pienso en cómo me regaló a Lanita al día siguiente de conocerme. Lanita no es algo que se pueda conseguir fácilmente, no es una cosa que puedas comprar y obsequiar como si nada. ¿Y si tenía eso planeado para cualquier chica que llamara su atención?

- Amor. -Frank me hace salir de esa burbuja de pensamientos obsesivos.

- Dime.

No quiero mirarle a la cara porque sé que verá que mi expresión ha cambiado. Y en este momento no quiero que comencemos a discutir por mis dudas locas.

- Te estaba pidiendo la dirección de tu casa, nena.

Miré alrededor y noté que ni siquiera habíamos salido de los terrenos del centro comercial.

- Lo siento, tenía la cabeza en otros sitios. -digo y coloco la dirección en el GPS del auto.

- ¿Qué pensabas?

- Nada importante. -no me cree. -En serio.

Decide no insistir más y yo pongo algo de música para no pensar más esas cosas. Pero no lo consigo.

Me digo a mí misma que él no es así, que si él está conmigo es porque realmente me quiere. Y para ser sincera yo lo quiero a él sin importar su dinero y todos los lujos que se pueda dar.

- Oye. -le digo y él me mira de reojo. - ¿No estás nervioso por conocer a mis padres?

- No tanto como tú, definitivamente.

Ese comentario me hace tener muchas dudas. ¿Es tan seguro de sí mismo como para no temerle a nada? Tal vez haya conocido a tantos padres y a todos les ha caído bien. ¿Y si es que no le importa agradarle a mi familia? No puede ser eso.

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Apr 15, 2020 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

ACTUALIZANDO ¿Por qué eres tan malditamente perfecto?- YOIDETH CHENIERWhere stories live. Discover now