Capítulo 12: Un poco de diversión

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Frank nos había dado un pequeño recorrido en su casa, para que nos sintiéramos más familiarizados con el lugar. Estábamos subiendo las escaleras para dejar nuestras maletas en las habitaciones que nos correspondían.

- Hay tres habitaciones para huéspedes. -dice y señala hacia un pasillo a su mano derecha-. Alguien puede dormir en mi habitación.

- Ya sabemos que te refieres a Laia. -dice Jasper-. Así que no veo por qué no podemos dormir con nuestras respectivas parejas.

Frank sonrió complacido, ya había logrado hacer que yo me viera obligada a dormir en su habitación. Aunque para ser honesta, no me molestaría en lo absoluto dormir con Frank.

Los chicos se fueron hacia la derecha y Frank me tomó de la mano para mostrarme su habitación, que estaba en el pasillo de la izquierda. Cuando entramos, noté que todo tenía un perfecto orden. No es la típica habitación por posters de chicas en bikini ni nada por el estilo; de hecho, en una de sus paredes había dibujado el castillo de Hogwarts.

- No sabía que te gustaba Harry Potter. -digo yo.

- Me encanta. -dice y me hace un gesto con la mano para que me sienta libre de entrar.

Dejé mi bolso sobre un sofá que había en la televisión, frente a un estante aéreo que sostenía un equipo de sonido y su consola de videojuegos, había muchos libros a cada lado de la televisión. Le eché un vistazo a su colección de libros. Tenía los libros de Harry Potter, una de las ediciones especiales.

- Esto es hermoso. -digo casi incrédula.

- ¡Lo sé! -dice con entusiasmo, situándose a mi lado.

- ¿Cuál fue el primer libro que agregaste a tu colección? -le pregunto.

Él busca con la mirada y luego toma entre sus manos una edición ilustrada de El Principito.

- Oh, entiendo. -digo.

Fanny llama a la puerta antes de entrar y se dirige a Frank.

- Jake está preguntando cuántos barriles de cervezas quieres que traiga. -pregunta desde el umbral de la puerta.

- Dos. -responde él y nuevamente me habla a mí. Fanny se retira-. ¿A qué casa perteneces?

- Ravenclaw. -digo con orgullo, él asiente con la cabeza- ¿Y tú?

- Soy un Griffindor que sale con una Ravenclaw, genial. -dice él con una sonrisa en su rostro.

Asiento lentamente con la cabeza y me quedo observándole, él me hace un guiño y me lanza un beso, yo sonrío nerviosa. Se empieza a acercar a mí y de repente me siento acalorada.

- ¿No crees que deberíamos ayudar con lo de la fiesta? -pregunto, interrumpiendo su intento de besarme. Él está confundido, así que se aparte y se lleva una mano a la frente.

- Sí, claro. -dice y me hace un ademán para invitarme a salir de la habitación.

Cuando bajamos no encontramos con los chicos, que estaban cargando un barril de cerveza hasta dejarlo en un minibar que había en el salón. Eso no lo había notado antes.

- ¿Dónde están las chicas? -le pregunto a Max.

- Están tomándose fotos, como siempre. -dice y rueda los ojos- ¿Cómo es que tú no eres así?

- Yo disfruto los momentos. -tanto así que a veces se me olvida capturar los mejores.

Me encaminé hacia la terraza, y vi que Caroline estaba jugando con Lanita y Fanny estaba haciéndole fotos a Maylen y Melody. Encendí la pantalla de mi móvil para ver la hora. Son las 20:45 y aún no ha llegado ningún invitado, por lo que me quito los tacones y me siento en una de las sillas reclinables que hay junto a la piscina. Cierro mis ojos por un segundo y disfruto la comodidad que estoy sintiendo en estos momentos. Me imagino a mí en un par de años sentada en una banca de madera, sintiendo la suave brisa de la noche, me imagino a mis hijos jugando en la terraza y a mi esposo dedicándose a asar carne para todos.

ACTUALIZANDO ¿Por qué eres tan malditamente perfecto?- YOIDETH CHENIERWhere stories live. Discover now