Capítulo 3: Nuevas amigas

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Empezamos el recorrido yendo a la cafetería, la cual estaba repleta de estudiantes haciendo cola para ordenar lo que comerán. Logré divisar un puesto para la comida, otro para las bebidas, para los postres, golosinas y frutas.

Los estudiantes presentaban una especie de identificación y podían ordenar todo lo que se les pegara en gana. Ver tanta comida me produjo hambre, y con justa razón, pues ni siquiera desayuné y ya son las 10:40 a.m.

No es que yo desayune temprano, solo que cuando me levante más temprano de lo habitual, mi estómago empieza a pedir comida.

Peyton nos dice que en nuestra habitación están las tarjetas de identificación que debemos llevar con nosotros siempre, para ordenar nuestros alimentos.

Caminamos por un largo corredor hasta llegar a unas enormes puertas de acero. Peyton empuja una de las puertas y se hace a un lado para que podamos entrar. Es un gimnasio. Uno muy enorme con muchísimas gradas y con baños al fondo.

- Aquí realizarán sus clases de Educación física y gimnasia. -nos dice Peyton y nos hace seña para que salgamos para continuar el recorrido.

Salimos al aire social, donde había muchos árboles plantados, de cerezo, cedros y muchos más. Había dos gacebos con cuatro bancas para cuatro personas cada uno. Tenían una alberca, un sendero que pasaba por el aparcamiento y rodeaba las instalaciones de la academia. Frente a las dos rampas de patinaje había un pequeño gym con caminadoras, pesas y otros equipos.

- Para que se mantengan en buena forma. -nos dice y hace un guiño.

- ¿Y con qué se supone que vamos a patinar y a manejar bici? -pregunta Melody de manera indiferente.

- En su habitación se encuentra todo lo que necesitan para hacer uso de nuestras instalaciones. -responde y golpetea nerviosa su bolígrafo contra la agenda.

Este internado no es lo que me esperaba y estoy segura de que mis padres tampoco esperaban esto, porque no me hubiesen enviado aquí como castigo sabiendo que es más como un hotel.

Volvimos a entrar al edificio y Peyton nos llevó a la biblioteca, al fondo había un salón de arte, con toda clase de pinturas. Nos mostró el salón de música, donde tenían una infinita colección de instrumentos y una cabina de audio.

- Sé que tienes una maravillosa voz y que tu destreza con la guitarra es increíblemente buena. -dice y sonríe -. Podrías practicar aquí cada vez que quieras.

- ¿Cómo sabes que hago eso? -le pregunto y ella se encoge de hombros antes de responder a mi pregunta.

- Tus padres lo escribieron en tu formulario de inscripción, en la sección de aptitudes.

Así que mis padres sí sabían lo que hacían. El castigo se basa en estar lejos de mis amigos, no de hacerme pasar malos ratos.

Peyton sacó unas hojas de su cartapacio y nos dio una a cada una.

- Estos son sus horarios de clases, su primer período es a las 8:30 a.m. y su hora de salida es a las 2:30. Cada período dura media hora. Son diez períodos, teniendo una hora completa para receso.

Caminábamos hacia un elevador. Sí, un elevador. De verdad.

- Su habitación está en el piso tres. -dijo Peyton seleccionando un botón y en seguida las puertas del elevador se cerraron.

- ¿En serio tienen dos pisos de habitaciones? -pregunto.

- Sí, tenemos alrededor de 700 estudiantes y cada piso cuenta con 175 habitaciones. -dice y entonces salimos del elevador.

El camino se dividía en dos corredores, a la derecha y a la izquierda.

- Ésta es la sección A .-señala hacia la izquierda -. Y aquella es la sección B. Su habitación se encuentra en la sección A.

Llegamos a la puerta de nuestra habitación y noté que teníamos vecinos al frente. Al entrar vimos que tenía dos literas y dos baños a cada lado de la habitación. Al final había un pequeño balcón con la vista al área social y había una mini sala con dos sofás grandes y una pantalla plana de 42 pulgadas, lo sé porque tengo una así en mi casa.

- Tenemos aire acondicionado. -dice Melody aliviada, pues en el camino bromeaba que tal vez iba a sudar más mientras dormía por el calor, que estando despierta.

Peyton se dirigió hacia el armario que nos pertenecía ahora y nos pidió que echáramos un vistazo. Éste se dividía en dos partes; había un mueble para guardar nuestra ropa y otro más pequeño para los zapatos en cada lado. Había dos trajes de baño, uno turquesa y uno violeta, en mi lado había una bata de baño con mi nombre bordado en hilo azul, y la de Melody lo tenía en verde, su color favorito.

Entré al baño para echarle un vistazo y había una ducha con puerta corrediza, un estante para nuestros productos de aseo y belleza y un espejo de cuerpo completo aparte del que estaba sobre el lavamanos.

- Me gusta la habitación. -dije mientras dejaba mi bolso y mi horario sobre mi cama, escogí la de arriba –. Veo que ya llegaron las otras personas. -dije señalando el otro lado de la habitación.

- De hecho, ellas están aquí desde septiembre. Ustedes son quienes llamarán la atención en cuanto bajen a desayunar, sus compañeras de habitación están allá abajo.

- ¿Ya podemos desayunar? -pregunta Melody con sorpresa.

- Sí, no les haré perder más tiempo. -dice y señala debajo de nuestras camas -. abajo están sus skateboards y sus patines, junto con una mochila cortesía de la academia.

- Gracias, Peyton. -decimos Melody y yo al unísono.

Dicho esto, se retiró de la habitación y Melody y yo tomamos nuestros móviles y llaves y salimos corriendo hacia el elevador.

Cuando llegamos a la cafetería no tardamos en notar que todos nos miraban. Por supuesto, somos las únicas que llegan en el segundo semestre. Melody ordenó un sándwich y un cupcake de chocolate y yo una ensalada y un batido de fresa.

Encontramos una mesa vacía y no dudamos en sentarnos allí.

- Ésta comida está deliciosa. -dice Melody mientras devora su cupcake.

- De no serlo, me largaría. -bromeo.

- Ambas sabemos que no nos podríamos ir, aunque quisiéramos.

¿Recuerdan a la chica que me empujó en el baño? Se sentó en una mesa cercana a la nuestra y lo único que hacía era fulminarme con la mirada mientras hablaba con su grupo de amigos.

Antes de retirarnos de la mesa, un par de chicas llegaron y se sentaron con nosotras. Una tenía el cabello rubio cenizo y ojos cafés y la otra tenía el cabello castaño claro y grandes ojos verde oliva.

- Mi nombre es Maylen. -dice la rubia alegremente.

- Y yo soy Caroline. -dice la otra chica -. ¿Cuáles son sus nombres?

Intercambio una mirada con Melody y decido presentarnos.

- Yo soy Laia y ella es mi prima Melody. -dije señalándola.

- Lindo nombres. -dice Maylen con una sonrisa en su rostro.

- Son nuevas, ¿no? -pregunta Caro.

- ¿Tanto se nota? -pregunto antes de darle un sorbo a mi batido.

- No tanto. -dice y ríe - ¿En qué habitación estarán?

- Treinta y tres. -respondemos Melody y yo al unísono.

Los rostros de Caroline y Maylen se iluminaron y exclamaron:

- ¡Seremos compañeras de habitación!

ACTUALIZANDO ¿Por qué eres tan malditamente perfecto?- YOIDETH CHENIERWhere stories live. Discover now